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Entrevista a Odón Elorza"En el PSOE no hay miedo a las cloacas, otra cosa es alimentar el tema en la campaña"
El exalcalde de San Sebastián y cabeza de lista por Guipúzcoa publica un libro sobre la última legislatura en el que analiza bajo su prisma los acontecimiento que ha vivido en estos tres años, desde la caída de Sánchez hasta su llegada al Gobierno.
Manuel Sánchez
Madrid--Actualizado a
Odón Elorza cree que tiene que dar cuenta a los ciudadanos cuando termina una responsabilidad política, y así lo ha hecho otras veces. Ahora, apenas ha concluido esta legislatura se ha autoeditado un libro bajo el título El diputado 84, en el que relata todas las vicisitudes de estos tres años, posicionándose claramente en cada asunto.
Se podría decir que si hay un "verso suelto" en el PSOE, es él. Siempre desde "la lealtad", como el gusta precisar, Elorza ha actuado conforme a sus convicciones coincidan o no con la línea del partido. Así lo demostrado estos tres años con su "no" a la investidura de Rajoy, su apuesta por la moción de censura aunque se pudiera perder y, más recientemente, con su posicionamiento claro y rotundo contra las cloacas del Estado. Vuelve a repetir como cabeza de lista por San Sebatián y no aspira a pisar moqueta en el Gobierno aunque siga en La Moncloa Pedro Sánchez. Dice que es más útil al líder del PSOE desde donde está, y que su única aspiración es estar en un proyecto nítidamente socialdemócrata donde se olviden las grandes coaliciones. Tiene clara su apuesta por entenderse con Unidas Podemos pero, como advierte en la entrevista, aún no puede decirlo.
Apenas ha concluido la legislatura y ya se ha publicado este libro: "El diputado 84", para hacer balance de estos tres años. ¿Tan intenso ha sido este periodo de la vida parlamentaria?
La verdad es que tengo hábito de publicar un libro cada cuatro años, después de cada mandato. Cuando fui alcalde de San Sebastián publiqué tres libros como una manera de rendir cuentas. También lo hice con aquella legislatura de cuatro meses. Sobre estos tres últimos años me parecía que los acontecimientos que se han dado en esta España realmente convulsa y en esta sociedad líquida en que todo va a mucha velocidad propiciaba a hacerlo. Es que hace menos de tres años estábamos con la amenaza real del sorpasso de Podemos, luego aconteció la crisis del PSOE con la investidura de Rajoy, las primarias con todo lo que eso dio de sí, luego vino otra vez el combate desde la oposición, luego la moción de censura con ese resultado inesperado, la formación de Gobierno y, finalmente, lo que llamo la configuración del frente nacional surgido en Andalucía y la amenaza real de involución. Todo eso me permitía, haciendo recopilación y mejoras de los artículos que voy publicando, hacer un libro que dejara constancia de cuales son mis planteamientos políticos para rendir cuentas ante la ciudadanía, sobre todo en Guipúzcoa. Porque además de hacer interpelaciones o hablar en los plenos, la gente quiere saber cómo te has posicionado sobre las cosas. Y ahí lo vuelco todo. A mí me parece importante que un político, que ha tenido una responsabilidad, hace una descargo y escriba para reflejar lo que piensa y lo que hace.
Vamos cronológicamente. Usted se posicionó desde el principio por el "no es no" y votó en consecuencia. ¿Lo tuvo claro desde el primer momento? ¿Se planteó los riesgos podía correr su carrera política, con la mayoría de la dirección del partido en contra?
No. Soy una persona de convicciones y de proyecto político. Estoy acostumbrado a defender mis posiciones, con la máxima lealtad, pero nunca he entendido la política como un ejercicio de silencios y de aplausos. Vi que se negaba el debate en el partido para ver si era posible una alternativa trasversal, que sumara lo que tuviera que sumar, y que fuese un Gobierno alternativo a Rajoy. Ese debate no se llegó a producir y aquello generó una crisis en el Comité Federal que supuso la dimisión coherente y valiente de Pedro Sánchez. A raíz de ese momento decidí saltar a la arena y dar la batalla. Al principio, casi solo. Pero, después de la votación que tuvimos, donde siete diputados, además de los catalanes, votamos que no, decidimos hacer una crítica muy seria a la Gestora y empecé a conectar con plataformas que exigían consultas, que se hicieran primarias y Congreso. Así empezó la historia en octubre de 2017. Nunca tuve miedo, aunque sé que con esa posición no contaba para nada con el beneplácito de la Ejecutiva de Euskadi, porque estaba Patxi López por medio, y las fuerzas de Susana Díaz y el aparato viejo del partido estaban muy unidas. Pero no lo pensé. En la vida muchas veces te merece la pena más guardar tu coherencia que calentar el sillón. Por eso me lancé.
