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Las Cloacas de InteriorVillarejo, Dolores Delgado y Baltasar Garzón: un triángulo que pone en jaque la 'causa Tándem'
La Fiscal General del Estado admitió en 2018 tres encuentros con Villarejo, pero la agenda de éste recoge al menos una cuarta coincidencia con Delgado y contradice la versión que ella ofreció. Delgado está estos días en el foco tras apartar de la 'causa Tándem' al fiscal Ignacio Stampa a raíz de la supuesta relación sentimental que éste mantuvo con una abogada de la acusación particular. Un movimiento que ha puesto en cuestión su imparcialidad, dado que ella es pareja de Baltasar Garzón, cuyo bufete ejerce la defensa de varios de los implicados en el 'caso Villarejo'.
Pilar L. González de Lara / Patricia López
-Actualizado a
La agenda del comisario José Manuel Villarejo que fue incautada en el registro tras su detención —y cuyos apuntes han sido incluidos en el sumario de forma parcial y selectiva y repartidos por distintas piezas— consigna al menos dos encuentros en 2017, año de su detención, entre la actual Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, y el policía encarcelado.
Es decir, dos coincidencias a pocos meses de su detención, el 3 de noviembre de 2017, y no una sola como dijo la entonces ministra de Justicia "tener recuerdo" hace ahora algo más de dos años. Lo afirmó en septiembre de 2018, mes en el que se cumplía casi un año de prisión para el comisario y en el que se filtró un audio de un almuerzo celebrado en 2009 en el que se oía a la hoy Fiscal General compartir, como una más, bromas de pésimo gusto y confidencias junto a su novio, Baltasar Garzón, y Villarejo.
La documentación sumarial, más las propias declaraciones públicas del exjuez y ahora abogado, apuntan, además, a una relación estrecha y sostenida en el tiempo entre Baltasar Garzón y el comisario que se extendió hasta al menos el 3 de octubre de 2017, 30 días antes de su detención. En la actualidad, el bufete de Garzón coordina la defensa letrada de destacados mandos policiales con un papel protagonista en la macrocausa Tándem o Caso Villarejo.
Dolores Delgado está en el centro de la actualidad por partida doble. De un lado, por el papel que ha podido desempeñar su Fiscalía en la filtración a la prensa este martes de una investigación de Anticorrupción iniciada en 2019 (DI 12/2019) —y de la que hasta ayer nada se sabía— sobre el uso de medios de pago por miembros de la familia del rey. La publicación de esta filtración ha motivado un confuso comunicado de prensa de su departamento en el que solo han quedado claras dos cosas: que traspasa dicha investigación a la fiscalía del Tribunal Supremo y que el medio agraciado con la filtración la publicó cinco días después de que la Fiscal General ordenase el pasado 29 de octubre el inicio de una inspección a Anticorrupción "sobre las condiciones de custodia y acceso a sus expedientes". El otro motivo por el que Delgado está en el foco es por haber apartado recientemente de la macrocausa Tándem a uno de los dos fiscales anticorrupción del caso, Ignacio Stampa, que fue quien inició la investigación, junto a su colega el fiscal Miguel Serrano, en abril de 2017, que culminó con la detención de Villarejo el siguiente 3 de noviembre y con la subsiguiente apertura judicial en el Juzgado Central nº 6 de la Audiencia Nacional.
Para el sustituto de Stampa no será fácil, por no decir que será casi imposible, ponerse rápidamente al día en un caso que ya acumula 28 investigaciones independientes (o piezas separadas, en la jerga judicial), y miles de folios y horas de audios y de declaraciones de perjudicados, investigados y testigos. De toda la documentación se desprende un abanico de tropelías (extorsiones de varias modalidades, generación de problemas para ofrecerse seguidamente a resolverlos, evasión y blanqueo, estafas, destrucción de competidores, servicios de alzamiento de bienes, interferencia en el mercado bursátil, etc.), ejecutadas por una organización transversal y multidisciplinar, en la que Villarejo es solo una pieza más de un engranaje con varios eslabones que actúan de forma engrasada: el eslabón policial, el judicial y de la abogacía, el empresarial y el mediático.
La pareja Delgado-Garzón y sus vínculos con Villarejo
Distintas fuentes consultadas por Público consideran que, con esta decisión, la Fiscal General perjudica gravemente el esclarecimiento de los hechos investigados y por investigar, echando por tierra los recursos públicos invertidos hasta la fecha. Reputados juristas que prefieren mantenerse en el anonimato califican incluso la decisión de "escandalosa", en tanto en cuanto consideran que Delgado debería haberse abstenido de decidir acerca de Stampa, dado que tanto ella como su pareja, Baltasar Garzón ("Balta" o "BG" para Villarejo), están afectados personalmente por la causa y, al menos, en el caso de su novio, por partida triple:
1) Mantiene una relación personal y de antiguo con Villarejo y sus cómplices más directos, como el comisario Enrique García Castaño.
