Entrevista a Candela López (Comuns)"Somos una fuerza que arrastra al Partido Socialista hacia políticas a favor de la gente"
Hablamos con la coordinadora nacional de los Comuns, que afrontan una nueva etapa después de que en la reciente asamblea de noviembre renovaran a buena parte de la dirección y apostaran por fortalecer el proyecto con el objetivo de revertir su pérdida de apoyo electoral.
Barcelona-
La nueva etapa de los Comuns, que arrancó tras la asamblea celebrada a mediados de noviembre, pretende revertir el declive electoral de la formación y conseguir mejorar su implantación más allá del área metropolitana de Barcelona. Con las municipales de 2027 en el horizonte, la nueva ejecutiva del partido tiene como coordinadoras nacionales a Candela López y a la concejal en el Ayuntamiento de Barcelona Gemma Tarafa.
Entrevistamos a la primera, que fue alcaldesa de Castelldefels entre 2015 y 2017, es vicepresidenta de la Diputación de Barcelona y está a punto de dejar su cargo de diputada en el Congreso. López es la única de las tres coordinadoras de los Comuns escogidas en 2019 que continúa al frente del espacio, después de las renuncias de Ada Colau y la líder del partido en el Parlament, Jéssica Albiach. Con ella abordamos los primeros meses de la presidencia de Illa, las negociaciones de los presupuestos catalanes, las políticas de vivienda, las relaciones entre las izquierdas, el futuro de Sumar o cómo afrontar el auge global de la extrema derecha.
Han pasado cinco meses desde la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat, que logró con el apoyo de su partido, entre otros. ¿Qué balance hacen del inicio del mandato?
Fuimos muy exigentes en la negociación con el Partido Socialista para iniciar esta nueva etapa y consideramos que conseguimos un muy buen acuerdo de investidura, con bloques tan importantes como la vivienda o los servicios públicos, donde hay avances importantes en educación y sanidad. En el balance hasta ahora nos falta ver resultados, pero entendemos que los presupuestos son lo que nos tiene que permitir ver medidas concretas. Necesitamos ver pasos para que el PSC cumpla los acuerdos de investidura con nosotros y con ERC y haya políticas progresistas que supongan un avance de derechos sociales y democráticos de Catalunya.
¿En qué estado se encuentra la negociación de los presupuestos? Según la consellera de Economía, Alícia Romero, está muy avanzada y solo faltan "algunos flecos", pero los representantes de los Comuns divergen de esta versión.
Nos sorprende que la consellera diga que solo faltan flecos cuando solo hemos abierto una primera carpeta, que es la de vivienda. Queda mucho trabajo por hacer. Queremos concreción de esta carpeta, que es prioritaria para nosotros, y ya hemos dicho que si a finales de enero no la tenemos sobre cómo se aplicará el régimen sancionador [de la ley de la vivienda] nos levantaremos de la mesa y no continuaremos la negociación. Queremos avances y que sean rápidos para que esto pueda tirar adelante y poder tener un acuerdo de presupuestos con todas las medidas que planteamos incorporadas.
Además del régimen sancionador, también queremos la construcción de los 50.000 pisos públicos nuevos, que se rehabiliten 150.000 más y que se destinen más recursos para políticas de vivienda. Y después queremos abordar otros temas, como la sanidad, con la mejora de la atención primaria, o en el ámbito educativo los compromisos con el 0-3 o la gratuidad de las extraescolares o los comedores. Todavía nos queda mucha concreción para poder cerrar estos acuerdos.
¿Si durante 2025 se avanza en el cumplimiento de lo que fijaba el acuerdo de investidura y llegan a un buen pacto de presupuestos, de aquí unos meses se podrían plantear entrar en el Govern?
Tenemos que ver si realmente el nuevo Govern impulsa políticas a favor de la gente
Queda mucho por avanzar para llegar a esta hipótesis, no estamos en este planteamiento. Conseguimos un buen acuerdo de investidura y ahora necesitamos una primera concreción en los presupuestos y después tendremos que ir evaluando el cumplimiento y ver si esta nueva etapa en Catalunya y este nuevo Govern realmente impulsa políticas a favor de la gente y en respuesta a las principales problemáticas.
