Esta próxima semana es clave para una de las leyes del Gobierno que ha generado más polémica. El jueves se votará en el Pleno del Congreso la reforma de la ley del solo sí es sí. Los socialistas quieren asegurarse al cien por cien de que la iniciativa saldrá adelante. En este caso, gracias a la participación del PP. Para ello, el PSOE se abre ahora a negociar algunas de las enmiendas presentadas por los populares, según reconocen fuentes de la dirección federal. 

Las enmiendas que se incluirían, en todo caso, serían las "técnicas", según estas mismas fuentes. Nada que afecte a asuntos de calado político o jurídico. Desde la cúpula socialista consideran que este jueves, con la aprobación de la reforma en la Cámara Baja, el asunto quedará "amortizado" de cara a la opinión pública. En Moncloa y Ferraz tenían preocupación del desgaste que les estaba suponiendo el asunto. 

Por su parte, el PP presiona a los socialistas a aceptar alguna de sus propuestas. "Hemos presentado unas enmiendas técnicas que vienen a mejorar algunas cuestiones que contienen errores. Lo lógico es que sean atendidas y se hable sobre ellas. Esperamos la llamada del PSOE para abordar en profundidad las enmiendas, una llamada que, por cierto, no se ha producido", señaló la pasada semana la portavoz parlamentaria de los populares, Cuca Gamarra. 

En el PSOE han ido cambiando su posición sobre acercarse al PP conforme han ido pasando las semanas. En un primer momento, fueron tajantes con que con los populares no tendrían nada que hablar ni negociar. "Se tendrán que retratar", destacaban en Ferraz antes de admitirse la toma en consideración, que supuso una ruptura entre el PSOE y sus socios de Unidas Podemos. 

Mientras tanto, los socialistas rechazan incluir enmiendas de sus socios de Unidas Podemos, que han actuado conjuntamente en este asunto con los aliados parlamentarios habituales de ERC  y EH Bildu. La norma presentada por el Ministerio de Igualdad que lidera Irene Montero ha provocado "efectos indeseados", según reconocen todas las partes. Las reducciones de penas y excarcelaciones producidas han provocado, según Moncloa y Ferraz, cierta "alarma social". 

La disputa entre socialistas y morados se ha extendido en el tiempo durante semanas. Desde Podemos han acusado a los socialistas de "volver al Código Penal de La Manada". Una interpretación que realizan también desde diferentes sectores juristas, que advierten además de que no se logrará parar las reducciones de penas. El PSOE defiende que no se toca en ningún caso el consentimiento como parte troncal de la reforma.