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Paco Cerdà, escritor: "Franco y Primo de Rivera no se soportaban"

El periodista recorre en su último libro los 467 kilómetros que separan Alacant y El Escorial junto al séquito de falangistas que portaron el cadáver de Primo de Rivera.

El periodista y escritor Paco Cerdà, autor de 'Presentes'.
El periodista y escritor Paco Cerdà, autor de 'Presentes'. Penguin Libros / Cedida

La caída de la Segunda República cumple esta primavera 86 años. Franco murió hace casi medio siglo. José Antonio Primo de Rivera lo hizo mucho antes, durante los primeros meses de bombardeos, torturas y persecuciones. La guerra ha terminado, la dictadura parece que se esfuma –por fin– y muchos exiliados han vuelto a pisar España. Los escombros del fascismo, sin embargo, siguen entre nosotros. Paco Cerdà (Genovés, 1985) recorre en su último libro, Presentes (Penguin Random House), los 467 kilómetros que separan Alacant y El Escorial. Lo hace junto al séquito de falangistas que portaron el cadáver de Primo de Rivera durante once días y diez noches, para demostrar quién había ganado y revelar todo lo que estaba por venir.

Presentes tiene una estructura "cuidadosamente" pensada, que responde al propósito del libro. "La cultura de la muerte impregna todo el viaje, porque un ataúd va al frente y conduce el gran homenaje al fundador de la Falange", señala el autor. Los más fanáticos cruzaron el país desplegando una especie de alfombra roja a su paso por Albacete, Toledo o Madrid. Cerdà, bisnieto de un represaliado por las tropas franquistas, le da la vuelta al relato para encomiar a "los que se quedaron debajo de esa alfombra".

El periodista valenciano, también autor de 14 de abril y El peón, recupera la memoria de todos aquellos a los que el régimen quiso borrar del mapa. Artistas y gente de la cultura, sacerdotes y homosexuales, profesores, periodistas y presos, fusiladores y fusilados frente al paredón. Cerdà hace un exhaustivo viaje al pasado y planta cara a los que insisten en negar nuestra historia, repleta de fantasmas y trincheras. El autor charla con Público en pleno lanzamiento de su novela y analiza la huella del fascismo tras casi cinco décadas de democracia.

¿La Memoria está presente en España?

El título busca precisamente jugar con la terminología. Los protagonistas de cada relato estaban presentes, aunque el régimen quería ocultarlos. El cortejo fue una operación de exaltación y apropiación de la figura de José Antonio, también por parte de Franco. El régimen trató de esconder la cara b de la resistencia y de la represión, por eso he intentado hablar de todos los ausentes en el escaparate del régimen.

El franquismo ha construido la primera Memoria Histórica de España. Es algo que no nace con la ley de Zapatero. Lo que pasa es que la Memoria, por aquel entonces, era muy sectaria, muy fanática y muy excluyente. ¿Hemos sido justos con aquellos presentes? Creo que todavía tenemos mucho camino por recorrer. Paterna, por ejemplo, donde fue fusilado mi bisabuelo, debería erigirse en un símbolo de resonancia estatal para que no olvidemos que la guerra nunca terminó, al menos, hasta que murió el dictador.

El libro pone el foco en el papel de la prensa, de hecho, lo hace en varios relatos. ¿Qué culpa tienen los medios en la herencia del franquismo?

La prensa se dedicó fundamentalmente a dos cosas durante los 11 días que dura el cortejo. En primer lugar, luchar por ver quién era capaz de ejecutar una loa más desmedida de José Antonio, un hombre que durante su vida política sólo logró seducir al 0,4% de los electores. Esto es importante, sólo 46.000 personas confiaban en él, pero de repente se convirtió en un genio, una especie de artífice del Imperio. Las plumas competían entre ellas para ver quién la tenía más larga. La pluma, digo [risas]. En segundo lugar, había una conciencia clara de que no podían despegar la figura de José Antonio de la de Franco. Estas dos dialécticas operan en la propaganda de la época. Es un buen manual de cómo se construye un mito, cómo se edifica un mártir.

"La Memoria Histórica no nace con la ley de Zapatero"

Las migraciones y el exilio vuelven a estar en el debate público. Ni las derechas ni las izquierdas consiguen ponerse de acuerdo. ¿No hemos aprendido nada?

Es una injusticia con tanta gente que viene a este país para aportar, para ayudarnos, para cuidar de nuestros abuelos, para recolectar en el campo, para atender a nuestros niños, para tantas cosas que nosotros no queremos hacer. Me parece injusto con la historia de este país, que ha sido un país de exilio. México, Argentina, Francia y Suiza recibieron a miles de españoles con los brazos abiertos. Esto debería iluminarnos y hacernos pensar. ¿Hay algo que tenga más fuerza que una maleta y una persona que va detrás de ella para ganarse la vida? Es una cuestión de humanidad que nos debería concitar a todos.

El protagonista de una de las historias es Miguel de Molina. El cantante recibió palizas y sufrió acoso por ser "rojo y maricón". ¿Qué pensaría al ver que casi todo sigue igual 50 años después?

No podemos hacer ese ejercicio de traslación histórica, pero podemos imaginar cómo reaccionaría. Yo creo que Miguel de Molina volvería a levantarse y bailar en el Teatro Pavón, volvería a hacer arte, volvería a demostrar que con miedo no hay libertad que valga. No se puede vivir con miedo y nadie debería vivir con miedo. La gente intolerante no puede imponer estos paradigmas atroces e inhumanos. 

