Este artículo se publicó hace 2 años.
La transformación de Ciudadanos hasta su ocaso: de Adolfo Suárez a Vox
Tres momentos clave en la historia de Cs explican para los expertos el espectáculo del partido liberal de los últimos días y su inmolación: Albert Rivera se creyó Adolfo Suárez, se vio en Moncloa tras la victoria de Inés Arrimadas en Catalunya y aceptó la foto de Colón. Si hay un responsable de que Vox gobierne en Castilla y León, ése es el ex líder de Ciudadanos.
María José Pintor
Actualizado a
"Albert Rivera se creyó Adolfo Suárez y son como la noche y el día". Ahí empezó el error de Ciudadanos y su líder a juicio de la que fuera presidenta del CDS en Castilla y León durante los años más difíciles del expresidente del Gobierno de la Transición. Charo Diego, quien también fue profesora titular de Derecho Penal de la Universidad de Salamanca hasta su reciente jubilación, fue uno de los pocos fieles que acompañaron a Suárez hasta el final.
Charo Diego, expresidenta CDS en CyL: "Adolfo Suárez jamás se hubiera hecho la foto de Colón"
Para Diego, primera mujer en presidir una Diputación en España por expreso deseo de Suárez a finales de los 80, comparar al que fuera líder de UCD y CDS con Rivera "fue engañar a la gente para sacar un rendimiento político". A su juicio, "son como el agua y el aceite, tanto política como intelectualmente". Por ello, aclara con contundencia que "Adolfo Suárez jamás se hubiera hecho la foto de Colón".
Es difícil entender cómo Rivera quería compararse con Suárez y hasta el propio Kennedy -a quienes la historia empieza a juzgar en su justa medida- y que el partido viva su ocaso con un buen ejemplo de en lo que se ha convertido ante las palabras de Arrimadas: "Sánchez está dando un autogolpe a la democracia española desde el Gobierno de España". Declaraciones muy similares a las que utiliza el PP más extremista y también Vox.
El segundo error
Rivera se vio en Moncloa ante un PP desquebrajado, rodeado de corrupción y debilitado ante la contundente victoria de Inés Arrimadas en las elecciones catalanas del 21 de diciembre de 2017. A partir de ese momento, los errores se suceden hasta llegar a la foto de Colón y negarse a ser vicepresidente de Pedro Sánchez, pese al pacto de acuerdo de gobernabilidad firmado por ambos partidos.
El diputado independiente de ERC Joan Capdevila recuerda con claridad la jornada en la que Inés Arrimadas gana las elecciones en Catalunya. Así, rememora cómo "Ciudadanos consigue capitalizar el voto constitucionalista en un territorio fragmentado y dividido". Para el independentista, "hay que analizar los datos de esa victoria -que no cuestiono- para entender todo lo que ha ocurrido". Desde su punto de vista, lo que consiguieron Arrimadas y Cs tuvo mucho que ver con la ayuda de muchos medios españoles y con el apoyo de esa clase empresarial liderada por Josep Oliú, presidente del Banco Sabadell, que acuñó la frase que, para Capdevila, sintetiza mejor todo aquello: "Hace falta un Podemos de derechas".
En este contexto, Arrimadas concentró el voto españolista y "lo sacó de mucha abstención", según el diputado de ERC, que define aquellos comicios autonómicos "como una campaña con visos de parecer dopada". El catalanismo político, a su juicio, y desde la República, "ha convivido con estos contraataques del nacionalismo español. Y tiene nombre: lerrouxismo". Y es que para los independentistas, los herederos de Alejandro Lerroux (republicano y presidente del gobierno en la II República española), "nos han ido enviado de vez en cuando estas perlas cuando ha convenido".
Capdevila: "Aquella victoria de Arrimadas fue un sarampión del Lerrouxismo"
Por eso, Capdevila asegura a Público que aquella victoria de Arrimadas en Catalunya engañó más a Ciudadanos que preocupó a los independentistas. "Sabíamos que era algo puntual, un sarampión del lerrouxismo más". Insiste el diputado en que "el resultado de aquellos comicios respondió más a una mayor participación del caladero de los abstencionistas, que se activan con la propaganda anti procés".
