Isabel Díaz Ayuso dice que ha habido cambio climático "desde que la Tierra existe" y que las reivindicaciones ecologistas van "contra la evidencia científica"; según Alberto Núñez Feijóo, la Guerra Civil española fue una pelea entre nuestros abuelos y bisabuelos que ya está superada; y ambos han deslizado -Ayuso con más claridad que Feijóo- que el Gobierno pretende acabar con el funcionamiento democrático de las instituciones. Así ha ido asumiendo las  tesis negacionistas y trumpistas procedentes de la extrema derecha el PP liderado por un Feijóo que en abril tomó los mandos de Génova bajo promesas de moderación.

Negacionismo climático

"Desde que la Tierra existe, desde el origen, ha habido siempre cambio climático, ha habido ciclos. Nosotros tendremos que poner medidas para paliarlo pero no pueden seguir contra la evidencia científica únicamente porque siempre tienen detrás, en su cabeza, algo que se llama comunismo". Son las palabras de Ayuso que resonaron el pasado jueves en la Asamblea de Madrid. Mientras la líder del PP hacía suyo el discurso negacionista, en la ciudad egipcia de Sharm el Sheikh dirigentes de doscientos países de todo el mundo estaban reunidos en la Cumbre del Clima que diseña las líneas maestras de la lucha global contra el cambio climático. 

Frente a las declaraciones de Díaz Ayuso, esta reflexión de Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) al presentar el último informe de la institución: "Nos dice en términos científicos lo que la naturaleza nos ha estado diciendo este año, a través de inundaciones mortales, tormentas e incendios devastadores. Tenemos que dejar de llenar nuestra atmósfera de gases de efecto invernadero y tenemos que hacerlo rápido". 

La ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, calificó las afirmaciones de Ayuso como "barbaridades" y "una enorme irresponsabilidad" viniendo de alguien que tiene una posición institucional. "Dice mucho de lo que es esta señora", señaló Ribera. Lo cierto es que no es la primera vez que la presidenta madrileña deja entrever su rechazo a lo que califica como "discursos sentimentales en torno al ecologismo cargados de ideología".

El cambio climático y los efectos devastadores que ya tiene en el presente -y aumentarán en el futuro- es una realidad irrebatible asumida por instituciones y organismos internacionales. 

Revisionismo histórico

También Feijóo ha tenido su propio capítulo polémico al definir así la Guerra Civil española: "Hace 80 años nuestros abuelos y bisabuelos se pelearon y no tiene sentido vivir de los réditos de lo que hicieron". El presidente del PP tampoco ha querido valorar la exhumación de Queipo de Llano de La Macarena y ha sostenido en varias ocasiones que la agenda legislativa en materia de memoria democrática es "reabrir los rencores de la guerra".

Lo cierto es que la Guerra Civil (1936-1939) estalló tras un golpe de Estado a un gobierno democrático y terminó con la implantación de una dictadura que se prolongó 40 años. 

Las denuncias de los sanitarios, un "boicot" 

En otro ejercicio de negacionismo político, Díaz Ayuso tampoco acepta las reivindicaciones del personal sanitario de la Comunidad de Madrid y asegura que "nada tiene que ver con una cuestión laboral, sino política". "¿Qué faltan?, ¿34 médicos? ¿34 médicos dan para una huelga, un boicot y manifestaciones?", dijo este jueves en la cámara madrileña. 

Los datos analizados por Público revelan que la falta de personal en la Atención Primaria de la sanidad pública madrileña lleva a que no dé para cubrir con al menos un médico cada uno de los 78 PAC habilitados en la reestructuración de Ayuso. Durante los diez días que examinó este periódico, no hubo ningún día en el que los PAC funcionaran al 100% (es decir, con al menos un médico, un enfermero y un celador). En el mejor de los casos, situación que se dio el 3 de noviembre, de los 78 centros, solo tenían el personal completo el 51%. 

Negación de la pobreza

Pero quizás el mayor episodio de negacionismo de una realidad social dramática que se haya producido en las filas populares lo protagonizó el consejero de Educación y portavoz de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio. "A alguien le dicen que en Madrid hay tres millones de pobres, pues ¿dónde están?", se preguntó (mirando al suelo) este mes de marzo. Fue su reacción a un estudio elaborado por Cáritas que señalaba que en Madrid 1,5 millones de personas se encuentran en situación de exclusión social. 

Según el informe, el 22% de los madrileños, 370.000 más que en 2019, se encuentran en situación de vulnerabilidad y tienen dificultades para acceder a productos y servicios de primera necesidad.