Sánchez toma las riendas para conseguir los apoyos de ERC y Junts antes de fijar fecha de investidura
La intención del PSOE es cerrar los pactos en el menor tiempo posible. El líder de los socialistas se implicará de forma personal desde esta semana. Las últimas exigencias de los partidos catalanes no modifican la hoja de ruta de Sánchez.
Madrid-
"Es el momento de la política". Es uno de los mensajes que trasladan desde las filas socialistas tras el fracaso de la investidura de Alberto Núñez Feijóo. Es el momento ahora de Pedro Sánchez. El líder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones será previsiblemente designado como candidato por Felipe VI la próxima semana.
A partir de ahí el objetivo es pisar el acelerador para formar Gobierno lo antes posible. Sánchez se "implicará personalmente" para conseguir los apoyos necesarios. No solo los de Junts y ERC, sino también los de EH Bildu, PNV, BNG o Sumar, sus socios en el Ejecutivo. Tampoco se descarta convencer a Coalición Canaria pese al apoyo de este grupo al líder del PP.
La implicación concreta del líder del PSOE todavía no está clara. Para ello, destacan en Moncloa y Ferraz, antes debe ser designado por el rey. Queda la incógnita de si será el propio Sánchez quien se reunirá con dirigentes de ERC o Junts para escenificar algún tipo de acuerdo o negociación. En 2019, esta labor, también con EH Bildu, recayó principalmente en Adriana Lastra, entonces vicesecretaria general del partido.
Sánchez sí se reunió en aquellos momentos con otras fuerzas como Unidas Podemos, PP o Cs, entre otras. Los interlocutores principales designados hasta el momento, que están teniendo contactos discretos y sin publicidad, son María Jesús Montero, Félix Bolaños y Santos Cerdán. Ahora se deberían dar más pasos para comenzar con las "reuniones formales".
No hay nada fijado por el momento respecto al calendario previsto, según insisten las fuentes consultadas en Moncloa y Ferraz. La intención es que todo el proceso sea "pronto". "Lo antes posible, bastante tiempo nos ha hecho perder Feijóo", añaden. Eso apunta a la segunda quincena del mes de octubre. Varias fuentes consultadas ven "ideal" la semana que comienza el día 16.
Pero, insisten en Ferraz, el calendario no es algo que depende exclusivamente de su voluntad. Las negociaciones, aunque están "encarriladas", según destacan en la dirección del PSOE, no están para nada cerradas. Y ya hay quien desliza que también existe la posibilidad de que el proceso se vaya al mes de noviembre. Algo que, si sucede, considerarían "mala señal" algunos dirigentes socialistas.
Es la presidenta del Congreso, Francina Armengol, la que fija la fecha del debate de investidura. Pero no tiene por qué hacerlo de forma inmediata tras la designación de Felipe VI. La idea es que sea pactada con el candidato, como ya sucedió con Feijóo, que pidió un mes entero. La intención inicial del PSOE es que no se fije una fecha hasta que los apoyos estén meridianamente claros. De esta manera, Sánchez se puede cubrir las espaldas hasta el final.
Amnistía y referéndum
El principal escollo sigue siendo la postura de Junts y ERC. Este jueves por la tarde, tanto las fuerzas independentistas como el PSOE exhibieron su distancia. Primero, con una resolución conjunta aprobada en el Parlament de Catalunya con referencias a un referéndum. Minutos después, PSC y PSOE lanzaron otro para "marcar perímetro" político y sus límites respecto a la consulta.
En todo caso, en las filas socialistas consideran que toda esta nueva exigencia pública de los partidos catalanes no es más que "liturgia" y "escenificación" de cara a los actos previos del aniversario del 1 de octubre. Es decir, que "no cambia nada". Las vías de diálogo siguen abiertas y la hoja de ruta marcada es la misma.
En este punto ha entrado en juego una figura importante como Salvador Illa. El líder del PSC, partido que barrió electoralmente en Catalunya el 23 de julio, dejó clara su posición este viernes. La legitimidad en las urnas hace que el papel del exministro de Sanidad sea también importante de cara hacia fuera. Todo está coordinado con Ferraz.
Otra cosa, señalan en Ferraz, es que las exigencias de ERC y Junts vayan a más. El foco se ha puesto durante las últimas semanas en la amnistía. Una palabra que ni siquiera han pronunciado de forma pública en el PSOE. Ni en un sentido ni en otro. Así como el referéndum de autodeterminación sí se ha rechazado categóricamente y de forma clara por los socialistas, la amnistía no.
Los socialistas se abren a pactar en este sentido, movidos especialmente por la "coherencia", como ha dicho el propio Sánchez en "pasar página" de un conflicto político que pretenden desjudicializar. Se espera que sea el líder del PSOE quien eche el resto para explicar pedagógicamente lo positivo de esta medida si finalmente se llega a un acuerdo.
Lo que también pretenden los socialistas es, según fuentes de Ferraz, "amarrar lo máximo posible de cara a la legislatura". Es decir, "dotar de cierta estabilidad al Gobierno". Los socialistas no aterrizan de momento en qué se puede concretar esas peticiones pero la aprobación de al menos los próximos Presupuestos Generales del Estado es una opción que podrían proponer desde el PSOE.
El optimismo sobre que Sánchez sea investido es alto en el PSOE, según diferentes fuentes consultadas. "Veo entre un 75% y un 80% de posibilidades", destaca una dirigente socialista. "Vamos adelante", sentencia otra persona integrante de la dirección federal.
Ese "adelante" es el lema escogido por el partido para un vídeo altamente difundido en redes sociales minutos después del fracaso de Feijóo. El reloj ya ha empezado a contar y Sánchez tiene en ese camino hacia adelante menos de dos meses. La fecha tope para evitar la repetición electoral es el 27 de noviembre.
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