"Hasta el último minuto". "Mientras haya tiempo, hay esperanza". "Hasta el rabo todo es toro". "Todo puede pasar". La sucesión de expresiones en este sentido sobre las negociaciones del PSOE para salvar los decretos fue intensa. El Senado ha acogido este miércoles una sesión del Congreso (por obras en esta cámara) con tintes agónicos y a ratos surrealistas. 

El balance en el Gobierno de Pedro Sánchez es de victoria. No es completa. De los tres decretos que se votaban en esta sesión, dos han salido adelante. Uno, el que reformaba los subsidios por desempleo, ha caído por los votos en contra de PP, Vox, UPN y Podemos. Junts ha salvado en los otros dos a Sánchez gracias a un acuerdo a última hora y la decisión de este partido de no participar en las votaciones. 

El resultado final, que se alargó hasta el final de la noche por la petición del PP de que se realizaran las votaciones por llamamiento, deja un escenario más positivo del que se esperaba en un primer momento. Por un lado, confirma que la voluntad de los socialistas por el diálogo con Junts es firme y clara. Por otro, se confirma que los cinco diputados de Podemos tienen la capacidad demostrada para poner en aprietos al Gobierno. 

Para llegar a las votaciones favorables del partido que lidera Carles Puigdemont hubo infinidad de conversaciones. Durante toda la jornada ministros como Félix Bolaños, especialmente, o María Jesús Montero, salieron en numerosas ocasiones del hemiciclo teléfono en mano. También participaron en algunas conversaciones personas como Aitor Esteban, portavoz de PNV, al que se le pudo ver reunirse con Bolaños.

El secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, volvió a ser clave en el asunto gracias a su relación fluida con Junts. No salió de uno de los despachos situados en el Senado prácticamente en toda la jornada. Cerdán también se había reunido el lunes en Madrid con dirigentes de Junts como Jordi Turull o la portavoz parlamentaria Míriam Nogueras. 

La incertidumbre con lo que harían Podemos y Junts comenzó a resolverse al filo de las 15.00 horas, límite para que los diputados votaran de forma telemática los decretos. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ofreció declaraciones a los medios y despejó una de las incógnitas.

Su partido votaría a favor del decreto anticrisis tras pactar con el PSOE prorrogar la suspensión de desahucios a las familias vulnerables hasta 2028. También, que el decreto se tramite como proposición de ley y poder incluir y debatir otras enmiendas sobre topes a los alquileres o los alimentos. En cambio, mantuvieron su voto en contra al decreto que incluye la reforma del subsidio por desempleo. La fuerza morada criticaba el recorte que suponía paras las personas paradas de 52 años. 

En Sumar no escondieron sus duras críticas a Podemos. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, tachó la decisión de sus antiguos compañeros de "enorme irresponsabilidad" y destacó que habían votado "con la extrema derecha". La relación entre Sumar y Podemos, tras la salida de estos al Grupo Mixto o las candidaturas separadas en Galicia, sigue siendo de tensión. Podemos, si no lo había hecho ya, se convierte de forma definitiva en un socio con el que tendrán que negociar de forma concienzuda desde el Ejecutivo. Y el PSOE es consciente de ello. 

A las 15.30, tras una caída del sistema de votación que añadió todavía más intriga a la jornada, ya se sabía lo que había sucedido. Pero ni Junts ni el PSOE confirmaban nada. Y eso que los rumores o filtraciones se sucedieron en el Senado. Todo apuntaba a que la fuerza catalana había tumbado los decretos. Las caras serias de Bolaños o Montero a esas horas saliendo del Pleno apresuradamente también indicaban esa posibilidad. 

La agonía parlamentaria se mantuvo un par de horas más. Llegado el momento de la votación, el resultado dibujaba la abstención activa de Junts. Los decretos salían adelante. Pocos minutos después Junts enviaba una nota de prensa confirmando el acuerdo alcanzado con el PSOE. Las caras de alivio se vislumbraron entonces en los ministros y diputados socialistas. "Magia parlamentaria", ironizaban algunas fuentes del PSOE en esos momentos. 

En Ferraz, pese a las esperanzas manifestadas en los últimos días, eran conscientes de las dificultades. Y explican el resultado en una máxima que ya es un mantra en las filas socialistas y que, de momento, les ha funcionado. "Nunca nos cansamos de hablar, de dialogar y de escuchar. No somos un partido intolerante como la derecha o la ultraderecha", señalaban a Público fuentes de la dirección socialista. 

"Esto no ha hecho más que empezar y nadie dijo que fuera a ser fácil. Pero la voluntad está clara. Seguiremos negociando", señalaban fuentes del PSOE al terminar la jornada y tras los aplausos dentro del hemiciclo. ¿Va ser esto siempre así? "Sí", contestaba una voz autorizada de la dirección socialista. 

Sánchez, por su parte, compareció brevemente ante los medios. Su mensaje, de satisfacción y de críticas a la "oposición destructiva" del PP. . "Es un gran día para la mayoría social de este país", ha destacado antes de enumerar todas las medidas que están incluidas en el decreto anticrisis. "Hemos tenido que trabajar duro pero bien está lo que bien acaba", ha añadido.

"La legislatura y la democracia pluripartidista tiene estos azares, tenemos que trabajar y mucho", añadió. "Lo dije durante las elecciones y lo mantengo, vamos a buscar votos hasta debajo de las piedras", ha añadido. 

Preguntado explícitamente sobre la posición de Podemos, ha destacado que es "algo que tendrán que valorar ellos". "Era un decreto ley que aumentaba la cobertura de desempleo para parados y paradas. A esas personas les quiero trasladar la garantía de que el Gobierno de España va a volver a presentar un proyecto de reforma a las Cortes", concluyó. Para que salga adelante, eso sí, necesitarán pactar con el partido morado.