Los resultados de las elecciones generales del pasado domingo dejaron algunas certezas y muchas incógnitas. Entre estas últimas, la principal es si se podrá formar un Ejecutivo de carácter progresista o si la ciudadanía tendrá que ir a una repetición electoral. Entre las cosas seguras, que PP y Vox no podrán formar Gobierno. Era el principal objetivo.

Lo que también está claro es otro asunto paralelo. Pedro Sánchez podrá ejercer el cargo de presidente de turno del Consejo de la Unión Europea (UE). Ya sea como presidente del Gobierno en funciones o ya como un líder del Ejecutivo recién investido si este proceso sale adelante. 

La presidencia española del Consejo de la UE comenzó el pasado 1 de julio. Lo hacía en un contexto revuelto políticamente, con unas elecciones convocadas de manera inesperada y con la sombra y preocupación de la entrada de un posible Gobierno con la ultraderecha. Una situación de la que comenzaban a alertar en Bruselas, habida cuenta de ciertas posiciones antieuropeístas que mantiene Vox. 

El PP de Alberto Núñez Feijóo uso también esta presidencia para atacar al Gobierno, al que acusaban de falta de información. Moncloa se defendía y los acusaba de boicot, además de recordar que toda la información era pública y que el Partido Popular Europeo plantó deliberadamente en Bruselas al ministro de Exteriores, José Manuel Albares. 

Por los propios plazos que tiene el proceso de investidura, todo parece indicar que, aunque hubiera repetición electoral, Sánchez va a poder mantener toda la agenda de la presidencia española. Porque de haberlas tendrían que ser prácticamente a final de año o principios de enero.

En Moncloa reconocen la satisfacción por este hecho concreto ya que "se ha trabajado mucho durante meses". El perfil internacional del presidente hace además que en las filas socialistas se le otorgue una importancia máxima a este semestre. 

Sánchez ha presentado ya en varias ocasiones las prioridades principales de este período. Asuntos como la autonomía estratégica de Europa, cuestiones sobre transición ecológica y energética o migraciones, son algunas de las líneas a seguir. Además, reforzar las relaciones con América Latina. 

Para este último punto se dio un paso adelante hace apenas 10 días, en plena campaña electoral española. Bruselas acogió la cumbre UE-CELAC con el foco especialmente centrado en la guerra de Ucrania. El acuerdo comercial con el Mercosur, uno de los asuntos en los que Sánchez ha hecho más hincapié, no se desbloqueó. 

También se pretende apostar por la justicia fiscal. Una línea que ha seguido el Gobierno de coalición en nuestro país con medidas como los impuestos a las grandes fortunas, banca o empresas energéticas. 

Citas clave en la agenda 

En el calendario de la presidencia, hay especialmente dos citas clave que, si no pasa nada extraño, afrontará Sánchez. La primera de ellas es el tradicional discurso del presidente del país que ostenta el liderazgo rotatorio.

Se realiza en el Parlamento Europeo de Estrasburgo y estaba previsto que fuera en julio. La convocatoria electoral hizo que se aplazara por petición de Moncloa en medio también de una oleada de críticas del PP. El discurso está previsto para septiembre, todavía con fecha por determinar. El objetivo de Sánchez, según las fuentes consultadas, es que asista. Pero todo dependerá del calendario local en el proceso de formar Gobierno. 

En octubre, otra fecha clave. La ciudad de Granada acoge una cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE los días 5 y 6 de ese mes. También acudirá previsiblemente los días 26 y 27 a Bruselas para celebrar el Consejo Europeo ordinario. Diferentes ciudades acogerán desde el mes de septiembre, ya que en agosto no hay apenas actividad, encuentros sectoriales a los que acudirán los ministros correspondientes.