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Villarejo ayudó al narco Clemente Marcet en una estafa mientras Francia le buscaba

Utilizaba el sobrenombre de José María Stuart Collins y hacía gala de su relación con la familia real de Arabia Saudí, para engatusar a grandes empresarios con problemas financieros como Gonzalo Banús, nieto del fundador de inmobiliaria Juban. Pero en realidad estaba condenado por la justicia francesa que le buscaba para cumplir prisión por narcotráfico y blanqueo. Su refugio fue la protección del comisario José Villarejo hasta su jubilación y la sede de este en Torre Picasso. 

La pista de José María Clemente Marcet se pierde en Arabia Saudí, tras su último negocio con el comisario Villarejo.

Bajo el seudónimo de José María Stuart Collins, el narco catalán José María Clemente Marcet se escondía en 2014 al calor de su amigo y 'socio', el comisario José Manuel Villarejo. Estaba buscado por Francia para cumplir la sentencia por narcotráfico y blanqueo de capitales dictada tras la incautación de un alijo de 2.000 kilos de cocaína en 1999, en la que también fue condenado el príncipe saudí Naef Bin Fawaz al Shaalan. Pero la protección estaba asegurada con un compañero de viaje adjunto a la cúpula de la Policía que dirigía Ignacio Cosidó, bajo las órdenes del ministro Jorge Fernández Díaz. 

Sin embargo su relación no tenía nada que ver con "la seguridad del Estado", como demuestra la documentación a la que ha tenido acceso Público. Además de los viajes a Arabia Saudí que desvelamos ayer, ese año en la base de operaciones del grupo CENYT -empresa medular del entramado de blanqueo de capitales propiedad del comisario y que investiga la Audiencia Nacional en la Operación Tándem- intentaron estafar al directivo de banca Julio Morín, que a su vez les serviría para captar empresarios que estaban pasando un situación delicada como era el caso de Gonzalo Banús, de la inmobiliaria Juban y sobrino del creador de Puerto Banús. 

A la par que Clemente Marcet-Stuart Collins iba captando clientes para el grupo CENYT, diferentes juzgados de Valencia y Barcelona emitían órdenes de búsqueda y captura contra él. Pero la policía española no consigue encontrarlo. 

Último billete de avión a Arabia Saudí entregado por Clemente Marcet en uno de los juzgado españoles donde está procesado por estafa, para justificar su ausencia a una declaración.

Último billete de avión a Arabia Saudí entregado por Clemente Marcet en uno de los juzgado españoles donde está procesado por estafa, para justificar su ausencia a una declaración.

Stuart Collins y el cebo de la familia con el príncipe saudí

Julio Morín tenía en 2013 su residencia en Suiza. Era director del banco Degroof que fue absorbido ese mismo año por Banque Landolt y, aunque continúo con su cargo, una nueva oferta llamaba a su puerta de la mano de un "conocido suyo de Barcelona", según consta en la documentación judicial a la que ha tenido acceso Público. Se llamaba "José María Stuart Collins, poseedor de una dilatada cartera de contactos, amistades e influencias y tenedor de un importante patrimonio", y le ofrecía fundar la sociedad Belmont Prime S.L, que se dedicaría a la asesoría y consultoría financiera y de inversión inmobiliaria. 

Morín no duda en buscar clientes entre sus amigos y le presenta a Gonzalo Banús, administrador único de Logesban y que no pasaba por un buen momento económico, ya que en 2011 la familia había tenido que refinanciar 400 millones de la inmobiliaria Juban (creada por su abuelo Juan Banús Masdeu, que diseñó en Madrid los barrios de La Concepción, Simancas o la lujosa Mirasierra). 

Stuart en realidad era el catalán José María Clemente Marcet que intenta convencer a Banús de "agrupar los activos de Logesban y los suyos propios, los del sr. Stuart, con el fin de crear una gran corporación cuyo patrimonio garantice la financiación" que necesitan y que estaba asegurada, según les hace creer tanto al empresario, como a su abogado y al ex director de banca. 

El narco y blanqueador José María Clemente Marcet junto al asesor fiscal de la 'jetset', Joaquín Arespacochaga, y miembros de la familia real saudí en uno de los viajes que hicieron con el comisario Villarejo.

El narco y blanqueador José María Clemente Marcet junto al asesor fiscal de la 'jetset', Joaquín Arespacochaga, y miembros de la familia real saudí en uno de los viajes que hicieron con el comisario Villarejo.

