Toca contar algunos elementos de la biografía de Ignacio Sánchez Galán, el hombre que lleva casi 20 años al frente de Iberdrola.
Sus inicios al frente de la eléctrica se produjeron de la mano del expresidente de Iberdrola, Íñigo Oriol Ybarra, que le introdujo en la burguesía vizcaína. 

Gracias a Oriol Ybarra, Galán tejió una red de apoyos entre las cajas vascas (con Kutxabank al frente),  el entonces emergente banco Bilbao y Vizcaya y los jeltzales (los dirigentes del PNV). 
A día de hoy Iberdrola es la segunda empresa del Íbex-35 (solo superada por Inditex) y tiene 9.000 empleados directos. Durante 2021 Iberdrola obtuvo beneficios históricos, alcanzando la cifra de 3.855 millones de euros. Y también en 2021, Sánchez Galán se convirtió en el directivo que más aumentó su sueldo, embolsándose 12 millones de euros. 

Esto es algo que ha salido a la luz en el contexto de la investigación del caso Tándem. Los audios y los documentos del excomisario Villarejo, (que destapó El Confidencial en 2019), revelan el espionaje por parte de Iberdrola a dirigentes políticos, ecologistas, líderes sindicales de su propia compañía  o rivales empresariales, como Manuel Pizarro o Florentino Pérez. Los presuntos servicios de Villarejo a la eléctrica se extendieron durante casi 13 años. 

Entre los imputados en el juicio de la macrocausa Tándem en junio del año pasado se encontraban:
El propio Sánchez Galán, como último responsable del espionaje a Florentino Pérez, en el contexto del intento de asalto de ACS a Iberdrola.
El exdirectivo de Iberdrola, José Antonio del Olmo.
O Antonio Asenjo: exjefe de seguridad de Iberdrola, hombre de confianza de Sánchez Galán e interlocutor de Villarejo para dañar la reputación de Florentino Pérez. Precisamente en el contexto de la guerra entre Florentino y Galán, Asenjo protagonizó un momento, en conversación con Villarejo, que (como dice Elorduy) quedará en los anales del capitalismo noir castizo. 

Además, entre los investigados de la eléctrica se encontraban otros directivos como, José Luis San Pedro, el ex presidente de Iberdrola España y persona muy cercana al PP, Fernando Becker, Rafael Orbezogo, Martínez Córcoles, Pablo   Insunza, o Juan Carlos Rebollo. 

Por Iberdrola han pasado (y cobrado) que se sepa, populares, socialistas, peneuvistas y altos funcionarios del Estado como el exsenador del PP Fernando Becker, imputado en el caso Tándem, el exministro de Aznar, Ángel Acebes, el lobista de Génova y marido de Cospedal, Ignacio López del Hierro, el exministro de Felipe González, Carlos Solchaga, el también exministro de Felipe González, Juan Manuel Eguiagaray, el exministro de Zapatero, Jesús Caldera, la exministra de Rajoy, Isabel García Tejerina, o más recientemente el también socialista Antonio Miguel Carmona. 

Un ejemplo paradigmático del funcionamiento de estas puertas giratorias es la contratación del hijo del presidente socialista de la Junta de Extremadura, Fernández Vara, que ocupa el cargo de responsable de medios sociales en Iberdrola. El presidente de Extremadura asegura que nunca tuvo nada que ver en esa contratación, pero justamente el PSOE de Extremadura rechazó iniciar una investigación sobre el vaciado de los embalses de Cíjara y Valdecañas por parte de Iberdrola. 

Otra hija de un dirigente socialista que acabó en Iberdrola fue Ana Bono, hija de José Bono, a la que Galán colocó al frente de su departamento jurídico. 
Por Iberdrola, también han pasado pesos pesados de la política internacional como es el caso de Anthony Gardner, actual vicepresidente segundo de Iberdrola, que fue embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea durante el mandato de Barack Obama. Además, hay fichajes del Estado profundo, como el ex director del CNI, Félix Sanz Roldán, actual asesor internacional de Sánchez Galán. 

Pero no acaba ahí la cosa. Es importante señalar que el fichaje del que fuera máximo responsable de los servicios secretos se produjo en mitad de las investigaciones del caso Villarejo, por el que la cúpula de Iberdrola estaba siendo investigada.