Tercer error: favores a la ultraderecha
Los expertos que analizan para Público cómo Ciudadanos ha llegado a esta situación de proceso de desintegración coinciden en que las duras palabras de Arrimadas esta semana en el Congreso, donde siguió la estela de Vox, y su apoyo a una moción de censura contra Pedro Sánchez, tan solo son el colofón de los favores de Ciudadanos a la ultraderecha. Giros políticos que algunos vinculan al trumpismo. Facilitar al PP -con el apoyo de votos de los de Abascal- Gobiernos autonómicos donde había ganado el PSOE (Castilla y León, Murcia o Madrid) marca la nueva deriva desde 2019. De hecho, Alfonso Fernández Mañueco, presidente gracias a Ciudadanos en Castilla y León pese a perder las elecciones, ha hecho posible en el 2022 un Ejecutivo autonómico cogobernado con Vox. Algo que hubiera sido imposible de no ser por Ciudadanos.
Joan Capdevila, en este contexto político, ha recordado recientemente en el Congreso a Miguel Ángel Gutiérrez -secretario general del Grupo Ciudadanos en el Parlamento- los versos de Machado: "Castilla miserable, ayer dominadora, envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora". Desde su escaño, respondía al de la formación naranja: "Qué largo se me está haciendo el epitafio de Ciudadanos".
Tres ofertas en la derecha
Y la desunión interna y los conflictos por las primarias, como recordaba la redactora responsable de las derechas, en Público, Amanda García, acaba con la batalla campal entre Arrimadas y Bal que "empezó hace dos semanas a cuenta de una discusión entre ambos por la ley del solo sí es sí. Bal, según él mismo defiende, convenció al partido para que votasen a favor de la norma. Fue una decisión colegiada entre el grupo parlamentario que ahora, tras la polémica por la rebaja de penas, Arrimadas cuestionó. ¿Qué ha provocado esto? Una guerra entre ambos que se disputa en el campo de lo ideológico: Bal critica la deriva conservadora de Arrimadas, mientras que ella le responde que "ser progresista es alejarse mucho de Irene Montero".
Por su parte, el politólogo y colaborador de Público Eduardo Bayón defiende que la fecha clave para explicar lo que ocurre en Cs es 2019, desde la moción de censura de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy. Para este especialista, "ese momento político marca mucho el ambiente electoral, competitivo como mostraban las encuestas, y Ciudadanos queda fuera de fuego".
Para Bayón, "ese cambio de escenario trastoca los planes de Cs y la perspectiva electoral y hay una estrategia de apostarlo todo por competir con el PP". Dicha apuesta por convertirse en el primer partido de la derecha, "llevada al extremo", desemboca en las elecciones generales de abril y noviembre. "Al principio, le funciona en abril, pero la aparición de Vox les acaba perjudicando, con tres ofertas en la derecha", afirma este especialista.
El paso a la ultraderecha en Castilla y León
Enrique del Olmo, cofundador del movimiento Más Democracia y miembro de la Fundación Espacio Público, entiende que Ciudadanos vive dos momentos que marcan el principio del fin. El primero es cuando se trunca el acuerdo firmado entre Pedro Sánchez y Albert Rivera por el giro del naranja, que impide al final formar parte del Ejecutivo con un Gobierno del PSOE, y "el pánico que les entra, después de esto, que lleva al pacto de Colón, y que les conduce al abismo". Pero, para Del Olmo, lo determinante es el segundo movimiento: "El proceso en las autonómicas y municipales de 2019. Ahí todavía el partido tenía posibilidades". Sin embargo, con los pactos y apoyo absoluto al PP, y de cobertura a las alianzas con Vox, Rivera y Ciudadanos se sentencian". Para este experto, "el partido hubiese sobrevivido de no ser por este error".
Enrique del Olmo: "El grave error fue dejar al PP gobernar en Castilla y León tras tres décadas de gobierno populares"
Permitir en Castilla y León que gobernara Alfonso Fernández Mañueco con Cs, en vez de con el PSOE, ya que había ganado las elecciones Luis Tudanca tras más de tres décadas de mandatos populares, es uno de los mayores errores de Ciudadanos, a juicio de Enrique del Olmo. Una decisión que finalmente provocó que el presidente de Castilla y León disolviera el Ejecutivo autonómico, convocara elecciones y aceptara formar un gobierno con la ultraderecha. El primer cogobierno con Vox en España.
"Rivera tenía que haber hecho caso al líder de Ciudadanos en Castilla y León, Francisco Igea, y dejarle gobernar con el PSOE", insiste del Olmo. A su juicio, ahí quedó patente el favor de los de Rivera a la ultraderecha, aunque no estuviera programado.
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