La Comunidad de Madrid anunció este pasado martes que va a invertir 16,6 millones de euros este verano para hacer frente a los efectos de las olas de calor en los centros sociosanitarios madrileños, incluidas las residencias de ancianos, donde el problema se agudiza cuando suben las temperaturas, sobre todo por la falta de climatización. El objetivo declarado es prevenir sus consecuencias en la salud de la población más vulnerable, según explicó Ana Dávila, consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales.

Durante una visita a una residencia para personas mayores en el barrio madrileño de Vallecas, Dávila aseguró: "Buscamos el mayor bienestar para este colectivo". Pero este bienestar se limita, al menos este año, a destinar 420.000 euros a la climatización de esos centros con nuevos sistemas para zonas comunes. En aquellos centros que no cuenten con instalaciones fijas de refrigeración se utilizarán equipos de aires acondicionados portátiles y ventiladores. Estas medidas no resuelven el déficit de climatización de las residencias de mayores en Madrid, un problema que se repite en las escuelas infantiles. 

De hecho, con la llegada del verano y las temperaturas en aumento, muchos centros educativos de la Comunidad de Madrid están experimentando un verdadero calvario. Las promesas del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso de mejorar las condiciones de climatización no se han materializado, un año más, dejando a los niños y al personal docente en situaciones cuestionables, e incluso peligrosas y poco saludables.

Pese a que el plan de la Comunidad de Madrid no incluye la obligatoriedad de colocar instalaciones de aire acondicionado fijos, Dávila quiso recalcar que entre esas actuaciones destacan el análisis de la climatización de los edificios, el control de la ventilación o la medición de la temperatura ambiente con niveles de alerta. 

En los casos de las residencias, la Comunidad de Madrid también ha diseñado un plan específico que incluye el refuerzo de la toma de líquidos, teniendo en cuenta que las personas mayores deben beber diariamente al menos dos litros de agua, así como el traslado de los más vulnerables a las zonas más frescas. En esta época del año, además, se modifican los menús, para que ingieran alimentos como fruta, ensaladas o gazpacho.

Por otro lado, se identifica a los residentes de alto riesgo, definiendo las pautas de prevención e hidratación oportunas y se vigilan los turnos de noche para controlar si presentan cualquier síntoma de malestar, como debilidad, mareos o alteración de la respiración.

Según informa la Cadena Ser, los familiares de los ancianos y dependientes han calificado este plan de la Comunidad de Madrid de "chapuza". "Los ventiladores solo mueven aire caliente que hay dentro de las residencias y los aparatos sustitutivos que pueden refrescar no los van a poner en todas las habitaciones", han asegurado a la Ser.

Recomendaciones generales para la población

El Plan de Actuación de Episodios de Altas Temperaturas del Ejecutivo autonómico recoge toda la información del sistema de Vigilancia y Control relativo a los Efectos de las Olas de Calor de la Consejería de Sanidad y las intervenciones de las distintas consejerías en el ámbito de sus competencias. Además, incluye un conjunto de recomendaciones a la población en general y a los trabajadores dependientes de la Administración autonómica.

Además, los centros sociosanitarios disponen del boletín diario sobre olas de calor de la Dirección General de Salud Pública, que este año como novedad incorpora el nivel diario de radiaciones ultravioletas y las temperaturas mínimas nocturnas.