¿La ampliación del aeropuerto del Prat será una línea roja?
En la negociación de la investidura no conseguimos blindarlo, pero nuestro posicionamiento siempre ha sido muy claro en contra de la ampliación del aeropuerto. Pero podemos poner en valor que conseguimos una gran movilización en contra. Ahora mismo entendemos que el calendario se alargará y tengo la sensación de que hasta 2027 no tendremos ninguna concreción en este tema. Pero evidentemente nuestro posicionamiento siempre será claro en contra. Y también desde allá donde estamos y con la fuerza que tenemos también hacemos nuestros pasos para intentar que esto cada vez sea menos posible. Lo hacemos desde el Ayuntamiento del Prat, pero también esta semana el ministro de Cultura anunciaba la compra de la Casa Gomis, situada en el entorno del aeropuerto, con la voluntad de protección de un bien cultural de alto valor arquitectónico, pero también de un bien natural en el entorno. Y entendemos que medidas como esta tienen que poner más trabas a la ampliación.
En el próximo pleno del Parlament se tiene que aprobar la reversión de los privilegios fiscales al Hard Rock. ¿Cree que la medida torpedea definitivamente el proyecto? Tanto alcaldes de la zona como el propio Govern insisten en que no tiene que ser así.
La misma patronal del juego fue la que dijo que con un incremento de la fiscalidad al 55% esto no sería posible y, por lo tanto, que los promotores se echarían atrás. Cuando hablamos de Hard Rock lo hacemos de un modelo de país que entendemos que va en contra del sentido común, por el consumo de agua y el impacto ambiental brutal que puede tener una instalación así en un contexto de emergencia climática. Y hablamos de un territorio que necesita otro tipo de diversificación económica. Con el cambio fiscal conseguiremos 1.000 máquinas tragaperras y 300 mesas de juego menos en Catalunya y esto también es un mensaje muy positivo de cara a la salud mental y en contra de las adicciones. Y nos sirve como ejemplo del modelo de país que queremos defender, como lo es estar en contra de la ampliación del aeropuerto o del Quart Cinturó. Un modelo que está a favor de una mayoría social y en contra de unas élites y los intereses de unos pocos.
Cuando hablamos del Hard Rock lo hacemos de un modelo de país que va en contra del sentido común
¿La regulación del alquiler de temporada tiene que ser una cuestión del Ejecutivo estatal y el Congreso o también se tiene que afrontar desde el Parlament?
Evidentemente todo lo que se pueda hacer desde las administraciones se tiene que probar. Ahora está la carpeta del alquiler de temporada, que conseguimos acelerar y se inicia la tramitación en el Congreso. Pero también se tiene que incidir desde otras instituciones. Y, por ejemplo, en la negociación de las ordenanzas del Ayuntamiento de Barcelona también hemos situado la regulación del alquiler de temporada a través de la modificación del Plan General Metropolitano (PGM) . Es importante buscar todas las fórmulas posibles y aquí la Generalitat también lo tiene que hacer.
Hace una década, cuando se empezó a articular el proyecto político de los Comuns, la vivienda ya aparecía como una de sus grandes banderas. Es evidente que ahora se ha situado en la primera línea de la agenda política, pero, en cambio, no se ha conseguido resolver la problemática. ¿Esto es uno de los elementos que explica el avance de propuestas antipolíticas, como las de la extrema derecha, y la crisis de los partidos de izquierda?
Primero es importante situar que allá donde hemos gobernado hemos avanzado en estas políticas. Por ejemplo, tenemos la alcaldía de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) y allí la vivienda pública es el 6% del total, cuando la media en Catalunya no llega al 2%. Donde gobernamos intentamos mejorar las condiciones en materia de vivienda y también nos inventamos instrumentos, como la construcción en Barcelona de los APROP (Alojamientos de Proximidad Provisionales) o la reserva del 30%. Pero es evidente que el problema se continúa agravando, porque no solo se trata de hacer pequeñas acciones, sino de que todas las instituciones se tienen que tomar seriamente aplicar medidas para rebajar el precio de la vivienda y para ofrecer condiciones dignas de vida a la ciudadana. Por eso ahora en cada institución estamos situando nuevas medidas que creemos que se deben aplicar. También hemos conseguido que otras fuerzas políticas sitúen la vivienda como prioridad y empiecen a creer que se tiene que abordar y a tomar medidas.
