MADRID.- Pedro Sánchez no se inmuta. Aunque en la mayoría de las encuestas de los periódicos digitales queda en última posición y también en los primeros sondeos en los que se valora el debate “a cuatro” del pasado lunes, el líder del PSOE da por buena su actuación y su desarrollo.

El líder del PSOE comentó que no se ve perdedor del debate y que, en su opinión, lo que se visualizó es que a “Rajoy se le vio solo, y que no volverá a ser presidente del Gobierno”. 

Aseguró, además, que su objetivo político se ha cumplido, “quería decirle cuatro cosas a Rajoy y cuatro cosas a Iglesias, y se las dije”, afirmó en una charla informal con periodistas. Y añadió: “El “sorpasso” no se va producir porque se está activando “la reserva emocional” de militantes y votantes del PSOE”.

El líder del PSOE, inasequible al desaliento, comentó también que se encuentra animado y que los socialistas piensan seguir con la misma campaña en positivo y con la misma estrategia que se diseñó desde el principio.

La mejor prueba de ello es que Sánchez la noche del martes en Oviedo, no se salió del guión, ni de los temas establecidos que repite permanentemente. Por si no hubiera quedado claro en el debate, afirmó otras cuantas veces: “Pablo iglesias y Mariano Rajoy comparten una misma estrategia y un mismo adversario, que es el Partido Socialista”.

Y, de nuevo, apenas hubo referencias al líder de Unidos Podemos y sí muchas a Mariano Rajoy, de quien ya no sólo llegó a decir que pase a la oposición, sino que le pidió que “deje la vida política”.

Una y otra vez Sánchez recordó los recortes de Rajoy en los servicios sociales y en el Estado de Bienestar, firmó un contrato en el foco de una cámara comprometiéndose a recuperar el sistema sanitario universal, para terminar pidiendo a gritos: “Que no le salga gratis a Rajoy lo que ha hecho estos cuatro años”.

Pero no todo el PSOE ni comparte el balance de Sánchez en el debate ni la estrategia de seguir fijando su foco de atención en Rajoy fundamentalmente. De esto último, el presidente de Asturias, Pedro Sánchez, dio buena muestras el acto de este martes al hacer un mitin enardecido, donde enarboló el grito de “No pasarán” en una referencia que parecía dirigida claramente a Unidos Podemos.

Además, otros dirigentes del PSOE creen que el debate fue una oportunidad fallida, que no hubo estrategia y que Sánchez fue sin saber lo que pretendía conseguir. Pero estas voces admiten que ahora no toca la crítica interna y que hay que seguir remando porque, de momento, ven ya las cosas bastante feas.