El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, manifestó este lunes que “los servicios de inteligencia investigan los últimos actos de violencia en Catalunya para ver si existen vínculos con responsables políticos”, en referencia al independentismo institucional, y que llegarán hasta "el final".

Sánchez, en una entrevista en Telecinco, explicó que existen varias líneas de investigación: una sobre  "los más de 200 detenidos" que ha habido en las últimas semanas y sobre los que se deberá determinar si con sus acciones de protesta han incurrido en algún tipo de responsabilidad administrativa o penal; y otra se centra en ver si existen posibles vínculos entre responsables políticos de las fuerzas independentistas con algunas de las plataformas que han  convocado las movilizaciones tras la sentencia del Tribunal Supremo juicio del procés.

El presidente en funciones volvió a defender cómo está afrontando el Gobierno la difícil situación de Catalunya, y aseguró que se ha hecho “con anticipación y prevención”. También apuntó que su gestión se ha guiado por “la firmeza y la proporcionalidad”, lamentando que no haya podido hacerlo con unidad por la actitud de los partidos de la oposición.

Durante toda la entrevista, Sanchez insistió en la necesidad de que España tenga un Gobierno fuerte y estable, y recordó que los independentistas son los primeros interesados en que haya un Gobierno débil en España.

Por ello, se dirigió por primera vez en esta precampaña a los indecisos, “para que sean conscientes de que su voto es importante, no sólo para ver quién gana las elecciones, sino para tener un horizonte de estabilidad”; afirmó.

Sánchez no quiso dar demasiada importancia a las encuestas que hablan de un estancamiento del voto socialista con tendencia a la baja, pero sí las citó para señalar que todas ellas apuntan a que el único partido que puede formar un Gobierno es el PSOE.

El líder socialista indicó que ese es su objetivo para estas elecciones es “poder formar un Gobierno progresista, coherente y estable”, y recordó que España lleva ya muchos años frente al muro del bloqueo.

Sánchez defendió también que la exhumación del dictador Francisco Franco no supone reabrir heridas, pero repitió dos veces que “la etapa democrática es fruto del perdón, pero no puede ser resultado del olvido”.

Aseguró que con la exhumación ya se ha “resignificado” el Valle de los Caídos, y vinculó su futuro a lo que se decida con las asociaciones de la memoria y de las víctimas del franquismo.