¿Lo dice por el Partido Socialista?
La gente necesita instituciones que hagan políticas valientes y den soluciones a sus problemas
Exacto y esto es un tema importante. Pero evidentemente existe un contexto adverso para las izquierdas y muy favorecedor para las extremas derechas que tiene mucho que ver con las condiciones de vida de la gente. Y, al final, la gente lo que necesita son instituciones que hagan políticas valientes y den soluciones a sus problemas, y la vivienda es un tema capital para que puedan confiar en ellas y las perciban como útiles. Lo que vemos es que la extrema derecha se está aprovechando de estas carencias para hacer crecer el odio y generar miedo.
En una entrevista reciente comentaba que en la nueva etapa de los Comuns pondrán mucho el foco en cuestiones materiales y que lo harán con un lenguaje más llano, para llegar a todo el mundo.
Creo que se trata de conectar con la gente. Uno de los retos que situamos en la asamblea era que la gente encontrara en nuestra fuerza política la respuesta a sus problemas y, por lo tanto, que nos viera como una fuerza útil. Tenemos que hablar de lo que le pasa a la gente, como que le cuesta llegar a final de mes o llenar la cesta de la compra, para que la gente vea que las instituciones aplican medidas concretas, como la mejora del salario mínimo o el escudo social, para que pueda sostener mejor sus vidas.
Queremos ser el partido de la igualdad y el clima
En esto hay una parte de lenguaje y de explicar las cosas con más claridad, pero a la vez en el marco de la asamblea también defendíamos la necesidad de fortalecernos ideológicamente. Y hacerlo en base a esta lucha a favor de la igualdad en sentido amplio y de la lucha contra un cambio climático que cada vez es más evidente, y que lo tenemos que trasladar a medidas concretas que tenemos que impulsar desde todas las instituciones para reducir la contaminación o mejorar la salud de la gente. Queremos ser el partido de la igualdad y el clima. Con la asamblea también queríamos fortalecer nuestro proyecto catalán, que se nos identifique como una fuerza soberana, identificada con luchas concretas a favor de la ciudadanía. Veníamos de una época con muchas elecciones, con poco tiempo para poder fortalecer nuestra organización y creemos que era necesario.
Si ponemos el foco en Barcelona, han insistido que la entrada en el Gobierno municipal ya es una "pantalla pasada", pero sí que han permitido la aprobación de las ordenanzas fiscales y negocian los presupuestos. ¿El papel en lo que queda de mandato será este, es decir, quedarse en la oposición, pero colaborando con el Gobierno para hacer mover al Partido Socialista?
Somos una fuerza decisiva en todas las instituciones y con esto conseguimos impulsar políticas que tienen que mejorar la vida de la gente. Lo que estamos haciendo es usar esta fuerza para arrastrar al PSC a políticas favorables al derecho a la vivienda en Catalunya, por ejemplo. En Barcelona también lo estamos haciendo. Lo hemos hecho con las ordenanzas, con lo que comentábamos de la regulación de los alquileres de temporada, pero también con la reducción de siete a cinco de las terminales de cruceros [del Puerto] y ahora abriremos la carpeta de los presupuestos donde situaremos temas importantes para nosotros, como la defensa de los ejes verdes, la funeraria pública o el blindaje de medidas como la reserva del 30% de vivienda protegida. No puede pasar que todas las instituciones estén avanzando en medidas para favorecer el derecho a la vivienda y Barcelona, que había sido líder y pionera, vaya hacia atrás. La voluntad es que la nuestra sea una fuerza decisiva en todas las instituciones para mejorar las condiciones de la gente y lo haremos en el Ayuntamiento de Barcelona, en la Generalitat y en el Gobierno del Estado.
Estas tres instituciones están encabezadas por el Partido Socialista. ¿Temen que se les perciba como su fuerza subsidiaria, si quiere con capacidad para hacerlo mover hacia la izquierda en algunos ámbitos?
