Los avales no son gratis, y los votos, aún menos. Susana Díaz entró este jueves en el garaje de Ferraz con gafas del sol y en su coche oficial. Nada estaba anunciado y nadie los sabía. Pero una cámara de Tele-5 pilló a la dirigente andaluza antes del encuentro no anunciado con Pedro Sánchez.

A continuación, una furgoneta de catering de comidas entró por el mismo camino (Rubalcaba siempre pedía el menú de los trabajadores de Ferraz, que incluía un yogur). Era blanco y en botella. Susana Díaz acudía a Ferraz en privado para ultimar la Ejecutiva de Pedro Sánchez y dar sus nombres y sus cuotas. Ferraz se vio obligado a confirmar la comida entre ambos. Ni en las previsiones de agenda de Pedro Sánchez, ni en las de Susana Díaz, estaba prevista esta reunión, ni fue anunciada. Pero todo apunta a que el futuro secretario general del PSOE tiene su dirección más que tutelada por Andalucía.

Según fuentes consultadas, Susana Díaz fue a dar sus 'sugerencias' de las personas con las que podía contar Pedro Sánchez en las direcciones del partido y de los grupos parlamentarios. Es decir, a poner sus nombres encima de la mesa.

La dirigente andaluza siempre ha actuado así, esperar hasta el final y luego imponer a su gente y su cuota. Ya lo hizo hasta con Rubalcaba en las listas a las europeas.

El balón, no obstante, está en el tejado de Pedro Sánchez, que aún no lo tiene todo cerrado. A nadie más que a él le perjudicaría una excesiva tutela de Susana Díaz en la nueva dirección del partido, y que volvieran los rumores de que sea un líder de transición.

Del encuentro, dentro de la política de opacidad que está imponiendo Pedro Sánchez y que es muy del estilo Susana Díaz, poco se sabe de su contenido. Ni de nombres, ni de acuerdos. Oficialmente, es una reunión más de las muchas que sigue manteniendo el futuro secretario general. Pero nadie lo interpreta así.

En teoría, el futuro líder de PSOE dijo que este viernes se conocerá el grueso de la Ejecutiva, aunque hay gran malestar entre los delegados al Congreso de que puedan leerlo por los medios de comunicación, y que ellos acudan de títeres al Congreso sólo para votar. 'Sería una falta de respeto', dijo un dirigente socialista. Por ello, lo mismo no se anunciará hasta el sábado.

Además, lo de que Pedro Sánchez pueda conseguir una Ejecutiva muy reducida cada vez parece más difícil, porque los territorios quieren su presencia y tener su peso interno. Además, la mayoría de las federaciones apoyaron al nuevo secretario general y quieren pasar factura.

Mientras tanto, a Pedro Sánchez parece que le está ocurriendo lo que comentó un día Alfonso Guerra en el patio del Congreso cuando llegó Zapatero al poder. 'Éste no sabe que esto no es nada fácil'. El que será líder del PSOE a las 18.00 horas del próximo sábado, lo empieza a comprobar.