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NUEVA LEGISLATURA Regionalistas y nacionalistas marcan sus líneas rojas en el Congreso más fragmentado de la historia

Distintas formaciones integradas en el Grupo Mixto plantean sus reivindicaciones y fijan condiciones para apoyar la investidura de Sánchez. Las diferentes agendas contienen algunos puntos en común.

El presidente en funciones Pedro Sánchez y el mandatario de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, durante un encuentro mantenido en septiembre pasado en Santander. RAÚL LUCIO / GABINETE DE PRENSA DEL GOBIERNO DE CANTABRIA

Múltiples banderas, varios acentos y distintas lenguas. En la nueva legislatura habrá hasta 19 partidos, plataformas o coaliciones con representación parlamentaria, convirtiéndose así en el Congreso con mayor número de formaciones políticas de la historia. Las candidaturas ajenas a los grandes partidos, integradas en el Grupo Mixto, tienen así una oportunidad de oro para plasmar sus reivindicaciones o líneas rojas a Pedro Sánchez, quien necesita sumar apoyos para sacar adelante su acuerdo de gobierno con Unidas Podemos.

A lo largo de los próximos días, Sánchez escuchará de todo. Le llegarán reclamos ligados estrictamente al ámbito de infraestructuras, aunque también habrá peticiones en materia de financiación, despoblamiento, derechos sociales, cuestiones territoriales… habrá demandas de distintos colores y alcance. Es la hora de las peticiones, pero también de los compromisos. De todo eso también depende la investidura del líder del PSOE.

Teruel existe

Las reivindicaciones de Tomás Guitarte se resumen en el nombre de la plataforma con la que ha obtenido un escaño en el Congreso: Teruel existe. Y como existe, reclama un pacto de Estado por el "reequilibrio territorial" que reciba financiación y que sea tomado en serio por La Moncloa.

Pide, además, desbloquear las infraestructuras pendientes. De momento, Guitarte ha mostrado disposición a apoyar a Sánchez, aunque también quiere ver esa misma disposición hacia las demandas de Teruel existe.

Partido Regionalista de Cantabria

Miguel Ángel Revilla será fiel a su palabra. El presidente de Cantabria ya ha dejado claro que mantiene lo pactado con Sánchez en junio pasado, de manera que el único diputado del PRC apoyará la investidura a cambio de una serie de compromisos en materia de infraestructuras. Bajando a lo concreto, Revilla mantiene en alto el reclamo de finalización de la línea del AVE (debería llegar a Cantabria en 2024), un tren que sea capaz de unir Bilbao y Santander en cuarenta minutos o la reparación de la red de carreteras. El PSOE ya le dio el sí.

Bloque Nacionalista Galego

Voto por agenda (gallega). Así podría sintetizarse la posición del BNG, que retorna al Congreso con un escaño. ¿Qué hará Néstor Rego, diputado elegido por esta formación? En principio no descarta apoyar la investidura de Sánchez, aunque para ello exigirá primero que se acuerde una “agenda gallega” aún no del todo especificada.

“Estamos en un momento en el que, para llegar a acuerdos, la política necesita discreción y diálogo entre las organizaciones que quieran abrir el debate”, decía la portavoz nacional del BNG, Ana Ontón, en una entrevista publicada el pasado miércoles por ElDiario.es. En cualquier caso, adelantó que pondrán sobre la mesa “los 200 millones que nos debe el Estado en dependencia”, el modelo de financiación y un incremento del autogobierno. En clave estatal, Ontón avanzó que en la negociación estará presente la derogación de la ley mordaza y de las reformas laborales.

Compromís

“No hay que vender la piel del oso antes de cazarlo”, dice un viejo refrán. Joan Baldoví, diputado valenciano por Compromís, no utilizó exactamente esa frase, pero le hubiese venido como anillo al dedo: este aliado de Más País ha asegurado en los últimos días que Sánchez “todavía no tiene el apoyo de Compromís”. Para tenerlo, el presidente en funciones debe comprometerse con una reforma del sistema de financiación autonómica, la defensa de la agricultura valenciana, la liberalización de la AP7 o la “asunción de la deuda del Consorcio Valencia 2007 por parte del Estado”. Asimismo, Compromís también apuesta por la derogación de la reforma laboral.

Navarra Suma

Hay batallas que se pierden incluso antes de librarlas. Con Navarra Suma, coalición de derechas integrada por PP, UPN y Ciudadanos, el PSOE no tiene nada que hacer. Tras renovar las dos actas de diputados obtenidas en abril pasado –ambas para representantes de UPN, motor de la única coalición de este tipo en toda España–, desde Navarra Suma han dejado claro que no harán presidente a Sánchez.

De momento, los conservadores no han repetido el ofrecimiento lanzado en junio pasado el líder de UPN, Javier Esparza, quien aprovechó la audiencia con el rey Felipe VI para declarar que si el PSN renunciaba a gobernar en Navarra, los dos diputados regionalistas y de derechas apoyarían la investidura de Sánchez. Esparza recibió un no rotundo y hoy María Chivite, socialista navarra, está al frente del Ejecutivo foral gracias al pacto alcanzado con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra. EH Bildu se abstuvo para permitir su investidura, pero sin cerrar ningún tipo de acuerdo. 

Coalición Canaria-Nuevas Canarias

El no ya no es tan no y puede convertirse en abstención o, incluso, en un sí. O mejor dicho, en un par de síes: los dos escaños obtenidos por la alianza electoral entre Coalición Canaria-Nueva Canarias podrían formar parte de la opción del “desbloqueo” institucional si a cambio consiguen algunos compromisos por parte del PSOE. Piden, concretamente, el cumplimiento del nuevo Régimen Económico Fiscal (REF) canario y del Estatuto de Autonomía, así como la modificación de la ley de estabilidad presupuestaria. 

CUP

Tras lograr sus primeros dos escaños en el Congreso, la CUP trabaja estos días para intentar convencer al resto de fuerzas independentistas (ya sean catalanas, gallegas o vascas) para que se sumen al no al preacuerdo de gobierno alcanzado entre PSOE y Unidas Podemos. Más allá de lo que hagan las demás fuerzas soberanistas, los cupaires tienen claro que pondrán “todo de su parte para que la falsa estabilidad de un régimen que niega derechos no sea viable”. Más que líneas rojas, lo que allí encontrará Sánchez es un gigantesco no.

JxCat

Con ocho escaños, Junts Per Catalunya volverá a formar del Grupo Mixto –tal como ya le ocurrió en la fallida legislatura anterior– debido a que no logró alcanzar un 15% de apoyos en Barcelona y Tarragona. En cualquier caso, la formación soberanista busca sumar fuerzas con ERC (13 diputados) y CUP (dos escaños) para consensuar una serie de condiciones conjuntas que posteriormente trasladarían a los negociadores del PSOE. Los neoconvergentes rechazan ofrecer una investidura “gratis” a Sánchez, y plantean un diálogo político con la Generalitat. La incertidumbre continúa.

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