El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prevé que España reconozca a Palestina como Estado antes del mes de julio y está convencido de que en los próximos meses habrá una serie de acontecimientos en el escenario internacional que van a facilitar que otros países se sumen a ese reconocimiento.

El jefe del Ejecutivo ya había expresado su intención de reconocer a Palestina durante su legislatura y el 22 de marzo participó en una reunión en Bruselas donde se comprometió a llevar a cabo ese reconocimiento cuando "pueda suponer una contribución positiva y las circunstancias sean las correctas".

Sánchez ha acotado en el tiempo la ejecución de este plan explicando que espera llevarlo a cabo antes de que termine el primer semestre del año. Esta decisión es adoptada por el Consejo de Ministros y no necesita el apoyo del Parlamento aunque han asegurado que van a informar al poder legislativo. 

El presidente del Gobierno prevé que entre abril y junio se darán acontecimientos relevantes en el escenario internacional sobre el conflicto de Israel y Palestina y ha aconsejado estar atentos a los debates de las Naciones Unidas. 

Ha insistido en que la pretensión es que el reconocimiento no se haga de forma aislada y que haya un grupo de países que asuman esa responsabilidad y que eso ayude a la resolución del conflicto. Además, ha recordado que dos de los primeros ministros con los que se reunió en Bruselas hace diez días, los de Malta y Eslovenia, representan a países que ahora mismo forman parte del Consejo de Seguridad de la ONU.

Sánchez ha explicado que el objetivo de su gira por Oriente Próximo es conocer de primera mano lo que piensan los países árabes sobre la resolución del conflicto, qué alternativas pretenden liderar para ello y en qué medida puede ayudar España. El viaje de Sánchez tiene un carácter eminentemente político pero incluye una vertiente económica en Arabia Saudí y Catar por las inversiones de estos países en España y las oportunidades que ofrecen para empresas españolas.

La posición que va a defender es la necesidad de un alto el fuego que ponga fin a la catástrofe humanitaria en Gaza, impulsar una conferencia de paz que facilite la solución de los dos estados, apoyar el papel de la ONU para los Refugiados Palestinos y exigir la liberación de los rehenes israelíes en manos de Hamás.

No está previsto que en su reunión con el príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salmán, el mayor accionista de Telefónica, el presidente del Gobierno aborde la decisión del grupo STC (principal grupo de telecomunicaciones de Arabia Saudí) de adquirir el 9,9% de la compañía.

Sánchez ha comentado al respecto que el Gobierno ya ha hablado con Arabia Saudí y existe una relación muy buena, y ha recordado la decisión de que el Estado se haga con el 10% de la compañía para salvaguardar su capacidad estratégica. Por eso ha subrayado que no tiene previsto sacar este asunto en su reunión con Bin Salmán, pero ha precisado que si surge en la conversación, no hay ningún problema en tratarlo.

Tampoco está previsto, según fuentes del Gobierno, hablar de la situación de los derechos humanos en Arabia Saudí, sobre lo que reconocen que hay diferencias. Añaden que para el Gobierno la defensa de los derechos humanos es una prioridad transversal pero han subrayado que hay canales a través de la Unión Europea y también bilateralmente mediante los que se sigue insistiendo en la necesidad de ese respeto.

El viaje del presidente del Gobierno por Oriente Próximo va a enfocarse en el conflicto entre Israel y Palestina y la situación actual de Gaza.