Miguel de Molina es un personaje que después de recibir una paliza por rojo y maricón, después de que le raparan la cabeza, pidió que le hicieran una peluca para salir a bailar y volver a ser Miguel de Molina. Los que le pegaron la paliza han pasado, pero su legado sigue aquí. Es una putada, porque lo pagó. Miguel de Molina lo pagó y nosotros nos beneficiamos, conseguimos vivir con algo más de libertad.

El cadáver del líder de la Falange recorrió España a hombros de cientos de fascistas, en un desfile sin precedentes. ¿Cómo de utópico sería esto en 2024? 

Este ha sido el caso de exaltación más fuerte que hubo en Europa. Lo que me impacta es que sea tan desconocido. Estamos hablando de 50 grupos de falangistas que recorrieron a pie 467 kilómetros, con relevos, llevando a hombros un féretro, poniendo placas en los lugares por los que pasaban para conmemorar el evento. La gente era capaz de resistir en la cárcel, soportar torturas. Me parece que repetirlo ahora sería distópico.

¿José Antonio y Franco se llevaban bien?

José Antonio y Franco no se soportaban. Esto es algo que poca gente sabe. La imagen que tenemos de José Antonio es la que Franco proyectó, pero no hace gala de su verdadera relación. Había una desconfianza absoluta, había una antítesis de caracteres bestial. Franco era un militar y José Antonio, un abogado. La única vez que se vieron en una entrevista cara a cara no acabaron bien, por eso es tan sorprendente que Franco se apropie y utilice para su rédito personal la figura de José Antonio. ¿Qué pensaría él si levantara la cabeza?

Paco Cerdà, periodista y escritor.
Paco Cerdà, periodista y escritor. Penguin Libros / Cedida

El libro dice también que la camisa de los mandatarios era como su programa político. Los nazis iban de verde, los fascistas italianos de negro y los españoles, de azul. ¿Por qué ese color? 

Los falangistas decidieron apostar por el color azul mahón de los obreros de las fábricas. El ideario falangista tenía entre sus puntos fundacionales la condena del capitalismo, la defensa de los trabajadores y la nacionalización de la banca, por increíble que parezca. Es una historia compleja, rica en matices. La camisa era una forma de decir que eran como el pueblo, que no creían en la democracia, ni en las instituciones. Uy, esto me va sonando algo...

Habla de la quema de libros y la censura en las aulas. ¿Cómo valora las políticas de la derecha y la extrema derecha en este sentido?

Es tan lamentable que tengamos que estar continuamente peleando por la libertad de pensamiento, la libertad de creación y de expresión. España ha vivido un pulso por la represión que sigue el curso del Guadiana, sube y baja, aparece y desaparece. No podemos comparar la España de 1939 con la actual, ¿no? Estaría mal caer en este tipo de comparaciones, pero sí que deberíamos ir superando ciertas cosas...

"La camisa de los fascistas era una forma de decir que eran como el pueblo"

¿Cuál fue el papel de las mujeres durante la guerra y en la dictadura?

Las mujeres empezaron a ocupar por primera vez el espacio público durante la Segunda República. El derecho al voto femenino fue crucial y las primeras periodistas comenzaron a firmar con fuerza en algunos periódicos. Luego llegó la guerra y pasaron a un segundo plano. 

En los 11 días que retrata el libro, las mujeres también tienen su lugar. Pilar Primo de Rivera, hermana de José Antonio, lideró la Sección Femenina de la Falange. Este fue el movimiento de mujeres más grande de la historia de España, el movimiento de masas que más mujeres consiguió reunir. Es curioso, porque Pilar Primo de Rivera intentaba convencer a las mujeres de que fueran lo contrario a ella. Les pedía que se casaran, pero ella no estaba casada. Les pedía tener hijos, pero ella tampoco era madre. Les pedía dedicarse al hogar, pero ella estaba encantada en la esfera pública. Estamos ante una mujer que quiso troquelar todos los derechos conquistados, retroceder en el tiempo. 

En el otro bando tenemos figuras como Matilde Landa, que lideró la defensa de las condenadas a muerte. Tenemos a mujeres víctimas de abuso, mujeres que sufrieron la represión de sus maridos, mujeres que tuvieron que sacar adelante a una familia solas y en el exilio. Esta fue una época negra para las mujeres, pero algunos casos brillan con luz propia [en el libro], sobre todo por su resistencia y su lucha para reivindicar lo que era justo.

'Presentes' recoge el testimonio de Matilde Landa, torturada y detenida en la Puerta del Sol. Ayuso pisa todos los días ese edificio, cientos de turistas se sacan fotos...

Es una lástima, parece que ahí no ha pasado nada. La Puerta del Sol debería ser un Lugar de Memoria. Llegará el día en el que esto ocurra y veremos seguramente con perplejidad que durante tantos años se haya obviado. Alemania o Francia lo han hecho de otra manera, deberíamos dar muchos más pasos. La dictadura franquista no puede ser olvidada sin más.

¿Qué queda de un falangista como José Antonio?

José Antonio fue fusilado hace 88 años, tampoco podemos perderlo de vista. Es una figura que tuvo actitudes despreciables, propasó la violencia e hizo mucho daño durante la Segunda República, pero lo mataron en una cárcel. Es un tema complejo. Luego sufrió una metamorfosis, lo transformaron en un mito vacío de contenido original, siguiendo los intereses del régimen franquista. El fanatismo fue increíble, había un padrenuestro joseantoniano.

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