El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha explicado este miércoles que se tomará una decisión sobre el mantenimiento o la sustitución de las cuchillas de la valla de Melilla cuando concluya la valoración que se está haciendo sobre su efecto disuasorio y sus posibles alternativas.

En la conferencia de prensa que ha ofrecido junto al presidente francés, François Hollande, al término de la XXIII cumbre hispano-francesa, el jefe del Ejecutivo ha dicho que se está evaluando el efecto disuasorio que tienen, si existe una alternativa eficaz, la situación de presión en la frontera y los incidentes que se han podido registrar desde que se instalaron.

Al hilo de eso, ha recordado que esa cuchillas se instalaron hace más de ocho años. 'A la vista de las conclusiones a las que se llegue en esa fase de valoración, tomaremos una decisión', ha añadido Rajoy, quien ha subrayado que, hoy mismo, el ministro del Interior ha dicho que está dispuesto eliminar este tipo de material si hay otro de igual eficacia para disuadir a las mafias de la inmigración.

Rajoy había evitado pronunciarse por la mañana sobre la polémica. A la salida del Hemiciclo tras la sesión de control, que retrasó varios minutos sobre lo que es costumbre en él, Rajoy no contestó a una pregunta concreta formulada desde el grupo de periodistas que aguardaba su presencia. A su llegada a la cita parlamentaria, minutos antes de las nueve de la mañana, Rajoy solventó una situación similar con una leve sonrisa. A su salida, ni eso, según los periodistas presentes. Sencillamente se limitó a seguir su camino rodeado de los servicios de seguridad de la cámara y un par de colaboradores.

La secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, interrogada al respecto, aseguró en los pasillos de la Cámara que 'cuando el Gobierno tenga una decisión que comunicar, lo hará'. En ese contexto ha añadido que 'seguro que el presidente ha leído' el informe elaborado por el ministerio de Interior. 'El presidente siempre lee los informes', ha agregado a los periodistas.

Sobre este asunto, el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo que el Gobierno tiene 'el derecho y la obligación de defender sus fronteras'. Fernández afirmó que 'no entiende' la polémica por la colocación de las concertinas 'en los tres kilómetros de la frontera de Melilla por donde se producen más asaltos'. 'Las mismas concertinas existen en superficie y altura en Ceuta, las que nos encontramos al llegar al Gobierno, sin embargo se están cuestionando ahora', ha agregado.