Sánchez no descarta tocar la malversación y se abre a incluir "retoques técnicos" en la ley del 'solo sí es sí'

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no descarta reformar el delito de malversación en el seno de la reforma del delito de sedición que actualmente se tramita en la Cámara Baja. Asimismo, se ha abierto a hacer pequeños "retoques técnicos" en la ley del solo sí es sí.

Estas son dos de las afirmaciones que el líder del Ejecutivo ha realizado en una conversación informal con los periodistas durante la recepción del Congreso con motivo del Día de la Constitución. Eso sí, en ambas ha puesto condicionantes.

En el caso de la malversación, cuya propuesta puede llegar de la mano de ERC a través de una enmienda parcial a la reforma del Código Penal (el plazo para registrarlas termina este viernes 9 de diciembre), Sánchez ha dejado claro, como ya transmitieron desde Moncloa hace unas semanas, que en cualquier caso no habrá ningún retroceso en la lucha contra la corrupción ni en las penas asociadas a este delito.

En este sentido, al ser preguntado por el caso del expresidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, condenado por el caso ERE, en lo referente a si alguna reforma de la malversación podría afectarle, Sánchez ha señalado que ya había sido los suficientemente claro en su argumento de que no se daría ningún paso atrás en la lucha contra la corrupción.

En todo caso, además, ha insistido en que los socialistas esperarán a que los republicanos registren una propuesta, si es que finalmente lo hacen, para valorarla.

Por otro lado, sobre la ley de libertad sexual tras la aplicación perversa de la misma por parte de los tribunales, Sánchez ha reconocido que está dispuesto a hacer algún "retoque técnico" si es necesario, una novedad en el discurso mantenido por Moncloa hasta la fecha.

Si bien, ha insistido en que hay que esperar a que el Tribunal Supremo unifique doctrina, esto es, a que se conozca la sentencia del caso Arandina. De este asunto solo se dio a conocer el fallo por el que el Alto Tribunal impuso a los acusados una pena inferior a la que le hubiera correspondido antes de la reforma de la ley del solo sí es sí.