2) Hay indicios que apuntan a una colaboración del abogado en proyectos del comisario y de Adrián de la Joya, de acuerdo con los apuntes de su agenda y con la tipología de los asuntos que trataba de contratar o contrataba Villarejo.
3) A través de su bufete ILOCAD Baltasar Garzón Abogados, con seis abogados en plantilla, Garzón ejerce la defensa letrada de varios investigados muy relevantes en la causa: nada menos que del comisario exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) Enrique García Castaño, íntimo amigo del exjuez; del exjefe del puesto fronterizo y exaltocargo de la Comisaría General de Extranjería Carlos Salamanca; y también del exmando de ambos, el exDirector Adjunto Operativo (DAO) Eugenio Pino .
También ha generado asombro en el mundo de la judicatura la forma en la que se ha triangulado y argumentado la decisión de apartar al Fiscal Ignacio Stampa: una votación no vinculante del Consejo Fiscal que no otorgó un solo voto de confianza a Stampa basándose en el ruido y la mala imagen que para la Fiscalía suponía, según argumentaron, la campaña de descrédito contra el fiscal, ejecutada con precisión por el ejército mediático del comisario. Con el subordinado directo de la Fiscal General a la cabeza (declaró en la web de Inda que "sentía asco" aunque posteriormente se disculpó), hubo una cascada de acusaciones a Stampa (sin pruebas y con informes oficiales que no lo consideran probado) de haber mantenido una relación impropia con una letrada de Unidas Podemos personada en la causa Tándem (en el lado de la acusación, al igual que el fiscal). Hasta el momento no hay constancia de malestar entre los fiscales por la relación de pareja que mantiene la máxima responsable de los fiscales con Baltasar Garzón, que trabaja en la defensa de algunos de los implicados en Tándem.
Ya en 2017 Villarejo hablaba a sus clientes del ascendiente de Garzón sobre Delgado
La relación sentimental de la hoy Fiscal General era voxpopuli mucho antes de ser "oficializada" este octubre por ella misma. Tanto es así que Villarejo y sus cómplices vendían dicho noviazgo a sus clientes sin pudor como un elemento de valor a la hora de convencerles de una supuesta contratación de los servicios de Baltasar Garzón, contrataciones que éste ha negado. En su promoción de Garzón, el comisario y sus socios destacaban su relación como prueba de su ascendiente sobre Dolores Delgado, a la sazón fiscal en la Audiencia Nacional, y en un puesto, según Villarejo, de sumo interés para los intereses de los clientes.
Baste el ejemplo de una conversación que Villarejo y De la Joya mantienen el 17 de julio de 2017 con Álvaro Pérez Maura, hermano de Ángel Pérez Maura, sobre el que pesa una doble amenaza: por un lado, una petición de extradición desde Guatemala —impulsada por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG)— por supuestamente pagar un soborno y, por otro, el riesgo de una apertura de la causa en la Audiencia Nacional por la existencia de unos correos electrónicos.
–Álvaro Perez Maura: En Colombia y entonces en las reuniones de aquí, el "Mago" le ve [aquí se refiere a Baltasar Garzón], está con él [se refiere a Iván Velasquez, director de la CICIG], le acompaña aaa la Audiencia...
–Villarejo: Sí, le acom..., le ayuda, le AYUDA a las relaciones, lo que él quería, él quería tener una reunión en vez de a puerta fría, una reunión más razonable con lo que es la Fiscalía de la Audiencia...
–De la Joya: Bueno, no es solamente eso, es que la Lola es la que se mete en la reunión, la Lola es la novia del Balta.
–Villarejo: Bueno, es una amiga joder, no entres en...
–Álvaro Pérez Maura: La Lola es la que está en...
–De la Joya: En la Audiencia Nacional, es la fiscal jefe de extradiciones y yihadismo, que comimos con ella el...
–Villarejo: Lola DELGADO, María Dolores DELGADO, que es la responsable...
Durante la misma conversación, Villarejo y De la Joya insistían a sus clientes en la capacidad y ascendiente con el que se contaba en la Audiencia Nacional y en lo "tronca" (amiga) que era "Lola" de él y, sobre todo, de Baltasar Garzón (alias "Balta"):
-Villarejo: Entonces es, la reunión se mantiene con el fiscal jefe y con la responsable de todo lo que es el tema de extradiciones [Dolores Delgado, según Villarejo] y con lo que es el tema, fundamentalmente de yihadismo, terrorismo etc, etc..., que es esta María Dolores ¿no?, Lola ¿no?, que es muy amiga y muy muy, además yo la conozco también, muy tronca, muy amiga mía, pero vamos, muy amiga de Balta...
