El pleno de Les Corts Valencianes ha aprobado este jueves, con los votos a favor de PP y Vox y en contra de PSPV-PSOE y Compromís, la denominada Ley de Concordia, que sustituye a la Ley de Memoria Democrática y para la Convivencia de 2017. Los diputados del grupo socialista mostraron, en señal de protesta, una pancarta en la que se podía leer "veritat, justícia, reparació" (verdad, justicia, reparación), mientras que los parlamentarios de Compromís enseñaron libros relacionados con la memoria democrática.

La nueva norma fue debatida el miércoles en medio de enfrentamientos entre los diferentes grupos parlamentarios, que expusieron visiones opuestas de la Historia para argumentar sus posiciones de voto. La Ley de Concordia abarca desde 1931 hasta la actualidad, incluyendo la Segunda República, la Guerra Civil, la dictadura, el terrorismo de ETA y el islámico, mientras que la ley anterior se centraba en las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo.

Según sus impulsores, la nueva ley supone "la reconciliación frente al odio" y restaura "por igual los derechos de todas las víctimas independientemente de con qué manos y dónde fueron asesinadas". Para PSPV y Compromís, en cambio, esta ley deroga "una ley cargada de derechos de la ciudadanía" y pretende "igualar dictadura con democracia". La ley consta de cinco artículos, deroga la Ley de Memoria Democrática de 2017 y disuelve todos los organismos públicos derivados de ella, como el Instituto Valenciano de la Memoria Democrática.

El Gobierno la llevará al TC

La nueva legislación también crea la Unidad de Concordia, que establece la elaboración de un Catálogo de vestigios y menciona 'lugares de concordia' donde han ocurrido "hechos de singular relevancia por su significación histórica, simbólica o por su repercusión en la memoria colectiva". Los procedimientos iniciados bajo la ley de 2017 que no se hayan concluido decaerán automáticamente con la entrada en vigor de la nueva ley, excepto los procesos de exhumación.

Durante la sesión de votación, los diputados y cargos del PP y Vox se mostraron en sintonía. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, del PP, dedicó gestos de complicidad al vicepresidente y consejero de Cultura, Vicente Barrera, de Vox. Ambos se abrazaban después de que este miércoles Abacal anunciase la ruptura de los gobiernos de coalición con el PP en cinco autonomías por el reparto de menores migrantes. 

La secretaria general del PSPV-PSOE, Diana Morant, criticó el "blanqueamiento del franquismo" y anunció la voluntad del Gobierno de recurrir la ley al Tribunal Constitucional.

Para la derecha, la ley de Concordia supone "la reconciliación frente al odio" y restauraría "por igual los derechos de todas las víctimas independientemente de qué manos y dónde fueron asesinadas". Para PSPV-PSOE y Compromís, la norma es un "panfleto franquista" que "iguala dictadura y democracia". 

Durante el debate, se encontraban presentes las nietas de tres represaliados por el franquismo, recordando a figuras como Vicent Miquel Carceller, Teófilo Alcorisa, y Juan Bautista Peset Aleixandre, todos asesinados tras la Guerra Civil.

La socialista Mercedes Caballero criticó que "mientras la voz del pueblo francés se alza contra la extrema derecha, aquí siguen alimentando a la bestia". La portavoz adjunta de Compromís, Isaura Navarro, afirmó que recurrirán la Ley de Concordia ante cualquier instancia judicial, tanto estatal como internacional.