La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, ha asegurado en una conversación informal con periodistas recogida por La Sexta que la reforma de la ley del aborto queda aplazada sine die y se dará prioridad al cambio en el Código Penal. De esta forma, la puesta en marcha de una de las reformas más controvertidas de la legislatura vuelve a quedar, primero, sin fecha para su aprobación por el Consejo de Ministros y, segundo, para su tramitación posterior en el Congreso de los Diputados.

La decisión del Ejecutivo supone una desautorización de los planes del ministro de Justicia, que desde el principio de la legislatura puso toda la carne en el asador con este asunto, garantizando a los sectores más conservadores que la reforma supondría un regreso a la ley de 1985 y la anulación del supuesto de aborto por malformación del feto.

Alberto Ruiz-Gallardón se quedó solo en el Ejecutivo con su pretensión de reforma -hasta la ministra de Sanidad, Ana Mato, aseguró que era un asunto que dejaba en manos de su compañero- y anduvo dando bandazos entre lo que haría y lo que no, en función de las presiones que recibiese cada día. La mayor de ellas fue la de la Conferencia Episcopal Española (CEE), cuyo presidente, Antonio María Rouco Varela, le recordó hace unos días que acelerase esta reforma y dejase de permitir que la actual ley cercenase tantas vidas al día. En realidad, Rouco pedía la abolición plena de esta ley.

Gallardón, que llegó a hacer polémicas declaraciones sobre la maternidad y la realización que supone para la mujer en defensa de sus tesis ultraconservadoras, ha comprobado ahora lo que muchos de sus compañeros mascullaban por lo bajo: la inoportunidad de abrir un melón con tanta carga ideológica en plena lucha contra la crisis económica.

La Vicepresidencia del Gobierno aclaró esta noche a través de un portavoz que Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), en cuya reforma trabaja el Ministerio de Justicia, se tramitará al mismo ritmo que otras leyes.   

De esta manera, Vicepresidencia precisa la interpretación que varios medios de comunicación han dado a unas palabras de Soraya Sáenz de Santamaría durante una conversación informal sobre las prioridades legislativas del Gobierno.