La financiación vendría, según les aseguraba Clemente Marcet, "de un miembro de la Familia Real Saudí con el que dicho Sr. Stuart tenía un trato tan íntimo y fraternal que se llamaba hermanos entre sí". Pero "el tiempo va pasando y el sr. Stuart no acaba de concretar nada relativo a la financiación. Habla siempre de un viaje a Arabia Saudí, invitado por el príncipe árabe y al que habría de acompañarle el sr. Banús para conocer en persona a la realeza saudí y concretar los términos". 

Pero en esas conversaciones lo que Marcet consigue es ir haciendo un listado de activos propiedad de Gonzalo Banús, con la excusa de que se aportarían a la nueva sociedad. El negocio estaba en que esos activos "se presentaría al inversor saudí financiador como proyectos de inversión sumamente atractivos por su solidez y rentabilidad" como, por ejemplo, "la adquisición de El Palacio de Hielo en Madrid, la compra del Hotel Sheraton [propiedad entonces de la familia Banús] o el Colegio San Patricio [propiedad de unos amigos de dicho empresario]". 

El narco decía ser socio de CENYT, propiedad de Villarejo 

Para llevar a cabo la operación surgió la idea de una consultoría que acreditara que todo el proceso de paso de activos a la nueva Corporación Logesban estaba bien hecho y Stuart no dudo en recomendar al grupo CENYT (Centro Exclusivo de Negocios y Transacciones), "aduciendo que él era uno de los dueños (socio principal) y que, como es natural, se le dispensaría un trato preferente y extremadamente generoso". 

Aunque probaron con más consultoras, la empresa del comisario José Manuel Villarejo dio evidentemente el mejor precio. El 2 de diciembre de 2014, el fugado Clemente Marcet citó al empresario y al ex director de banca en la planta 9 de Torre Picasso para firmar el contrato. Fueron recibidos por el socio del comisario, Rafael Redondo, también imputado en la Operación Tándem, quien no dudó en seguir al juego al narco con el sobrenombre y llamarlo José María Stuart Collins. 

El primero por la izquierda es el catalán José María Clemente Marcet, condenado por narcotráfico y buscado por estafa; el cuarto, el comisario José Manuel Villarejo; le siguen los príncipes saudíes, Naef y Nawaf Bin Fawaz Al Chaalan; y a su lado, el aseso

El primero por la izquierda es el catalán José María Clemente Marcet, condenado por narcotráfico y buscado por estafa; el cuarto, el comisario José Manuel Villarejo; le siguen los príncipes saudíes, Naef y Saud Bin Fawaz Al Chaalan; y a su lado, el asesor fiscal vinculado a los papeles de Panamá, Joaquín Arespacochaga.

Durante la reunión, Redondo le pide a Banús "que otorgue escritura de hipoteca unilateral en garantía del pago de los honorarios futuros" y a pesar de las reticencias este accede, con la promesa de que conocerá al financiador saudí. Sin embargo, este encuentro nunca llega. A mediados de diciembre Clemente Marcet se va de viaje a Arabia Saudí "para cerrar la operación", pero dice a Banús y a Morín que "no pueden acudir pues el príncipe saudí le ha pedido que vaya sólo; les advierte, no obstante, que estén preparados pues en cualquier momento les llegará la invitación oficial y deberían personarse".

En ese tiempo, Morín y Banús empiezan a mosquearse porque "CENYT no realiza ni una sola gestión relativa a los bienes, activos y derechos que supuestamente pertenecían al señor Stuart" para incluirlos en la nueva Corporación Logesban. Stuart no vuelve de Arabia Saudí, o eso les dice, y el año 2015 sigue su curso. 

El junio de 2015, Banús cita a Rafael Redondo en el Hotel Sheraton de Mirasierra para decirle que había averiguado que José María Stuart Collins era en realidad José María Clemente Marcet, con numerosos procesos judiciales abiertos, y que no era socio del grupo CENYT. El socio del comisario Villarejo le reconoce que es cierto, "que había tenido tratos anteriores con él pero que ni es ni había sido nunca socio de CENYT". 

Con la estafa al descubierto y el narco desaparecido, el socio del comisario accede a cancelar la hipoteca unilateral por la que podrían haberse quedado con parte de sus activos. Sin embargo, el estafador se demuestra insaciable. En la actualidad, Villarejo y Rafael Redondo le reclaman en los tribunales a Gonzalo Banús más de 20.000 euros por los servicios prestados, pero siguen sin colaborar con la justicia española que busca a su "socio" Clemente Marcet para dar explicaciones sobre otras estafas a numerosos empresarios. 

CONTINUARÁ...

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