La única respuesta que Mariano Rajoy ha dado hasta ahora a las críticas a su política antiterrorista que recibe constantemente del sector más a la derecha del partido consiste en reforzar el apoyo al PP vasco y a la dirección que allí encabeza Arantza Quiroga. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha sido la primera en escenificar este apoyo y ayer jueves acudió a Bilbao a presentar a la presidenta del partido en Euskadi en un desayuno en el que pronunció un discurso contundente y que no dejó dudas sobre lo que opina el Gobierno de los ataques del ala dura del partido.

La número dos del Ejecutivo trasladó públicamente a Quiroga y su proyecto el respaldo de Rajoy y 'el aliento de muchos' compañeros del PP en presencia de la cúpula del PP vasco y de un abarrotado auditorio; lo hizo, además, un día después de que la antecesora de Quiroga, María San Gil, un referente de la derecha disconforme del PP y de las víctimas de ETA que la secundan, calificara de 'pesadilla' lo que están viviendo los conservadores en Euskadi por culpa del Partido Popular.

El PP, visiblemente molesto por unas críticas que considera 'injustas' para quienes han sido objetivo permanente de ETA, ha decidido reafirmar su discurso y su liderazgo en Euskadi. Los días 7, 8 y 9 de marzo la formación autonómica celebrará su XIV Congreso Extraordinario con carácter asambleario, de forma que cualquier militante podrá optar a presentar su candidatura si cuenta con el respaldo de 90 afiliados. Con todo, el PP de Euskadi pretende que esto ratifique el liderazgo de Arantza Quiroga, elegida en una Junta Directiva Regional el pasado mes de mayo tras la decisión de su predecesor, Antonio Basagoiti, de dejar la política.

La intención de Mariano Rajoy es estar con su partido en Euskadi en la clausura del Congreso en San Sebastián, el día 9, para arropar a la dirección que quiere dejar atrás para siempre a la generación de Mayor Oreja y San Gil. Lo hará, además, recién llegado de Dublín, donde el PP Europeo celebra también un Congreso los días 5 y 6.