Las últimas encuestas del 2022 apuntan a que en el último año de la legislatura, el 2023, la batalla entre la izquierda y la derecha para alcanzar el Gobierno en unas elecciones generales estará más que abierta. Según el último estudio de Key Data para Público, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo protagonizan un cara a cara demoscópico más apretado que nunca.

Las claves que apuntan a este escenario son dos, y tienen que ver con la consolidación de las tendencias de los dos principales partidos del país: el PSOE y el PP. En el caso de los conservadores, el 'efecto Feijóo' logró auparlos hasta la primera posición en la mayoría de las encuestas al final del verano, después de una situación en la que las estimaciones del Partido Popular casi son alcanzadas por la de Vox, con Pablo Casado como líder.

Durante unos meses, la irrupción del dirigente gallego en la política estatal encumbró a su formación y logró que sacara una amplia ventaja a un PSOE en claro retroceso. Sin embargo, ese 'efecto' parece más que diluido y, desde hace meses, aunque se mantienen en cabeza, los conservadores están estancados.

En el estudio de Key Data el PP obtiene una estimación de voto del 30,8%, lo que les valdría en torno a 130 escaños. En el mes de julio, los de Feijóo llegaron a su máximo con un 32,4% de estimación y, desde entonces, han ido en descenso hasta quedarse en casi un 31% (la estimación de diciembre es idéntica a la de noviembre).

A su vez, aunque la llegada del expresidente de Galicia a la cúpula del Partido Popular descabalgó al PSOE de la primera posición demoscópica, los de Pedro Sánchez resistieron por encima del 24% en estimación de voto y desde agosto protagonizan una lenta pero constante recuperación en las encuestas. En diciembre vuelven a crecer por quinto mes consecutivo y ya se sitúan en un 26%, rebasando los 100 escaños en las proyecciones (102 en este estudio).

A juicio de la directora técnica de Key Data, Paz Álvarez, "se acaba el año con una lucha encarnizada entre los grandes partidos, que anuncia un nuevo año marcado por varias convocatorias electorales en las que nadie se puede dar por ganador. La derecha  lidera la intención de voto en las encuestas, pero Sánchez está demostrando, desde el final del verano, que no tira la toalla y la diferencia entre bloques se acerca o se amplía a tenor de una sucesión de acontecimientos políticos que a duras penas llega a un electorado que, en estos momentos, parece más pendiente de goles, lotería y turrones que de disputas políticas".

El tercer puesto decanta el Gobierno

La lucha entre la izquierda y la derecha no solo se libra entre el PP y el PSOE, sino que la fuerza de un bloque u otro (materializada en las opciones de gobierno) depende de manera crucial de cuál va a ser la formación que irrumpa como tercera fuerza del Congreso de los Diputados en las elecciones generales. 

Esta posición se la disputan, aunque de forma menos igualada de momento, Vox y Unidas Podemos. El partido de Santiago Abascal resiste en los estudios de Key Data como tercera fuerza y, pese al refuerzo del PP, se mantiene en estimaciones que le garantizan en la actualidad el tercer puesto.

En este estudio la ultraderecha obtiene una estimación del 14,9%, lo que les valdría unos 47 escaños. En febrero de 2022 Vox llegó a estar por encima del 20% en estimación de voto y en una situación de claro empate técnico con el PP que, incluso, apuntaba a un posible sorpasso. Sin embargo, la llegada de Feijóo pinchó el globo de una extrema derecha que, en cada encuesta, sigue siendo necesaria para el Partido Popular si aspira a formar gobierno.

La de Unidas Podemos es quizá la situación más estable de las cuatro grandes formaciones políticas. El espacio confederal oscila desde marzo de 2022 entre un 10% y un 11% en estimación de voto, y en el último estudio de Key Data obtiene un 10,4% y una proyección de 26 escaños.

Sin embargo, UP se encuentra en la actualidad en un proceso de reconfiguración que espera la conclusión del proceso de escucha de Yolanda Díaz, que la vicepresidenta se decante como candidata, y que Sumar tenga una traducción electoral. "Unidas Podemos está por debajo de los resultados obtenidos en las elecciones de 2019, pero se mantiene por encima del 10% y los 26 escaños, a la espera de que Sumar se concrete como oferta electoral y se defina la intención de voto en esa parte del espectro político", explica Álvarez.

Por bloques, la suma de PP y de Vox sigue alcanzando la mayoría absoluta en las estimaciones, pero de manera cada vez más justa en los últimos meses. Según el escenario que recoge este estudio los de Feijóo y los de Abascal estarían alrededor de 177 escaños, uno por encima de los necesarios en la investidura. Con un Ciudadanos que se quedaría fuera del Parlamento, la única posibilidad de añadir algún escaño más a este bloque pasa por que partidos como UPN o Foro Asturias consigan escaño.

Las formaciones del Gobierno están por debajo, y la suma de PSOE y Unidas Podemos sería de 128 escaños. Con las formaciones del denominado bloque de la investidura estos números se irían a más de 150 asientos en el Congreso de los Diputados.