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Ocho años de Juan Carlos I sin corona: de la abdicación a navegar con impunidad por Sanxenxo
En 2014, en el contexto de las elecciones europeas que pusieron patas arriba el bipartidismo, y a diez días de empezar el mundial de fútbol, el rey emérito decidió pasar la corona a Felipe VI con la intención de tapar sus escándalos.
Madrid--Actualizado a
Se cumplen ocho años desde que Juan Carlos I anunciara su abdicación, en mitad de la catarsis por las elecciones europeas de 2014, en las que la irrupción de Podemos puso fin a más de tres décadas de bipartidismo. A diez días de comenzar el mundial de fútbol, la Casa Real publicó la decisión con la que pretendían esconder las tropelías del rey, que habían denostado la imagen de la corona.
El exmonarca recuerda este día como ya lo hizo el año pasado: refugiado en Abu Dabi, a la espera de que se confirme si volverá a España para participar en el mundial de vela de Sanxenxo (Pontevedra) el próximo 10 de junio.
El emérito ya protagonizó su primer regreso al país en esta localidad entre el 19 y 23 de mayo. Telmo Martín, del Partido Popular y alcalde de Sanxenxo, confirmó en ese tiempo que el Borbón realizaría un segundo viaje para navegar en el campeonato con su barco de vela, el Bribón, un nombre que hace referencia a la holgazanería y que es sinónimo de bellaco (malo, pícaro, ruin), según el Diccionario de la Lengua Española.
El emérito sigue sin explicar sus negocios ilegales ni las evasiones de impuestos
En su primera estancia desde su huida a Abu Dabi, el antiguo Jefe del Estado rechazó dar explicaciones sobre la fortuna que fraguó durante sus largos años en el poder con la venta de armas a países árabes. Una serie de alborotos que obligaron a Felipe VI a renunciar a la herencia del padre, en un intento de renovar la imagen de la institución monárquica.
Este no es el único escándalo que ensombrece a la corona. Durante su regreso, el Borbón generó el malestar del Gobierno y buena parte de la sociedad al negarse a pedir perdón por manejar dinero en el extranjero a espaldas de Hacienda. Una noticia que desestabilizó la imagen del monarca y que acabó provocando su huida de España.
Tres años apartado de las cámaras
Además del anuncio de su abdicación, este jueves también se cumplen tres años desde que el emérito cesó su actividad institucional. A la progresiva salida de Juan Carlos de la vida pública le acompaña la entrada de nuevas informaciones que cuestionan la legitimidad de una familia siempre puesta en duda. Por ejemplo, no tardó en saberse que el Borbón utilizó Patrimonio Nacional para pagar lujos a sus amantes y los gastos de sus palacios, yates y viajes.
La primera visita a España del inviolable rey emérito tras dos años viviendo a cuerpo de rey en Abu Dabi concluyó en Zarzuela, donde se reunió con su hijo. La Casa Real comunicó tras el almuerzo familiar que Juan Carlos mantendrá su residencia en Abu Dabi, pero que no renunciaba definitivamente a volver a España en algún momento.
Pero volverá. "Vamos a estar todos preparados para recibirlo como se merece", comentó el alcalde de Sanxenxo, a quien la repercusión mediática causada por el emérito le ha valido para publicitar la localidad costera como destino turístico a las puertas del verano.
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