Este artículo se publicó hace 3 años.
Unidas Podemos ve en el nuevo Gobierno una oportunidad para limar asperezas y desbloquear leyes enquistadas
La nueva ministra de Transportes, Raquel Sánchez, hace un guiño que apunta al posible desbloqueo de la ley de Vivienda. En Unidas Podemos valoran de forma positiva la mayoría de los cambios, especialmente que Félix Bolaños vaya a dirigir la coordinación d
Madrid-Actualizado a
Ya no queda nada del Gobierno de coalición que echó a andar en enero de 2020 contra todo pronóstico y tras una repetición electoral forzada por la falta de acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos. La última remodelación ha afectado de forma exclusiva a los ministerios socialistas y las carteras dirigidas por los miembros de Unidas Podemos se han quedado, esta vez, fuera de la crisis en el Ejecutivo.
Sin embargo, el espacio confederal ya vivió su propia transformación hace apenas cuatro meses con la salida de Pablo Iglesias, una transformación profunda que afectó a sus dinámicas en el Gobierno, pero también a Podemos como formación política. Del histórico tándem Sánchez-Iglesias que acaparó las críticas de la oposición de las derechas durante casi un año y medio, solo queda un Sánchez que, además, ha prescindido de dos de sus pilares fundamentales en los últimos años de su carrera política: Iván Redondo y Carmen Calvo.
Sin Iglesias y con un Sánchez huérfano de 'gurú' de las estrategias, las claves de los cambios (a falta de que se ponga en marcha la acción política de los nuevos ministros) reside en lo que generan en el seno de la coalición; y, teniendo en cuenta que se trata de una remodelación eminentemente socialista, cobran especial relevancia las expectativas que la crisis de Gobierno ha generado en Unidas Podemos.
Estas expectativas se podrían resumir en muchas esperanzas y alguna incertidumbre, y todas tienen nombre propio. En Unidas Podemos valoran de forma positiva todos los cambios, que a su juicio contienen algunas claves que apuntan hacia el avance de la agenda social, el cumplimiento del acuerdo de coalición (mediante el desbloqueo de varias leyes enquistadas) y una segunda parte de la legislatura que puede ser histórica.
La salida de Carmen Calvo es un buen precedente: aunque no es la ministra que ha puesto más palos en las ruedas de Unidas Podemos en el Gobierno (un puesto reservado a Nadia Calviño), sí que es la que lo ha hecho más veces "a través del juego sucio", apuntan algunas voces del espacio confederal. Su batalla contra Irene Montero, la ministra de Igualdad (antigua cartera de Calvo, que ha seguido desarrollando su particular agenda en esta materia como secretaria de Igualdad del PSOE), hizo saltar chispas en el seno de la coalición.
Su sustituto al frente del ministerio encargado de coordinar la acción de Gobierno, Félix Bolaños, también ha sido acogido de forma positiva por los morados. Bolaños y la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, fueron los artífices de la estructura del Gobierno de coalición (Sánchez e Iglesias llevaron a cabo el reparto ministerial y de competencias, y ellos dos lo desarrollaron y lo definieron a todos los niveles), por lo que existe un precedente de colaboración importante entre ambos perfiles.
También hay una colaboración y una dinámica de trabajo engrasada entre el nuevo ministro de la Presidencia y la vicepresidenta segunda de Trabajo, Yolanda Díaz. Ambos trabajaron codo con codo e impulsaron iniciativas muy importantes durante los peores momentos de la pandemia del coronavirus, un proceso que los acercó mucho en el seno del Gobierno. Que Bolaños asuma la tarea de dirigir la coordinación del Gobierno es, por lo tanto, bien valorado por Unidas Podemos.
El "guiño" de la nueva ministra de Transportes
Genera una buena expectativa en Unidas Podemos el relevo de Ábalos en Transportes, no tanto por la salida del ministro (que mantenía una buena relación con la mayoría de los dirigentes morados, a los que llegó a apoyar en algunas negociaciones políticas en el seno del Consejo de Ministros), como por la llegada de Raquel Sánchez al Ministerio.
Este lunes, durante el acto de traspaso de carteras, la nueva titular de Transportes ha ofrecido un guiño que en el espacio confederal se ha interpretado como un "pequeño gesto" que anima a pensar en la posibilidad de un desbloqueo de la ley de Vivienda, una de las medidas enquistadas en el seno de la coalición.
"No hay derechos y no hay dignidad sin vivienda. Hablar de inclusión es hablar de vivienda y del derecho a disponer de ella a precios asequibles. Ese es el instrumento más poderoso del Estado del Bienestar y la fuente de la que emanan los derechos fundamentales", ha asegurado Raquel Sánchez, unas palabras bien recibidas por los morados, que, no obstante, advierten de que "la principal garantía para la ley no es que haya un ministro u otro, sino que es un compromiso del acuerdo de coalición".
Unidas Podemos valora de forma positiva que Félix Bolaños vaya a dirigir la coordinación del Gobierno de coalición
La incertidumbre, aunque pueda resultar paradójico, tiene que ver con la salida del que hasta ahora había sido el director del Gabinete de la Presidencia de Pedro Sánchez, Iván Redondo. Redondo, que pese a trabajar en la sombra ha copado buena parte de los debates políticos en bares e instituciones, tuvo una relación cordial con el ex secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, una relación que seguía conservando con el secretario de Comunicación de la formación morada, Juanma del Olmo, con el que mantenía, además, una colaboración constante para engrasar la acción de la coalición.
Pero más allá de su salida, lo que causa incertidumbre en el espacio confederal es su sustituto: Óscar López. Aunque lleva algún tiempo alejado de la primera línea política, centrado en su trabajo como presidente de Paradores, en Podemos no olvidan que fue uno de los socialistas beligerantes con la irrupción de Podemos en la política estatal, aunque confían en que Pedro Sánchez "tiene claro qué es lo que le conviene a la coalición, y lo que no".
Sin embargo, voces de la coalición aseguran que el equipo de la Vicepresidencia Segunda ya se ha puesto a trabajar con López, e insisten que el nuevo director del Gabinete de la Presidencia es un perfil con el que se puede negociar, por lo que se muestran convencidos de que se podrá llegar a acuerdos con él.
Una de las claves que marcarán la futura colaboración en el seno del Ejecutivo entre el PSOE y Unidas Podemos es el entendimiento entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Las últimas negociaciones entre ambos han sido fructíferas, y la vicepresidenta de Trabajo ha logrado desbloquear medidas como la ley trans o la bajada del IVA de la luz en sus conversaciones con el presidente. Que Sánchez haya puesto a Calviño como vicepresidenta primera, por delante de Díaz, no ha sido tomado como un agravio por el espacio confederal: "En las grandes historias hacen falta grandes villanas, si no, no serían grandes historias", bromean algunas voces que van en esta línea.
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