Pedro Sánchez se ha despojado de las críticas de las derechas por el cese de la directora del CNI, Paz Esteban, durante la sesión de control al Gobierno de este miércoles, centrada en el caso Pegasus y apenas 24 horas después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, anunciara la "sustitución" de la máxima autoridad de los servicios de inteligencia por su número dos, Esperanza Casteleiro.

Interpelado por los portavoces del PP, Cuca Gamarra, y Cs, Edmundo Bal, a cuenta de esta decisión, el líder del Ejecutivo ha sostenido que "es evidente que ha habido un fallo en las comunicaciones del Gobierno", aunque ha aprovechado su intervención para "reconocer" el trabajo de la exdirectora del organismo. "Quiero aprovechar para reconocer el trabajo de Paz Esteban y de los 3.000 funcionarios del CNI".

Asimismo, el presidente del Ejecutivo ha rechazado que el Estado, al menos bajo su tutela, esté detrás del espionaje a 65 dirigentes y activistas relacionados con el independentismo. "Con este Gobierno ni los fondos públicos ni las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ni tampoco los servicios de inteligencia se van a tapar hechos delictivos ni tampoco para perseguir a adversarios políticos fuera de la ley", ha remachado en claro guiño a los partidos afectados por el espionaje, algunos de ellos socios gubernamentales, como ERC, EH Bildu o PDeCAT.

Sánchez ha ironizado con la situación que encontró hace cuatro años cuando llegó a la Moncloa en términos de relaciones con Catalunya y de las acciones ilegales impulsadas por las cloacas del Estado. Compara la situación con hace cuatro años . "La situación hoy no es perfecta, pero los mangantes no están en el Gobierno como ocurría cuando estaban ustedes", ha defendido.

En esta línea, ha vuelto a pedir apoyo al PP hacia las medidas planteadas para hacer frente a la crisis para después afear la actitud de la formación liderada por Alberto Nuñez Feijóo: "Imagínense que contamos con el principal partido de la oposición, pero sería ingenuo porque hablaríamos de una derecha europea moderada y no la desgracia de derecha que sufre la democracia española".

Previamente, Gamarra ha acusado al presidente del Gobierno de que el cese esconde un aviso: "Quien no cumple será cesado", ha explicado. También, ha señalado que Sánchez está dispuesto a "socavar las instituciones desde dentro" para "cumplir las expectativas" de sus socios. "Negocia la gobernabilidad con los que el Estado tenía que investigar. Otegi, Junqueras... le quieren a usted. Le quieren por su debilidad", ha apostillado.