"Había que ponerle agua en la piscina a Pedro Sánchez para que entendiera que era el mejor líder"
Es cierto que usted fue uno de los primeros puntales de apoyo a Sánchez, pero también se presentaba su compañero en Esukadi, Patxi López, ¿por qué apostó por Sánchez?
En principio empecé trabajando porque hubiera una salida democrática, una regeneración en el PSOE y que hubiera una consulta a las bases sobre la situación. Había que hacer ese movimiento porque también sabía que había que ponerle a Pedro agua en la piscina para que entendiera que era el mejor líder, que era algo que yo veía con claridad. Pero Pedro en esos meses, y tras la entrevista con Évole, no veía el agua. Nosotros intentamos decirle que fuera de Madrid había mucha gente muy cabreada, que quería recuperar su orgullo, y que había que movilizarla. Una movilización de orgullo, de pasión y, sobre todo, de recuperar una socialdemocracia de izquierdas ante una socialdemocracia europea que estaba totalmente en crisis con los gobiernos de la gran coalición. Con Patxi López no coincidía en los análisis de la situación. Pero más allá de las desavenencias de las primarias, mi relación con Patxi López es buena y cordial.
Luego llegó la gran sorpresa de la legislatura. Rajoy aprueba un día los Presupuestos y, al día siguiente, sale la sentencia de la Gürtel, ¿Había que presentar la moción de censura? ¿No era un gran riesgo?
Absolutamente había que presentarla. En cuanto se conoció aquella mañana la sentencia de la Gürtel hice varias llamadas a persona de la Ejecutiva diciéndoles que no cabía otra que presentar la moción de censura. No para ganarla, porque yo apostaba entonces mil a uno a que no ganaría, pero había que hacerlo por coherencia.
¿Y mereció la pena arriesgar con el coste que suponía pactar con los independentistas?
Es que no se pactó. Ha podido haber contactos y sondeos, pero acuerdos, contrapartidas, intercambio de cromos no ha habido. Se pactó con Podemos y, en su caso con el PNV, pero hasta ahí llegamos. Y claro que mereció la pena, era una oportunidad única para abordar en un periodo de tiempo, no definido de antemano porque no se sabía cuánto iba a durar el Gobierno, un proceso de políticas de regeneración, de compromiso con la agenda social, y luego intentar también abrir un proceso de diálogo con Catalunya para ver si esto podía encauzarse de alguna manera. Creo que nadie en el PSOE tuvo dudas. Y también teníamos claro que había que sacar el Presupuesto de 2019 porque era la prueba del algodón para que se trasladara nuestra identidad socialdemócrata, a diferencia del Presupuestos heredado.
"Hay un riesgo real de involución en lo social y del Estado Autonómico si ganan las tres derechas”
Sánchez formó Gobierno y las estructuras que conlleva y no le ha llamado, como sí ha hecho con casi todos los que le apoyaron desde el principio, ¿Se siente decepcionado?
Para nada. Yo estoy en un proyecto socialdemócrata. Sí tengo que decir que el primer documento de ese proyecto, que luego fue mejorado con José Félix Tezanos y otras personas, se lo presentamos a Pedro en diciembre de 2016, y lo hicimos Manu Escudero y yo en San Sebastián. Nosotros queríamos un proyecto y una reorientación ideológica, y creímos que el mejor líder era por aquel entonces, y sigo pensando que lo es, Pedro Sánchez. Pero estar al principio no tiene que significar que tienes que recibir un premio. Yo no estoy ni en el primera, ni en la segunda capa interior de la cebolla. Vengo de donde vengo, y represento lo que represento. De hecho, en las primarias anteriores yo apoyé al candidato de Izquierda Socialista. Y no esperaba nada. Además, creo que tengo un perfil que le puedo dar más a Pedro desde la Ejecutiva, y haciendo lo que hago, que estando encadenado a un ministerio.
Ahora vienen las elecciones y ha escrito recientemente un artículo alertando de los riesgos de una involución en España que puede poner en peligro de la convivencia y la integridad territorial. ¿Existe ese riesgo?
