6.000 niños y niñas. Esta es la realidad que se esconde detrás de los "rifirrafes" que tuvieron Vox y el Partido Popular la semana pasada. 6.000 niños y niñas en Canarias. Hacinamiento, denuncias por malos tratos, saturación. Así es la situación a la que se enfrentan los menores extranjeros no acompañados que llegan a las islas. Y digo “que llegan” porque hay alrededor de nueve personas que desaparecen cada día intentando cruzar el mar para llegar a Europa.

El Partido Socialista, Coalición Canaria y Sumar han registrado esta semana en el Congreso una propuesta para reformar el artículo 35 de la ley de extranjería. Esta decisión nace con el objetivo de aliviar la situación y ayudar a Canarias. El pacto consiste en reubicar a 347 migrantes entre diferentes Comunidades Autónomas. La iniciativa pretende introducir un nuevo artículo 35 bis que declarará la existencia de "situaciones de contingencia migratoria extraordinaria" en Canarias, Ceuta y Melilla.

El texto de la reforma establece que se entenderá la existencia de una "sobreocupación" cuando los menores acogidos superen en un 150% el número de plazas ordinarias disponibles en el sistema.

Se trata de una propuesta solidaria que no sólo garantiza el reparto más o menos equitativo entre comunidades, sino que además, según las palabras de la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, garantiza una financiación suficiente para hacer frente a esta acogida vinculante.

La coordinadora de investigaciones de la Fundación porCausa, Cristina Fuentes, explica que esta reforma es insuficiente y que la situación requiere un análisis más profundo. Además, Fuentes, denuncia que España está incumpliendo el ordenamiento jurídico al considerar primero la cualidad de migrante que de niño a estas personas.

"Situaciones inhumanas" en los centros de acogida

La realidad en los centros de acogida es muy precaria, a menudo estos no cuentan con el personal necesario para atender a todos los niños y hay una mala gestión generalizada.

Es el caso de la Residencia de Primera Acogida de Hortaleza, cuya situación ha empeorado en los últimos años. Al ser un centro de primera acogida no es recomendable que los menores pasen más de tres meses allí, ya que este tipo de centros están pensados para hacer una primera evaluación del caso y luego reubicar a los chicos donde corresponda. Pero lo cierto es que su estancia, en muchos casos, se triplica en el tiempo y se traduce, incluso, en años.

La Fiscalía de Madrid está investigando este centro ya que, desde hace varios años, alberga alrededor de 100 niños y niñas, cuando su aforo ronda las 40 personas. El responsable de residencias de Comisiones Obreras, Ángel Martín ha denunciado públicamente el caso: "En el centro de primera acogida de Hortaleza ya no se desarrollan proyectos socioeducativos, se desarrollan proyectos de supervivencia".

El problema, muchas veces, radica en que estas residencias funcionan como albergues para personas sin hogar donde lo fundamental es ofrecer comida y techo, cuando en realidad las necesidades de un niño van mucho más allá de eso.

Asimismo, estas residencias acaban convirtiéndose en centros de contención y retención de migrantes. Muchos chicos se quejan de que no les ayudan a tramitar la documentación y de que les ponen trabas para salir de ahí.

Desde Fundación porCausa, inciden en la importancia de fomentar otros tipo de acogida, como la acogida familiar, para promover la inclusión social y facilitar su aceptación. 

La cuestión ahora, si la modificación de la ley sale adelante, será ver si, finalmente, se destinan más recursos a la mejora del sistema de acogida o si, por lo contrario, la situación sigue igual.