El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se refirió este jueves al denominado caso Corinna y aseguró que “no tiene ninguna duda sobre la credibilidad de lo expuesto por el director del CNI”. Además, advirtió que su Gobierno “no va aceptar ningún chantaje al Estado”.

Sánchez, que hizo estas manifestaciones durante una conferencia de prensa conjunta con el presidente de la República francesa, Emmanuel Macrón, no quiso hacer más referencia al caso, ni aclarar si su Grupo parlamentario va a apoyar la comisión de investigación sobre este asunto, solicitada por Unidos Podemos y otros grupos de izquierda.

La comparecencia de Sánchez también sirvió para que contestara sobre la polémica de su viaje en un avión Falcon a un festival de música en Castellón, lo que utilizó el presidente del Ejecutivo para arremeter contra sus adversarios políticos. “No es el medio en el que se transporta el presidente del Gobierno, sino a quién se transporta como presidente del Gobierno, porque todavía no lo han asumido, y desde aquí les pido que lo asuman”, dijo.

Sánchez, además, explicó que a su llegada al Gobierno preguntó cómo se transportaba al presidente, y desde el Departamento de Seguridad de La Moncloa, se le dijo que preferentemente en avión. Además, recordó que desde 2015 está recomendado que en todos los casos posibles el transporte del presidente sea por medio aéreo, “y yo lo que hice fue preguntar, porque llevo apenas mes y medio aquí”, añadió.

En cuanto al pleno sobre el techo de gasto que se celebra este viernes, Sánchez no quiso especular sobre qué apoyos podrá tener la propuesta de su Gobierno, pero advirtió en tono serio de que “aquellos que no voten a favor de esta senda de estabilidad, estarán votando en contra del Estado de Bienestar”.

Lo que sí dejó claro el presidente es que, si esto ocurre, en modo alguno le haría cuestionarse un adelanto electoral. “Elecciones habrá. En tiempo y forma. Es decir, en el 2020. Esa es la voluntad que sigue teniendo el Gobierno”, aclaró.

Sánchez, finalmente, puso en valor dos declaraciones conjuntas entre España y Francia, una apostando por la cooperación y unas líneas de actuaciones concretas para afrontar el problema de la inmigración; y otra apostando abiertamente por culminar la unión política y monetaria. En este útlimo acuerdo, España y Francia se comprometen a acelerar la propuesta para la tributación de las empresas tecnológicas.