Feijóo fue el favorito, aunque no el preferido, en las quinielas que se hicieron los días previos a las elecciones generales del 23 de julio. Este jueves el Centro de Investigaciones Sociológicas ha publicado el Estudio metodológico sobre las tendencias de definición/decisión del voto a lo largo de la campaña electoral de julio de 2023. 

El estudio recoge una serie de encuestas realizadas por el CIS entre el 13 y el 22 de julio, los nueve días que precedieron a la jornada electoral. La muestra supera las 27.000 personas y refleja la opinión de los encuestados en la recta final de una intensa campaña por parte de todas las formaciones.

En esos días un 51% de los encuestados creían que Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, sería el nuevo presidente del Gobierno tras el 23J; mientras que sólo un 31,7% apostaban por que Pedro Sánchez pudiera revalidar el Ejecutivo. Ni el líder de Vox, Santiago Abascal, ni la de Sumar, Yolanda Díaz, estaban en estas quinielas reservadas a las organizaciones del bipartidismo.

Tras la jornada electoral, sin embargo, es Pedro Sánchez el único que parece tener posibilidades de garantizarse los apoyos suficientes para una investidura.

El PP ganó los comicios, pero se quedó muy lejos de sus mejores previsiones, algo que junto al hundimiento de la ultraderecha deja a Feijóo prácticamente sin posibilidades de superar una investidura (el resto de formaciones ya han avanzado que no negociarán con los conservadores).

Aunque la encuesta refleja que Feijóo era el favorito en estas quinielas, eso no significa que fuera el preferido. Un 36% de los encuestados preferían que Sánchez continuara al frente del Ejecutivo, mientras que un 28,7% querían que fuera Feijóo el que ocupara este cargo. Un 13,5% se decantaban por Yolanda Díaz y sólo un 7,3% querían a Santiago Abascal de presidente.

En estos días previos a los comicios también estaba claro que la mayoría de los ciudadanos tenían asumido que la única fórmula para la gobernabilidad sería la de Gobierno de coalición, y no parecía contemplarse en ningún caso el Ejecutivo en solitario de ninguno de los partidos.

Casi un 85% de los encuestados apostaban por que el próximo Gobierno sería de coalición y estaría formado por más de una organización política. Sólo un 11,7% creía que había posibilidades de que alguna formación pudiera gobernar en solitario.