Somos una fuerza decisiva en todas las instituciones y con esto conseguimos impulsar políticas que tienen que mejorar la vida de la gente
Creo que más bien es todo lo contrario. Al final lo que conseguimos es que todas estas instituciones hagan políticas sociales, a favor del derecho a la vivienda, o la batalla que estamos haciendo ahora en el Estado para reducir la jornada laboral... Más que una muleta, somos una fuerza que arrastra al Partido Socialista hacia políticas a favor de la gente. Y lo hacemos desde dentro del Gobierno en el Estado y desde la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona y en el Parlament, pero también desde muchos pueblos y ciudades. Está claro que el presidente de la Generalitat no defendía en campaña lo mismo que ahora teniendo que llegar a acuerdos con nosotros, y le pasa lo mismo a Pedro Sánchez. A Collboni seguramente es a quien le cuesta más hacer este cambio, pero tenemos que conseguir que las condiciones de vida de la gente de Barcelona no empeoren y que la ciudad no vaya hacia atrás en medidas contra el cambio climático o en políticas de vivienda.
¿En el caso de Barcelona, uno de los grandes retos es potenciar nuevos liderazgos o siempre está la carta de volver a presentar en 2027 a Ada Colau como candidata?
El presidente de la Generalitat no defendía en campaña lo mismo que ahora
Creo que Barcelona no está ahora mismo en esta reflexión. Respetamos una decisión personal de Ada de finalizar una etapa, después de haber estado batallando por un acuerdo de izquierdas en el Ayuntamiento de Barcelona, que claramente se vio que el Partido Socialista no lo quería. Y ahora mismo en lo que estamos centrados es en las políticas que creemos que se tienen que aplicar. Cuando lleguen las elecciones, pues ya se valorará los perfiles y los liderazgos que tienen que afrontarlo. Pero tenemos una grande lideresa en el Ayuntamiento de Barcelona, que es Janet Sanz, con un muy buen equipo de concejales y mucha experiencia de gestión municipal.
En la asamblea de noviembre aprobaron una profunda renovación de la dirección, después de un mal último ciclo electoral. Más allá de la tendencia global de la caída de las izquierdas, ¿en que creen qué han fallado para retroceder en casi todas las citas con las urnas?
Avanzamos un año la asamblea porque llevábamos un ciclo electoral adverso y queríamos hacer la reflexión de manera colectiva con el conjunto de nuestra organización para ver cómo nos redefiníamos y resituábamos con los retos que teníamos por delante. Por ejemplo, uno de los retos que salió es que teníamos que fortalecer nuestra organización en todo el país, tenemos que conseguir que la fuerza de los Comuns esté en todas partes. Y ahora con Gemma [Tarafa] estamos yendo pueblo a pueblo y ciudad a ciudad para conocer muy de cerca las realidades de cada ámbito territorial y como podemos ayudar a nuestra gente o, incluso, cómo llegar donde no estamos.
Tenemos el reto de fortalecer a nuestra organización en todas partes
También queremos fortalecer el proyecto de los Comuns como fuerza autónoma en Catalunya, con su propio relato con temas concretos con los cuales se nos pueda identificar. También hemos situado el objetivo de las elecciones municipales del 2027. Entendemos que hacerlo nos ayudará a fortalecer nuestro espacio, aterrizar en muchos más pueblos y ciudades con nuestra marca y proyecto y conseguir tener mejores resultados. Y que después haya también una traslación a otras instituciones.
El último ciclo electoral no solo ha sido negativo para los Comuns, sino para el conjunto de las izquierdas soberanistas catalanas, con caídas todavía más acusadas de ERC y la CUP. Entre las tres han pasado de sumar 50 diputados en el Parlament a solo 30. En la actual situación y con el avance de la extrema derecha, ¿se plantean articular una colaboración más estrecha?
