El presidente de la Junta de Extremadura en funciones, Guillermo Fernández Vara, ha confirmado este miércoles que se presentará a la investidura a la Presidencia del Ejecutivo regional, y ha pedido la abstención del resto de formaciones y que "dejen que gobierne la lista más votada".

El pasado 28M, PP y PSOE empataron con 28 escaños, lo que se traduce en que los pactos serían determinantes para decidir si el Gobierno de la comunidad autónoma tornaría hacia la derecha o a la izquierda. Todo parecía indicar que PP y Vox formarían un Ejecutivo en común, pero la falta de acuerdo entre el partido de Feijóo y la extrema derecha ha vuelto a entregar al PSOE la Presidencia de la Asamblea autonómica.

En una rueda de prensa celebrada este miércoles, Fernández Vara ha apuntado que este martes "volaron los puentes" entre los partidos de derecha en la constitución de la Asamblea de Extremadura. PP y Vox "han fracasado en sus intentos de acuerdo", por lo que, según el socialista, ahora deben permitir "que gobierne la lista más votada".

"Dejen que Extremadura pueda tener un Gobierno, dejen que pueda gobernar quien ganó las elecciones", ha reclamado Fernández Vara, para quien el PSOE es "la única opción de gobierno en estos momentos" por ser "la lista más votada" en las elecciones de mayo.

En su intervención, el líder socialista ha lamentado que Extremadura se esté usando como "laboratorio" por parte de las direcciones nacionales de PP y Vox, algo que le "produce una inmensa preocupación". "Dejen de jugar con Extremadura", ha añadido.

Una nueva vuelta electoral

Aunque el PSOE se muestra decidido, María Guardiola, candidata del PP, aseguró este martes a la Cadena Ser que irán "a elecciones si hay que ir", después de negarse en rotundo a conceder un hueco en el Gobierno extremeño a la ultraderecha. 

Tras los resultados de los pasados comicios, el PP ofreció a Vox la presidencia de la Asamblea, una secretaría y el senador por designación autonómica, pero ningún puesto en el Gobierno.

La formación de Santiago Abascal pidió la entrada en el Ejecutivo, ante lo que Guardiola ha respondido: "Yo no puedo dejar entrar en el Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quienes están deshumanizando a los inmigrantes y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI".

Las declaraciones de la candidata del PP llegan en un contexto en el que su formación ya ha pactado con la ultraderecha en gran parte del territorio español y en el que su líder nacional, Feijóo, justificó que en los textos de su partido no aparece la violencia machista porque "es una obviedad".

Aunque Vox culpa al Partido Popular de la falta de consenso, aún se mantiene abierto a una nueva negociación. Jorge Buxadé, vicepresidente político de Vox, afirmó que su partido mantendrá su "mano tendida para establecer las políticas de cambio radical que necesita Extremadura y un Gobierno responsable para ejecutarlas", pero sin "regalos ni chantajes". Tras su declaración, puso como ejemplo el caso del negacionista Gabriel Le Senne, en Illes Balears.