Este artículo se publicó hace 17 años.
El PP no logra penalizar la ausencia de banderas
Es imposible instar al Ejecutivo a impulsar una reforma del Código Penal a dos meses del final de la legislatura
El PP se quedó solo ayer en su pretensión de que se inhabilite a los alcaldes que se nieguen a colocar la bandera española en los balcones de sus ayuntamientos y, además, le cayó un chorreo político del resto de grupos por plantearlo.
Las proposiciones no de ley como la defendida por el Grupo Popular tienen una valor relativo y sirven para instar al Gobierno a tomar una determinada decisión. En este caso, es aún más simbólico porque, aunque se hubiera aprobado ayer, es imposible instar al Ejecutivo a impulsar una reforma del Código Penal a dos meses del final de la legislatura.
Es decir, independientemente del fondo de su proposición, el PP pretendía que se aprobara un imposible, porque la reforma que propone tiene un recorrido no inferior a seis meses.
Por eso, todos los demás grupos le preguntaron ayer al PP por qué no incluyó esta reforma en la docena de cambios del Código Penal que impulsó en los ocho años en los que gobernó.Ana Torme, diputada del PP, defendió la proposición con el argumento de que "cuando la bandera está ausente del mástil, supone que los derechos y libertades de esa comunidad también están ausentes".
El socialista Ramón Jáuregui le explicó que el PSOE rechazaba la proposición por tres razones: primero, porque en el debate constitucional todos los partidos, incluida AP, rechazaron penalizar la ausencia de banderas en los ayuntamientos; segundo, porque en el Derecho comparado no existe ningún precepto así y tercero, por "inteligencia política", porque para respetar las banderas "hay que convencer, no vencer".
PNV y CiU utilizaron argumentos jurídicos porque, según Emilio Olabarría, la jurisprudencia asegura que es imposible imponer de manera cohercitiva el uso de la bandera y y no se puede anular la voluntad popular inhabilitando a centenares de alcaldes elegidos.
IU y ERC fueron por lo político porque, según Gaspar Llamazares, la propuesta del PP supone un "patrioterismo excluyente" y según Laia Cañigueral "cada vuelta de tuerca del PP crea centenares de independentistas".
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