Es una mala noticia para el país cómo ha menguado la representación de las izquierdas soberanistas. Y es importante situar temas prioritarios en los cuales nos tenemos que poner de acuerdo, como se comentó en el encuentro de Sobiranies que se hizo en Girona, y lograr avances. Para nosotros siempre es importante el diálogo y el entendimiento entre las izquierdas en sentido amplio. Lo hacemos en Catalunya, pero también en el Estado con otras fuerzas plurinacionales. Y lo continuaremos haciendo.
Seguramente estas formaciones son las que más ponen el foco en cuestiones como la vivienda, la crisis climática o la igualdad, que aparecen al frente de las preocupaciones ciudadanas en las encuestas, pero esto no se ha traducido en un apoyo electoral. ¿Cómo se explica?
La gente tiene que ver soluciones y que sus condiciones de vida mejoran. Cuando nota avances, confía en las instituciones y esto se refleja en los votos de estas fuerzas. También nos toca analizar en qué contexto político estamos viviendo, en el que vemos a Trump y sus magníficas ideas día tras día, las guerras, los intereses de Elon Musk y las multinacionales y cómo la extrema derecha crece en todas partes. Y se ve cómo se aprovechan de las condiciones de vida de la gente más vulnerable. Les dicen qué les está pasando y esto hace que se sientan reflejados en unos discursos que generan odio contra sectores de población, como son las personas migradas, o en discursos que generan más miedo e inseguridad, pero no les dicen que no tienen las recetas para dar soluciones a sus problemas. Lo que necesitan es ver mejoradas sus condiciones de vida y, por lo tanto, hace falta que las instituciones consiguen recuperar su confianza con políticas concretas y valientes.
Tenemos que fortalecer el Estado del bienestar, pero también tenemos que confrontar a la extrema derecha
Tenemos que fortalecer el Estado del bienestar y trabajar por la igualdad de oportunidades, pero también tenemos que confrontar a la extrema derecha y sus bulos. Esto también forma parte de nuestra tarea y desde la proximidad tenemos que explicar a la gente qué intereses defienden unos y qué intereses defienden los otros.
¿En la idea de fortalecer relaciones con las izquierdas, rehacer puentes y reunificar el espacio con Podem será una de las prioridades de la dirección que encabeza?
Los Comunes siempre hemos sido una fuerza que hemos trabajado a favor del entendimiento de las izquierdas. Lo hemos hecho en Catalunya, con la misma configuración de nuestro espacio político, que es la gran experiencia que aglutina a diferentes fuerzas de izquierdas, y lo hicimos después, cuando Podem decidió no formar parte de Catalunya en Comú, al apostar por la coalición electoral. Y también lo hemos hecho en el Estado. Aquí ha sido Podemos quien ha decidido deshacer estos entendimientos y romper los acuerdos, primero en el ámbito estatal saliendo del grupo parlamentario, y después en Catalunya al no presentarse conjuntamente en las elecciones. Nuestra hoja de ruta siempre se ha basado en este acuerdo con todas las fuerzas de la izquierda transformadora con las cuales queremos trabajar y lo continuará siendo en todas partes, aquí en Catalunya y también en el Estado. Entendemos que ahora mismo es importante el papel que tienen Yolanda Díaz y Sumar para salvaguardar y proteger al Gobierno progresista en el Estado, pero esto no quita que también se tiene que hacer una reflexión colectiva de cara al futuro de cómo tenemos que trabajar y como nos tenemos que presentar.
¿Esta reflexión colectiva pasa por la configuración de una nueva organización o un nuevo paraguas que no sea Sumar y que pueda aglutinar a todos estos espacios que poco o mucho se han disgregado los últimos años?
En el Estado se tiene que hacer una reflexión colectiva de cara al futuro de cómo tenemos que trabajar y como nos tenemos que presentar
Creo que esta reflexión no tiene que partir de ideas previas tomadas por las organizaciones, sino que se tiene que basar en el diálogo y en el acuerdo que hacemos colectivamente todas las fuerzas políticas, sociales y esperamos que también gente que no ha estado implicada en política hasta ahora. Se trata de que entendamos cuál es la mejor manera y el mejor instrumento para trabajar. Existen mil fórmulas y no tenemos ninguna idea previa de cómo se tiene que hacer, pero sí que colectivamente nos tenemos que sentar entre todos y trabajar para hacerlo posible.
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