​La Casa Real ha confirmado que Juan Carlos I llegará a España este jueves. El comunicado emitido por la institución señala que el rey emérito estará en el país hasta el próximo 23 de mayo y que durante esas fechas se hospedará en la localidad gallega de Sanxenxo. Está previsto que aterrice procedente de Emiratos Árabes Unidos a lo largo de la tarde-noche.

El próximo lunes se trasladará a Madrid para mantener un encuentro con su hijo, Felipe VI, y con el resto de la familia real. Ese mismo día regresará a Abu Dabi, "donde ha fijado su residencia de forma permanente y estable".

La Casa Real justifica esta visita con la intención del emérito de "desplazarse con frecuencia a España para visitar a la familia y amigos, y organizar su vida personal y su lugar de residencia en ámbitos de carácter privado".

Este lunes, el periodista Fernando Ónega adelantó que el ex Jefe del Estado estaría este fin de semana en Sanxenxo, donde el Club Náutico de la localidad estaba ultimando los preparativos para organizarle un acto de bienvenida. De hecho, la visita del rey coincide con el inicio de la regata de InterRías. Juan Carlos I se hospedará en casa de su amigo Pedro Campos, que es el presidente del Real Club Náutico.

La Justicia deja de investigar al emérito

La vuelta del emérito se produce apenas una semana después de que la Fiscalía Anticorrupción decidiera archivar la investigación sobre el presunto pago de hasta 80 millones de euros en comisiones en la obra del AVE a La Meca, una operación adjudicada en 2011 a un consorcio de doce empresas españolas. El motivo que esgrime el alto tribunal es que no ha encontrado indicios de delito de corrupción en las transacciones internacionales.

Además, la Fiscalía del Tribunal Supremo hace apenas dos meses también archivó las tres diligencias de investigación que tenía abiertas desde hace dos años. Estas investigaciones a las que el Ministerio Público dio carpetazo trataban de esclarecer las actividades económicas y los negocios opacos de Juan Carlos I.

La Fiscalía argumentó que el motivo del archivo fue la inviolabilidad de la que gozó entre 1975 y 2014 como rey de España y la prescripción de los presuntos delitos; entre ellos, el de cohecho por recibir una donación de 100 millones de dólares del rey saudí y otra de nueve millones de Simeón de Bulgaria cuando ocupaba la jefatura del Estado. Además, también se buscaba conocer el presunto uso por parte del rey y otros familiares de tarjetas de crédito opacas; y la existencia de una cuenta con 10 millones de euros a nombre de Juan Carlos de Borbón en el paraíso fiscal de la isla de Jersey.

Las diligencias preprocesales se abrieron en 2018 cuando la amiga íntima del monarca Corinna Larsen desveló una conversación con el comisario jubilado José Manuel Villarejo. En ella se relataba que el rey emérito había cobrado en el año 2012 unos 80 millones de euros en una comisión por intermediar entre las compañías españolas y al entonces rey de Arabia Saudí Abdullah bin Abdulaziz Al Saud a través de una cuenta del banco suizo Mirabaud en Ginebra. Tras el inicio de la investigación de la Fiscalía del Tribunal Supremo para esclarecer este presunto cobro de comisiones, Juan Carlos se marchó de España en agosto de 2020 y se instaló en Abu Dabi.