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Teresa Ribera La ministra para la Transición Ecológica tantea informalmente en la UE la reforma del mercado eléctrico

La vicepresidenta tercera ha escrito una carta al vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, en la que afirma que si se quiere asegurar el éxito de la transición energética hay que repensar el diseño de los mercados de energía.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, a su llegada a una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 21 de julio de 2021, en Madrid (España).
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, a su llegada a una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 21 de julio de 2021, en Madrid. E. Parra. POOL / Europa Press

La vicepresidenta tercera del Gobierno español y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya ha tenido "alguna conversión informal" en Bruselas para pedir una reforma del mercado eléctrico porque el actual sistema marginalista impacta "de manera regresiva" en los consumidores.

"Hemos tenido alguna conversación informal y seguiremos trabajando. Es muy importante el que, en el marco europeo que regula el funcionamiento del mercado eléctrico, haya margen para poder abordar esta realidad", ha subrayado Ribera en una entrevista con Efe, al margen del G20 de Medio Ambiente y Energía que se ha celebrado el 22 y 23 de julio en Nápoles.

"Las tecnologías ya no tienen precios parecidos, sino que tienen precios muy diferenciados, y estoy impacta de forma distinta a cada uno de los países, pero impacta probablemente de manera regresiva en los consumidores con menos recursos, porque toda la electricidad la pagamos el precio más caro", ha añadido.

La vicepresidenta tercera ha escrito una carta al vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, en la que afirma que si se quiere asegurar el éxito de la transición energética hay que repensar el diseño de los mercados de energía.

La misiva, con fecha 29 de junio, indica que, pese a que en tres años las plantas de energía de combustibles fósiles han pasado de suponer el 25 % de la energía generada a entre el 10% y el 12%, la rápida subida del precio de los derechos de emisiones de CO2 está teniendo un gran impacto en las facturas de la luz (en España se paga la luz más cara de Europa).

El desafío de rediseñar los mercados de energía

Ribera ha explicado a esta agencia que España está trabajando con "aquellos países que ven las cosas de forma parecida" y ha citado a Francia, que "está buscando bolsas de precio de la electricidad fijo para algunas tecnologías, como puede ser la hidroeléctrica o una parte de la generación nuclear, y tiene abiertos expedientes de infracción en la CE por incumplimiento del marco europeo".

Un eventual rediseño de los mercados de energía "es un debate muy pertinente", según la ministra española, porque "el modelo regulatorio europeo actual valía hace unos años" pero hoy "necesita actualizarse", aunque esta propuesta represente un "desafío", ya que "no todas las leyes nacionales son las mismas ni los tiempos de la Unión Europea son precisamente cortos".

El Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto en marcha medidas coyunturales para contener los precios de la luz, como una rebaja temporal del impuesto sobre el valor añadido (IVA) del 21% al 10% y la suspensión del impuesto del 7% a la generación eléctrica, y sigue trabajando en otras que Ribera confía en "poder irlas presentando los próximos meses, generando mercados de capacidad, es decir, de disponibilidad, o buscando una tarifa que permita reducir los efectos" en los consumidores para que "tengan un margen de protección mayor que el que hoy sienten que tienen".

Un G20 en Nápoles agridulce

Ribera ha participado en el G20 de Medio Ambiente y Energía porque España es país invitado permanente de este grupo, que representa cerca del 90 % del producto interior bruto (PIB) mundial, y ha descrito la cita como "intensa", "muy positiva" y en la que se han "dado pasos adelante" para que el mundo avance hacia una transición ecológica, con más inversiones "verdes" y energías renovables.

El G20, sin embargo, fracasó en su intento de convencer a China e India de intentar limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados en este siglo y en propiciar el cierre de las centrales del carbono en 2025, dos puntos que tuvieron que eliminarse de la declaración final ante la férrea posición de ambos y que serán debatidos en la cumbre de líderes del G20 de octubre en Roma, lamentó el ministro italiano de Transición Ecológica, Roberto Cingolani.

Ribera ha reconocido que el G20 ha llegado "a una declaración muy larga, en la que se habla de recuperación asociada a la transición energética, se buscan las referencias a pobreza energética, impacto social" y "un compromiso a trabajar juntos en un marco en el que cada país del G20 diseñe sus estrategias de largo plazo con el objetivo de llegar a un impacto neutral en el clima lo antes posible".

No obstante, ha admitido que ha echado de menos algunas cosas: "Una referencia explícita a que el carbón debe salir del sistema energético cuanto antes, pensemos que todavía siguen construyendo plantas de carbón en algunos países asiáticos" y también otra, "como ocurrió en el comunicado del G7, a que la financiación internacional se destine a nuevas plantas de carbón o la necesidad de que los países vayan eliminando progresivamente los subsidios a los combustibles fósiles".

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