Este artículo se publicó hace 2 años.
Nerviosismo en el equipo de Feijóo por el reparto de tiempos del próximo cara a cara con Sánchez en el Senado
Génova pone el foco en el "desequilibrio" del anterior cara a cara y quiere que se establezca en el Senado el mismo tiempo de intervención que en el Congreso porque el líder de la oposición está ahora allí.
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Sánchez y Feijóo reducen su próximo debate en el Senado a una cuestión de minutos en el disparadero mediático y en el PP se revuelven nerviosos contra el reparto de tiempos. La petición de comparecencia del presidente del Gobierno, como al resto de grupos, les pilló por sorpresa. Los populares no esperaban que Sánchez recogiese tan rápido el guante de su nuevo rival político y aceptase redoblar su exposición yendo al Senado con frecuencia a debatir cara a cara con Feijóo. Pero Moncloa tiene un plan: darle minutos al líder del PP. "Cuánto más se conozca al señor Feijóo y la nada que supone su proyecto político para España, nosotros estamos encantados", dijo este miércoles el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.
En cambio en Génova es difícil adivinar el grado de entusiasmo que genera que Sánchez acuda de nuevo al Senado a confrontar con Feijóo. Su primera reacción ha sido cuestionar el "desequilibrio" en los tiempos porque, según los populares, el primer debate fue un ejercicio de "matonismo" político de Sánchez en el que él intervino durante dos horas frente a los 20 minutos de Feijóo. Creen que "abusó" de la coyuntura y que no fue buscando el debate "sosegado y sereno" que esperaba el líder del PP.
Lo cierto es que, como presidente del Gobierno, Sánchez no tiene límite de tiempo en sus intervenciones, ni en el Congreso ni el Senado, durante cualquier debate (excepto en las sesiones de control, donde sí está tasado). Así lo establece el reglamento y, a pesar de los reproches, Génova era plenamente conocedora de las condiciones en las que se producirían estas sesiones en la Cámara Alta.
Ahora, el equipo de Feijóo se inquieta por los minutos de foco que separarán al líder de la oposición del jefe del Ejecutivo. Fuentes de la dirección nacional critican que Sánchez use el formato que ellos exigían para extender el tiempo de intervención que tiene durante las sesiones de control, que es de siete minutos en el Senado. Pero las mismas fuentes dicen también que la "descompensación" de tiempos que se vio en el último debate les favoreció y que salieron "encantados".
Según el estudio 'flash' que publicó el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) tras ese cara a cara, el presidente del Gobierno gustó más que el líder de la oposición, aunque por un margen muy estrecho: un 29% de los encuestados dijo que Sánchez ganó el debate, mientras que un 24% dio la victoria a Feijóo. En Génova reniegan de estos datos, como de todos los que salen del CIS.
El Senado, un 'ring' político
El reparto de minutos se hará el próximo martes la Junta de Portavoces del Senado, que votará el tiempo de intervención que tendrá cada grupo. Lo que el PP quiere es que se establezca lo mismo que en el Congreso, donde Sánchez también ha pedido comparecer una semana antes. Dicen fuentes populares que es "lo lógico" porque el líder de la oposición está ahora en la Cámara Alta, una cámara de representación territorial.
En este sentido, el resto de grupos políticos han afeado tanto a Sánchez como a Feijóo que usen el Senado como un 'ring político'. En el primer cara a cara, Sánchez solo contestó por separado a Feijóo, en una réplica de 45 minutos, y usó la réplica final para responder de forma conjunta a los otros siete partidos en veinte minutos.
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