El Partido Popular ha sentenciado a Carlos Mazón y asume que, una vez superada la fase más crítica de la DANA, se desatará una tormenta política en torno a su futuro. En el PP no le ven con posibilidades de continuar en el cargo tras esta crisis, aunque fuentes populares consultadas por este medio no descartan que "él quiera aguantar". De hacerlo, será sin el apoyo de Alberto Núñez Feijóo y contra los intereses de la dirección nacional del PP.

Mazón está en el ojo del huracán en todos lo sentidos y miembros de su partido subrayan ahora que sus "tensiones" con Feijóo vienen de lejos. El valenciano fue el primero en cerrar el pacto de gobierno con Vox en un movimiento que pilló por sorpresa a Génova y cayó como un jarro de agua fría: era 13 de junio de 2023 y Feijóo había convocado a los medios de comunicación en el Palacio de Aranjuez para presentar a sus cabezas de lista provinciales para las elecciones del 23 de julio; el presidente nacional del PP salió abruptamente del lugar porque pocos minutos después se haría público el documento del acuerdo con la extrema derecha firmado por Mazón. Génova no pudo esconder que no sabía nada de aquél pacto, ni los tiempos ni el contenido.

El ahora president de la Generalitat asumió por completo las tesis del partido de Santiago Abascal y aquella fue la pista de despegue de Feijóo para las generales. La gestión de los pactos con Vox fue un "desastre", según reconocerían tiempo después barones y miembros de la dirección nacional a Público. Fuentes del PP aseguran que Feijóo "responsabiliza" a Mazón de aquello.

Esta falta de sintonía se hizo evidente desde el primer momento de la DANA. Feijóo y Mazón no han mostrado unidad y coordinación en el mensaje en ningún momento de los últimos diez días. El jueves 31 de octubre, en la primera —y, por el momento, única— visita del líder de la oposición a la provincia de València, Mazón dejó solo a Feijóo en el señalamiento a la AEMET y las críticas al Gobierno y mostró una imagen de unidad absoluta con Pedro Sánchez.

Cinco días tardó Feijóo en devolverle el golpe. El lunes 4 de noviembre, el presidente del PP hizo una intervención en la sede nacional del partido en la que ignoró por completo al jefe del Consell Valencià y pidió al Gobierno que le quitase el mando de la gestión.

Génova intenta ahora disimular la presión

Durante al menos 72 horas —entre el sábado 2 de noviembre y el miércoles 6—, ningún cargo relevante del PP mencionó a Mazón. Barones y miembros de la dirección nacional evitaron referirse a él y centraron sus declaraciones en el Ejecutivo, al que seguían exigiendo declarar la emergencia nacional contra el criterio de su compañero de partido. En una rueda de prensa en la sede de la calle Génova, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, evitó explicar si Feijóo le había pedido directamente a Mazón que solicitase a Sánchez la emergencia nacional. Hasta dos veces le preguntaron los periodistas sin obtener respuesta.

Con todo, fue la primera en referirse al president después de varios días de silencio. "De lo que no hay ninguna duda y es absolutamente indiscutible, es que el presidente Mazón y toda la Generalitat se ha volcado con todo lo que tenía desde el primer momento", dijo Gamarra. Un día después, Miguel Tellado, portavoz en el Congreso, repetiría exactamente las mismas palabras y algunas más: "Le corresponde a Mazón dar explicaciones sobre la agenda de ese día", señaló al ser preguntado por las cinco horas en blanco de Mazón el pasado 29 de octubre durante las que, según sabemos ahora pese a que la Generalitat lo intentó ocultar, estuvo en un restaurante hasta las seis de la tarde.

Mientras se conocía la noticia que desmentía su relato, Mazón estaba reunido en videoconferencia con Feijóo y el resto de presidentes autonómicos del PP. Un maquillaje de unidad para el partido, que se ha dado cuenta de que la imagen de soledad de Mazón tan brusca y evidente tampoco les conviene. 

Este sábado, Tellado ha afirmado este sábado que el actual "no es el momento de analizar responsabilidades" sobre la gestión del president. Según él, "Carlos Mazón está gestionando una catástrofe de primer nivel, dando la cara", mientras que, en referencia al Gobierno, ha aludido a las "debilidades ante emergencias de esta característica" y a la búsqueda de "tajada política" por parte del PSOE ante una "catástrofe sin precedentes en el último siglo", informa Efe.

Pero lo que quieren evitar a toda costa es a salir damnificados de la mala gestión de la Generalitat. De ahí que la estrategia del PP sea clara: culpar a Sánchez y dejar caer a Mazón para, si acaba dimitiendo, exigirle la misma responsabilidad al presidente del Gobierno. 

¿Y qué pasa con el PP valenciano si dimite el president? María José Catalá, alcaldesa de València, es el primer nombre en la lista de sucesión. Ya lo era antes de la crisis política provocada por la DANA. Distintos cargos del PP coinciden en señalar que "es buena" y, sobre todo, "se nota que tiene ambición".