Este artículo se publicó hace 6 años.
DefensaSubempleo en el Ejército: personal sin habilitación controla la carga de los aviones militares
El Estado Mayor reconoce que las alas 31 y 35, dos de las principales unidades logísticas de la aviación, han realizado 708 vuelos con auxiliares de carga como únicos tripulantes en los últimos cinco años cuando la normativa obliga a utilizar supervisores, de mayor rango y salario.
Zaragoza-
El Ejército del Aire realiza vuelos en aviones militares sin que las tripulaciones de las aeronaves incluyan personal suficientemente formado para responsabilizarse de la seguridad de la carga que transportan. Así consta en una respuesta del segundo jefe del Estado Mayor del Aire, el general Francisco Javier Fernández Sánchez, a una consulta realizada a través del portal de transparencia.
En ella, Fernández admite que las alas 31 y 35 del Ejército del Aire han realizado en los últimos cinco años un total de 708 operaciones, 648 la primera y 60 la segunda, “con personal Auxiliar de Supervisor de Carga de la escala de Tropa como únicos tripulantes con esa aptitud de vuelo”; es decir, sin ningún otro militar habilitado como supervisor, y de grado superior, como responsable del material que viaja a bordo de los aviones.
En esos cientos de vuelos, los soldados y cabos asumen unas tareas y una responsabilidad que el ejército les obliga a desarrollar, sin remunerarles por ello, cuando corresponden a los suboficiales habilitados como supervisores de carga, escala de la que forman parte los grados de sargento, subteniente y brigada, y a los que los segundos prestan apoyo o auxilio, como indica la denominación del puesto, en las tareas de supervisión de la mercancía que transportan de los aviones.
Supone un ahorro para el Ejército del Aire, aunque no se adecúa a la normativa que regula las medidas de seguridad en los vuelos en los que los aviones transportan mercancías.
"La espina dorsal del transporte aéreo militar"
Llama la atención la frecuencia con la que esa situación se está dando en las alas 31 y 35, con base en Zaragoza y Getafe, respectivamente, y que son dos de las principales unidades de logística del Ejército del Aire.
La 31 opera con Airbus A400M, capaces de transportar algo más de tres toneladas de carga (70.000 libras), y con Hércules C-130, con capacidad para casi 1.700 kilos (37.000 libras) y que desde 2016 están siendo sustituidos por los primeros dentro del proceso de renovación de la flota. El Ministerio de Defensa se refiere a esos aparatos como “la espina dorsal del transporte aéreo militar español”.
El Ala 35, por su parte, utiliza Airbus C-295, cuya presencia es habitual en las misiones internacionales en las que participan las fuerzas armadas españolas y que vuela con un peso máximo de 23,2 toneladas.
Distintas funciones, distinta responsabilidad
Y resulta también llamativo que el Ejército del Aire mantenga esas prácticas y destine a miembros de la tropa para tareas reservadas a suboficiales cuando ha defendido en los tribunales que ni su preparación ni los niveles de responsabilidad exigibles a unos y a otros sean equiparables.
Así lo sostuvo en una demanda tramitada por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), ante el que un cabo reclamó el cese de las sustituciones o la equiparación salarial cuando miembros de la tropa asumieran íntegramente la supervisión de la carga de los aviones militares.
“No toda desigualdad implica necesariamente discriminación” en el plano laboral, señaló el TSJA, que rechazó la equiparación ya que “sin negar” que algunas de las funciones que tienen asignadas unos y otros “son iguales” y que su formación es similar, “no cabe colegir (…) que todas las funciones de unos y otros puestos sean idénticas y, menos, que sea idéntica la responsabilidad”.
Así, concluyó que “la mayor preparación técnica y el mayor nivel de responsabilidad que se exige a los suboficiales” con respecto a la tropa “determina un mayor componente singular del complemento de destino” puesto que “son distintos los requisitos de ocupación de los mismos, así como el nivel de formación, y por ende de preparación técnica, así como ‘la mayor responsabilidad que tiene un suboficial con respecto a un cabo primero especialmente en los aspectos relacionados con la función de tripulante a bordo de una aeronave y, en general, en todo lo demás relacionado con la vida militar”.
La repatriación del misionero infectado por ébola
Defensa defendió en el tribunal que el personal de tropa “no reúne los requisitos necesarios para asumir dicha responsabilidad” asignada a los suboficiales, explicaron fuentes de la asociación militar Justicia y Honor.
“En la práctica realizan los mismos cometidos y se les exige el mismo nivel de responsabilidad pese a la menor preparación técnica reconocida por aquel tribunal”, señala, y eso “podría poner en peligro la seguridad en vuelo de personal y aeronave”, añaden.
Las mismas fuentes explicaron cómo, entre otras operaciones destacadas, la repatriación del misionero Manuel García Viejo, evacuado de Sierra Leona tras contagiarse de ébola en septiembre de 2014, se realizó en un avión del Ala 31 que carecía de supervisor y en el que los responsables del traslado fueron dos cabos, catalogados como auxiliares.
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