Juan Carlos de BorbónUP explorará "todas las vías legales y parlamentarias" ante las "serias sospechas de corrupción" sobre la Casa Real

Unidas Podemos se ha comprometido este lunes a "explorar todas las vías judiciales" y "parlamentarias" para esclarecer las "sospechas tan serias de corrupción sobre la Casa Real".

Después de que la Fiscalía del Tribunal Supremo haya asumido la investigación al rey emérito, Juan Carlos de Borbón, para aclarar su implicación en el cobro de 80 millones de euros como supuesta comisión por la adjudicación del AVE a La Meca a empresas españolas, el portavoz del grupo parlamentario confederal en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, ha considerado "gravísimo para la democracia" que existan estas sospechas.

Salvo que el PSOE modifique sus posiciones, cualquier iniciativa parlamentaria que requiera del visto bueno de la Mesa acabará en vía muerta

En declaraciones a Público, Echenique ha afirmado que esta cuestión "afecta de lleno al ordenamiento institucional y constitucional de nuestro país", más allá de las posibles consecuencias penales que pueda investigar la Fiscalía. "No es soportable en un país moderno como España que la Corona pueda ser una pantalla para enriquecerse y delinquir", apostillaba.

Y, si bien desde la formación morada no han aportado muchos más detalles, previsiblemente el paso adelante de la Fiscalía del Supremo conllevará la presentación de solicititudes de creación de comisiones de investigación parlamentarias, como las que ya se han presentado -y tumbado- en el pasado. 

En marzo, la Mesa del Congreso, con los votos de PSOE, PP y Vox, y con los  dos únicos apoyos de Unidas Podemos, rechazó la petición de ocho formaciones políticas para crear una comisión de investigación sobre las finanzas de los miembros de la Familia Real. 

El PSOE, en particular, se escudó en un informe de los letrados de la cámara que hacía hincapié en la inviolabilidad del rey, consagrada en la Constitución. De hecho, salvo que el Partido Socialista modifique sus posiciones, se da por hecho que cualquier iniciativa parlamentaria que requiera del visto bueno de la Mesa acabará en vía muerta.