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Vox lleva al límite su radicalización contra la migración y persiste en sus ataques al PP por su supuesta moderación

El partido de extrema derecha que lidera Santiago Abascal se revuelve contra el partido de Alberto Núñez Feijóo pese a que mantienen sus gobiernos municipales. La difusión de delitos de odio en redes sociales, un nuevo punto de desencuentro. 

El líder de Vox, Santiago Abascal, observa al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso el pasado mes de julio.
El líder de Vox, Santiago Abascal, y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso el pasado mes de julio. Eduardo Parra / Europa Press

La migración, o más bien la acogida de 347 menores migrantes no acompañados, fue la excusa de Vox para salir de los Gobiernos autonómicos de coalición que tenía con el PP. Ocurrió hace poco más de un mes y la cuestión migratoria sigue siendo usada como arma arrojadiza entre ambos partidos. En todo caso, PP y Vox mantienen todavía centenares de gobiernos municipales. 

Tras la ruptura, los dos partidos (también Junts) votaron en contra de la reforma de la ley de extranjería pactada por el Gobierno de Pedro Sánchez y el de las Islas Canarias. El principal objetivo era incluir la redistribución de menores migrantes procedentes del archipiélago canario, desde donde dan la voz de alarma por la sobresaturación existente. Los populares siguen enrocados en sus exigencias y la reforma tendrá que retomarse en septiembre. 

Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, según publicó este medio, está decidido a replantearse su estrategia política. No ha terminado de romper del todo con la extrema derecha y no todo el partido comparte la necesidad de distanciarse. Feijóo, además, ha agitado el asunto de la migración como herramienta política en determinadas circunstancias, como por ejemplo la campaña electoral en Catalunya. 

Esta última semana el PP ha querido presentarse como un partido que defiende "una postura sensata" en materia migratoria. Defiende que está en una posición intermedia entre el "buenismo" del Gobierno progresista y la "xenofobia que muchas veces se escucha de Vox". Estas fueron las palabras que usó este martes Ana Alós, dirigente de los populares. 

En el partido que lidera Santiago Abascal se han revuelto contra esas acusaciones en plena pugna por el espacio ultra con Alvise Pérez y su partido, Se Acabó la Fiesta. "Y siguen con el teatro bipartidista. El buenismo del Gobierno es el mismo buenismo del PP porque sus políticas comunes de fronteras abiertas están causando daños irreparables a los españoles. No hay mayor insulto que la estafa permanente que representan", destacó el partido en redes sociales este miércoles. 

Vox también ha afeado al PP que haya apoyado la admisión a trámite de una iniciativa legislativa popular para regularizar a medio millón de personas migrantes. O que acoja en Galicia, pese a su mayoría absoluta, a estas personas ya que contribuye al "efecto llamada de Pedro Sánchez".

En Vox denuncian una supuesta moderación de los populares. "Una pena que solo encontremos un PP temeroso de que la izquierda le insulte cuando no juega al despiste, precisamente porque también viven de la industria del bipartidismo; y no para servir a los españoles", apuntó Pepa Millán, portavoz del partido en el Congreso. 

Mientras tanto, el Ejecutivo de Sánchez ha reclamado a Feijóo que haga rectificar a algunos dirigentes del PP que transmiten mensajes xenófobos. Concretamente al alcalde de Badalona, Xavier García Albiol. La dirección de los populares ha evitado, de momento, censurar sus palabras

Redes sociales y delitos de odio 

Toda esta aparente trifulca dialéctica entre PP y Vox se produce además en un contexto concreto. Se trata del asesinato de un niño en la localidad de Mocejón (Toledo). Con este suceso afloraron multitud de bulos xenófobos, con campañas impulsadas desde sectores de la extrema derecha con el objetivo de criminalizar a las personas migrantes. 

Una de las consecuencias de estos hechos ha sido la reacción del fiscal de Sala contra los Delitos de Odio y Discriminación, Miguel Ángel Aguilar. En una entrevista realizada este miércoles ha propuesto medidas contra el anonimato en las redes o prohibición de acceso para quien difunda mensajes de odio. Es solo una propuesta, sin detallar, pero también ha provocado cruces de declaraciones entre PP y Vox. 

El PP, por boca de su portavoz adjunto en el Senado, Antonio Silván, avaló la idea del fiscal por ser de "sentido común". En esto, además, coincidieron con las primeras reacciones del Gobierno de Sánchez. 

La reacción de Vox ha sido diametralmente opuesta. "El mismo PP que critica el totalitarismo del Gobierno compra el discurso de la izquierda y se adhiere a las propuestas del Fiscal de delitos de odio (siendo la mera existencia de este cargo ya de por sí, sintomática)", señaló Millán. 

La formación de extrema derecha usó sus habituales hipérboles para destacar que "el PSOE utiliza cualquier excusa para restringir la libertad de expresión" y "la dictadura de Sánchez avanza al mismo ritmo que la estafa del PP. "Y el PP dijo ayer que prohibir el acceso a redes y eliminar el anonimato es lo mismo que hace Maduro y hoy apoya semejante aberración", añadieron en Vox. 

No todo el PP parece haber recibido la propuesta del fiscal con el mismo entusiasmo. Algunos dirigentes del PP de Madrid, como Alfonso Serrano, su secretario general y número dos de Isabel Díaz Ayuso, han usado el mismo discurso de Vox sobre una presunta censura en redes sociales con menciones a Nicolás Maduro y Venezuela. 

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