Luis Rubio es alcalde de Villahermosa del Río (Castellón) por el PP desde 1991, pero sus tareas en el municipio no se limitan a la dirección del consistorio. La polémica generada por su vacunación ha sacado a la luz sus múltiples ocupaciones. Hace unos días, tanto el PSOE como Compromís denunciaban que Rubio "se había colado" en los turnos de vacunación, cuando el equipo de Salud Pública pasó por la residencia de mayores del municipio. Tanto el diputado socialista Carlos Laguna, como la valencianista Belén Bachero, pidieron su dimisión por "vacunación irregular".

Rubio no ha negado los hechos, pero ha dado una explicación. Tal como informó a EFE, además de alcalde es el administrador de la residencia de ancianos San Antonio Abad y, como tal, se encontraba en la lista de trabajadores del centro que mandaron a Salud Pública y este organismo validó. Un detalle que el organismo autonómico no ha confirmado ni desmentido, por tratarse de datos personales de pacientes. Es más, Rubio asegura que frecuenta habitualmente el centro y en Pascua del año pasado incluso realizó tareas asistenciales ante el estallido de un brote y la baja por enfermedad de un tercio de la plantilla. Con este perfil entraría perfectamente en la descripción de "personal de primera línea" que prevén los protocolos.

Las explicaciones no han convencido a sus contrincantes políticos y Bachero, en un comunicado, ha destacado que "la responsabilidad política por ser una residencia municipal no supone el desempeño de labores con los residentes ni supone ser parte de la plantilla". Pero en el PP han decidido pasar a la contraofensiva y ayer anunciaron una querella por "difamación" contra Carlos Laguna.

Un alcalde muy ocupado y remunerado

Luis Rubio, además de ejercer de alcalde de Villahermosa del Río y administrador de la residencia de ancianos también figura como administrador único de Pellet de Villahermosa SL, empresa de capital público-privado dedicado a la explotación de recursos forestales, presidente y consejero de Eléctricas de Villahermosa SA, de distribución y comercialización de energía, y miembro de la comisión de control de la aseguradora Ruralcampo FP.

Para poder atender a tantas múltiples obligaciones Rubio se ha establecido una dedicación parcial al consistorio de 30 horas semanales, lo que le permite compaginarlo con la administración de las diferentes empresas. A pesar de ello, según informó el digital CastellónPlaza, su retribución como edil supone 31.500 euros anuales, lo que supone, tras dividirlo en 14 pagas, una mensualidad de 2.250 euros al mes. Y todo esto por dirigir un municipio de 426 habitantes. A razón de 73,94 euros para cada uno.

La subida salarial se aprobó en pleno municipal en esta legislatura, tras quedarse Rubio sin el complemento económico que le suponía su cargo como coordinador del Consorcio Provincial de Bomberos, cuando el PP perdió el control de la Diputació de Castelló.

Una empresa cuestionada

Precisamente cuando se encontraba al frente de los bomberos de la provincia –encargados en gran parte de la prevención de los incendios forestales-, Rubio impulsó la creación de Pellet de Villahermosa SL. La iniciativa estuvo en el punto de mira de la Fiscalía por diversas irregularidades, incluidas las ayudas provinciales de parte de la misma Diputación de la que Rubio formaba parte. Pero, además, la empresa creada es en un 99,5 % propiedad del ayuntamiento –quien invirtió 800.000 euros en ella- mientras que el otro 0,5 % se repartió entre el mismo alcalde y otros concejales, en una mesa de contratación formada por los mismos cargos públicos que después accedían a ser propietarios privados.

Estas polémicas no parecen pasar factura a Rubio, quien en 2019 revalidó sus excelentes resultados, logrando todos los siete concejales de Villahermosa, con el 90% de los votos, superando incluso el 88% logrado en 2015, cuando ya el PP ya se hizo con todo el pleno al completo.