El PP basa sus acusaciones en informaciones de prensa

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, compareció ayer en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección de su partido. Reaparecía doce días después de haber acusado al Gobierno de pinchazos telefónicos a altos cargos del PP y éste fue el tema estrella, no de su comparecencia previa, donde sólo se refirió a la crisis y a la gripe, sino de las preguntas a las que se enfrentó.

Por mucho que se le cuestionó por el nombre de los dirigentes conservadores que han sido espiados, la número dos del PP, esquivó las preguntas con un "todo lo que tenía que decir sobre ese asunto lo he dicho ya". Era la misma respuesta que aportaba cuando, también insistentemente, se le demandaron las pruebas del espionaje. Pero, en este caso, añadió un matiz, que hasta ahora el PP no había explotado en público: "Hay muchas conversaciones que se han publicado en medios de comunicación a las que con echarle un vistazo sería suficiente". Poco antes había especificado que se trataba de conversaciones "que no forman parte de ningún sumario".

De Cospedal mantuvo que el Gobierno "presiona a la Justicia"

Es decir, que para el PP las pruebas de que dirigentes del partido han sido espiado están en los medios de comunicación. Esta versión fue defendida por De Cospedal hasta en dos ocasiones, que también recalcó que "las denuncias presentadas por el PP están ya en sede judicial y ahora les corresponde investigar a los tribunales". El secreto de sumario sigue vigente aún en la causa que instruye el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Con los argumentos esgrimidos por De Cospedal, las graves acusaciones de espionaje pierden solidez. Después de semanas aferrados a la idea de que disponen de pruebas, el partido presidido por Mariano Rajoy opta como línea de defensa tras un Comité de Dirección por remitir a lo publicado en la prensa. Y por seguir ocultando en público los nombres de los espiados, cuando en un primer momento fuentes del partido difundieron que entre estos figuraban la propia De Cospedal, Federico Trillo y Francisco Camps.

De los dos primeros dirigentes del PP no se ha publicado en prensa transcripción de conversación alguna. Camps, por su parte, fue imputado en la trama valenciana y por tanto, su nombre, independientemente de que se hayan filtrado conversaciones suyas, sí figuraba en las investigaciones.

El partido presidido por Rajoy insiste en no cambiar su línea de defensa

De Cospedal hacía estas declaraciones un día después de que la vicesecretaria de Organización, Ana Mato, admitiera en una rueda de prensa que la denuncia por del partido (por interceptación ilegal de las comunicaciones) es "genérica", aunque deja "entrever" que ha habido espionaje.

La número dos del PP desveló también que a la espera de las resoluciones judiciales de la denuncia del partido, su formación pretende "llegar hasta el final", tanto en sede parlamentaria como en las instituciones europeas, si fuera necesario. En definitiva, que "no hay ningún cambio de estrategia" respecto a la línea marcada por el partido en los próximos días y que reafirmaba sobre sus declaraciones de hace doce días. De hecho, fuentes del PP admitieron que el Comité de Dirección también abordó el tema de los pinchazos en este sentido.

Una vez más, el PP exigió que sea el Gobierno el que demuestre si ha habido escuchas. "En cualquier país democrático si la oposición dice que se siente espiada lo que se hace es abrir una investigación y no insultar", precisó De Cospedal. Además, mantuvo que en los ocho años de Gobierno del PP "nunca en España se produjo este intento de corrupción de las instituciones democráticas". En definitiva, que el Gobierno "presiona a la Justicia".

El próximo día 25, la Diputación Permanente del Congreso debatirá las peticiones de comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno, del ministro del Interior y del Fiscal General del Estado a instancias del PP.