Lo explícito de los audios de Villarejo obligó a la Fiscalía a emitir un comunicado exonerando a Delgado
Tan explícito fue Villarejo en sus conversaciones con los hermanos Pérez Maura, protagonistas de la pieza PIT, que la Fiscalía General del Estado se vio obligada a emitir un comunicado en el que afirmaba que Delgado no participó en la tramitación de la solicitud de extradición contra Ángel Pérez Maura. Asuntos Internos descartó transacciones económicas entre Garzón y Villarejo por este asunto u otros, si bien tampoco se detalla qué tipo de diligencias se practicaron para determinar que Garzón no tuvo relación mercantil. En cualquier caso, la no interacción dineraria con Villarejo no sería un elemento concluyente: en la misma pieza PIT, por ejemplo, los cobros y pagos se distribuían entre varios participantes (Villarejo, De la Joya, Enrique Maestre y los hermanos Pérez Maura) y en Nueva York —referido a otro asunto en el que no se nombra a Garzón— Villalonga es el que se ofrece a actuar de cajero por su condición opaca de residente en Mónaco.
La agenda de Villarejo refleja un cuarto encuentro
Ante la filtración en septiembre de 2018 y por el entorno de Villarejo de una grabación que aún no ha sido localizada en la fonoteca incautada al comisario, la entonces ministra de Justicia negó cualquier tipo de relación con el comisario encarcelado en una serie de comunicados sucesivos y contradictorios. En uno de ellos se podía leer en su punto 4: "Tal y como manifestó ayer la propia ministra, Dolores Delgado no ha tenido ningún tipo de relación personal, profesional, oficial o no oficial con José Villarejo más allá de haber coincidido con él en compañía de otras personas en algún evento". En una información que recoge la Cadena Ser el 24 de septiembre de 2018 citando fuentes del ministerio de Justicia, se afirma que Delgado solo "tenía recuerdo" de haber mantenido a lo largo de su vida y por cualquier motivo tres únicos encuentros con Villarejo que viene a definir como no intencionados y/o circunstanciales.
Uno primero que no ubica en el tiempo, en el que su pareja (entonces no oficializada) Baltasar Garzón le presenta a Villarejo durante unas jornadas jurídicas que tampoco identificó [Villarejo comenta en audios ser socio de un foro jurídico llamado Justicia y Opinión "desde hace muchos años", que organiza eventos en el Ateneo de Madrid y donde interacciona, según él, con fiscales de postín].
El segundo, el 23 de octubre 2009 (objeto del audio filtrado), en el restaurante Rianxo de Madrid, junto a también Baltasar Garzón y un grupo de mandos policiales del círculo estrecho del comisario. Se trataba de un almuerzo-homenaje a Villarejo con motivo de la medalla que se le concedió a propuesta de su jefe, también presente y ya fallecido, el DAO Miguel Ángel Fernández Chico. Acerca del motivo de su asistencia, Delgado afirmó que nunca estuvo en la lista de invitados y que acudió en condición de acompañante de Garzón y a petición de éste. No obstante, podía escucharse nítidamente a Delgado compartir, como una más, bromas y comentarios de mal gusto sobre colegas, así como celebrar sin timidez los métodos parapoliciales de Villarejo. No se trataba, además, de una coincidencia en un "evento", sino de una celebración íntima, a la que estaban convocados los amigos de confianza, con los que el comisario interaccionaba con sus empresas hoy bajo investigación.
El tercer encuentro, también en un restaurante, tiene lugar el 4 de julio de 2017, es decir, a tan solo cinco meses de la detención del comisario y de uno de los comensales, Carlos Salamanca. Para este último encuentro reconocido, el más polémico por su proximidad a la detención de Villarejo, Delgado argumentó, según publicó la Cadena Ser citando fuentes de su departamento, que se trató de algo fortuito y circunstancial, alegando que llegó "a los postres" y que obedeció al único propósito de "coordinar con José Luis Olivera, responsable entonces del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), algunas acciones de la lucha contra el yihadismo radical", asunto que ocupaba entonces su tiempo como fiscal en la Audiencia Nacional.
Para entonces Villarejo ya estaba investigado en dos causas muy mediáticas que la entonces fiscal de la Audiencia Nacional no podía desconocer: el caso Elisa Pinto y el de la grabación ilegal al CNI dentro del caso del Pequeño Nicolás. La agenda de Villarejo desmiente la casualidad que alega Delgado, puesto que en ella constan dos entradas en las que dicho almuerzo se planifica: una del 29 de junio de 2017 en la que figura Baltasar Garzón como asistente pero ella no, y otra del día anterior donde sí está programada su asistencia.