Esta involución en los político, en lo social y en lo democrático se dará si ganan las derechas con el apoyo y los condicionantes de los ultras, la extrema derecha de Vox. De eso, no tengo ninguna duda, porque lo están diciendo claramente desde ahora. Es un riesgo real si ganan las tres derechas, y esa involución se dará en todas las políticas sociales, además de una recentralización y una pérdida de identidad de lo que es el Estado de las Autonomías y un freno a su avance. Y también habrá pasos atrás en el proceso de regeneración democrática, que queda muchísimo por hacer, y ahí están los últimos acontecimiento que están aflorando de la “policía patriótica”, del Villarejo, de las cloacas, de compra de sectores de prensa y periodistas. La involución es absolutamente real. No es aquello de decir cuidado que viene el lobo. Quien no se lo quiera creer que piense un poco y, por tavor, el día 28, ni en mayo, se quede en casa, porque luego vendrán los lamentos.
Usted también ha denunciado el escándalo que supone lo que se ha denominado las "cloacas del Estado". ¿Es un tema que algunos comparan con los GAL? ¿Tiene la misma gravedad?
No. Lo de los GAL lo viví de cerca en Euskadi y fue muy grave, aquello fueron cloacas del Estado y, en algún caso, crimen de Estado. Esto es otra vertiente de lo que es la corrupción en la política y lo que son las mafias, reducidas a un sector de la cúpula policial, además de la utilización indebida de su poder por parte del Gobierno. Y todo ello con un comisario y una gente de por medio que llaman la “policía patriótica” y que lo que más me jode es que algunos de ellos han sido condecorados hasta hace poco. Es lamentable. Lo ocurrido con Pujol, Pablo Iglesias o algunos dirigentes socialistas es una autentica vergüenza porque es una ataque directo al Estado de Derecho y a las bases de la democracia. Eso requiere, como entiendo que se está haciendo en la Audiencia Nacional, una investigación a fondo caiga quien caiga y considero que las palabras de Grande-Marlaska tranquilizan, porque no lo veo yo soportando una situación así en su estructura de mando. Pero, no se puede comparar. Lo de los GAL fue gravísimo pero, además, retrasó una toma de conciencia y una mayor deslegitimación del terrorismo de ETA por parte de sectores nacionalistas, que se alimentaron de la existencia de los GAL para seguir justificando o tolerando el terrorismo de ETA.
"Lo que más me jode es que algunos de la policía patriótica hayan sido condecorados hasta hace poco. Es lamentable”.
¿No ha estado el Gobierno y el PSOE algo tibio con este asunto como si le tuviera miedo? ¿Por qué quiere sacar este tema de la campaña? ¿No son graves las acusaciones que está vertiendo Unidas Podemos contra Sánchez?
No. Ha habido respuestas muy clara, escuetas y rotundas diciendo que las cloacas del Estado ya no existen.. Otra cosa es que dentro de nuestra estrategia de campaña alimentemos una determinada cuestión.
Entonces, usted cree que ni el PSOE ni el Gobierno tiene ningún miedo a este tema ni que le pueda salpicar.
No. Además, soy responsable de transparencia (se ríe). A mí nadie me tuvo que dar permiso para publicar el artículo que publiqué sobre este asunto el lunes. No tenemos nada que temer y, en estos caso, hay que decir que salga todo lo que tenga que salir, que la Justicia tenga toda la colaboración del Gobierno y del Estado, y que estas cosas no sirvan a nadie para quedarse indefenso del espionaje del que haya podido ser objeto.
Y, por último, ¿Qué va a pasar el 28-A? ¿Se atreve a hacer una porra?
No soy partidario de hacer porras. Yo diría que tenemos grandes posibilidades de ser la primera fuerza, pero que eso no basta. Hay que ganar por una mayoría amplia y tener un gobierno fuerte, que te permita decidir cómo pactas, con quién pactas y a qué niveles. Pero tengo dos preocupaciones. Una, es que la gente progresista, demócrata consecuente y la gente de izquierda no se movilice en suficiente grado para contrarrestar una movilización de las derechas que va a ser tremenda. porque les han vendido tantas miserias y esa gran mentira de que hemos vendido España, de que España se está rompiendo, que hemos pactado con los filoetarras o que Sánchez es un traidor, que las derechas están hipermovilizadas. La izquierda tiene que movilizarse, que algunas encuestas no las desmovilicen y que crean que su voto no es necesario. Su voto es imprescindible.
Y, en segundo lugar, no se´si es correcto decirlo o no decirlo pero es lo que pienso. Espero que Unidas Podemos no tenga un gran pinchazo. Espero que sea un interlocutor bueno como lo ha sido en estos nueve meses, para avanzar colaborando en proyectos de coincidencias, con diálogo y con concesiones por todas las partes, como es lógico en una izquierda que es plural.
Por lo que usted me dice, es claro que sería partidario de pactar con Unidas Podemos.
Esa pregunta, como usted sabe, no la puedo responder ahora.
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