Con respecto del importante asunto de "yihadismo radical" que condujo a Delgado a dicho encuentro, no se dieron explicaciones acerca del extraño lugar elegido y sobre el hecho de que, como apunta la agenda de Villarejo para tal día, al almuerzo asistieron, además de Villarejo, Olivera y Salamanca, personas civiles, ajenas por tanto a asuntos confidenciales de seguridad nacional, como, por ejemplo, su novio, que ejerce la abogacía privada, y Pedro Olivera, el hermano de José Luis Olivera, que trataba de iniciar un negocio con Villarejo, según otros apuntes de su agenda.
Además, un pantallazo de un apunte de la agenda de Villarejo en la pieza PIT —cuyo secreto se levantó en mayo de 2019— desmiente su versión. En una anotación fechada el 4 de julio, día del almuerzo, Villarejo recoge lo que destaca de lo escuchado a "BG" y "Lola". Apunta que en el almuerzo efectivamente se habló de "terrorismo", pero no en los términos que alegó Delgado, sino en relación al aprovechamiento que "Balta" y ella podían sacar de una periodista, sobre la cual se expresaron en términos chabacanos. En este punto conviene, no obstante, extremar la prudencia, ya que así como en general no se detectan invenciones con respecto de fechas, llamadas, reuniones y asistentes en los apuntes de la agenda de Villarejo que figuran desperdigados por el sumario, sí que se aprecian algunas exageraciones o inexactitudes con respecto de lo que dijeron o no dijeron las personas con las que apunta que tuvo contactos.
Por otro lado, la agenda de Villarejo tampoco coincide con la versión de la entonces ministra en cuanto al número de encuentros. El comisario tiene agendada una reunión más, y también a pocos meses de su detención, el 24 de mayo de 2017, a la que, según sus notas, asistirían Delgado, Carlos Salamanca, Baltasar Garzón y "Andreu", en referencia probable al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu.
Del estudio del contenido sumarial de las diferentes piezas cuyo secreto ya está levantado no se puede concluir que no haya más anotaciones con respecto de "eventos" (así los definió Delgado) agendados o supuestamente celebrados con la hoy Fiscal General del Estado. Los dos mencionados para 2017 pueden no ser los únicos apuntados para ese año o en años anteriores, porque como se indicaba al principio de este artículo, la agenda del comisario no ésta aún incorporada en su totalidad al sumario. Las agendas incautadas en el registro a Villarejo se encuentran etiquetadas por el juzgado como indicios BE33, BE45 y BE54. Las siglas BE indican que la documentación fue localizada en el domicilio habitual de Villarejo, el llamado chalé de Montecillo, enclavado en un encinar de ensueño y frente a los principescos jardines del Palacio del Infante Don Luis en Boadilla del Monte.
La relación de Garzón con los investigados está acreditada
Además de su condición de socio director y fundador del bufete ILOCAD, a cargo de la defensa de varios mandos policiales protagonistas del caso, existen múltiples indicios que evidencian una relación de amistad, confianza y colaboración incluso profesional entre Baltasar Garzón y varios de los investigados. Garzón dibuja a Villarejo como un buen policía en uno de los capítulos de un amable y novelado podcast de Prisa radio emitido el 20 de octubre de 2016; en él afirma que, en todo caso, el comisario cumple órdenes, algo que el exjuez ratificó en el programa Salvados, donde Villarejo aireó sus invenciones y del que salió encantado, según puede deducirse de los archivos informáticos que grabó durante su concepción (bajo una carpeta titulada "cauces") y de su colección de crónicas publicadas tras su emisión.
La agenda de Villarejo indica una relación fluida y de confianza con Garzón hasta al menos el 3 de octubre de 2017, tan solo 30 días antes de la detención del comisario .
El apoyo y preocupación de Garzón por el cerco a García Castaño y a Villarejo y el destape de sus actividades es palpable en los meses anteriores a su detención, y se evidencia en la frecuencia de contactos (llamadas y reuniones, ya sea en solitario o en compañía de su novia) y en la llamada que efectúa a Villarejo el 6 de febrero de 2017 tras el cese de García Castaño y la publicación ese mismo día por Público de parte del inmenso e impactante patrimonio de Villarejo. En dicha conversación, grabada por Villarejo e incorporada a la pieza PIT, Garzón informa a Villarejo de que se ha puesto en contacto con su abogado de cabecera, Ernesto Díaz Bastién, para informarse "objetivamente" sobre sus temas, y le conmina a quedar esa misma tarde en su despacho para hablar tranquilos y en privado. Del tono en el que se expresa Garzón es difícil colegir si la preocupación del exjuez reside en el futuro de García Castaño, en el de Villarejo, en el de ambos o si se preocupa también por sí mismo.
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