Entrevista a Isa Serra"Mi deber es estar a la altura de una militancia que ha soportado la organización en Madrid desde mayo"
Madrid--Actualizado a
Isa Serra (Madrid, 1989) es candidata a liderar Podemos Madrid y portavoz del partido a nivel estatal. En esta entrevista con Público habla sobre el partido, la izquierda y la oposición a Isabel Díaz Ayuso. "Hay mucha ciudadanía progresista que se siente abandonada ante lo que percibe como una resignación por parte de la izquierda ante el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y las políticas del Partido Popular".
¿Por qué ha decidido dar este paso adelante de optar a liderar Podemos Madrid ahora?
En primer lugar, porque Podemos es el proyecto que ha demostrado que este país puede cambiar. Ha quedado demostrado en los últimos años, no solamente con políticas concretas con el Gobierno de coalición de la anterior legislatura, sino también con lo que ha significado la disputa ideológica con el proyecto del bipartidismo, no solamente de la derecha, y con políticas que han significado avances importantes en los derechos del conjunto de la ciudadanía. Y, sobre todo, la certeza de que cuando hay una ciudadanía que se moviliza, que toma la palabra y que hace política, es posible que cambiemos las cosas.
En un momento como este queremos llevarlo a la Comunidad de Madrid; estamos en un momento en Madrid en el que hay mucha ciudadanía progresista que se siente abandonada ante lo que percibe como una resignación por parte de la izquierda ante el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y las políticas del Partido Popular, y yo creo que frente a eso es fundamental que exista una organización política como Podemos con mucha fuerza que tenga la capacidad de movilizar a la mayoría progresista que existe o que puede existir en la Comunidad de Madrid. Ya lo demostramos en 2015 cuando, precisamente cuando surge Podemos, hay una mayoría de izquierdas, por lo menos en votos, que no se transforma en escaños, y eso lo necesitamos fundamentalmente ahora en la Comunidad de Madrid para demostrar que sí se puede ganar a la derecha.
En tercer lugar, por una cuestión que es personal, pero que también es política, y que tiene que ver con que yo estaba dedicando en los primeros años de este proyecto la mayor parte de mi tiempo y de mi compromiso a Podemos en Madrid, y los jueces me condenaron con una condena sin pruebas, injusta, que me inhabilitó de la política. Eso es parte del lawfare que se ha aplicado contra Podemos, que es una vulneración de mi derecho a la participación política, pero que, sobre todo, tiene la voluntad de impedir que la ciudadanía que quiere transformaciones tenga representantes públicos y un gobierno con transformaciones. Después de los años en los que he cumplido esa inhabilitación, quiero poder volver a Madrid y dedicarme con mayor disposición, dedicación y compromiso a Madrid para volver a intentar ganar.
¿Cree que su vuelta a Madrid le hace, de alguna manera, justicia, tras esa condena que le impidió seguir liderando el proyecto de Podemos en Madrid?
Bueno, creo que la injusticia ya ha pasado y ya ha significado un perjuicio; no solamente a mí, sino que si me han condenado a mí eso es porque querían perjudicar al proyecto político del que formo parte, que es Podemos. Y no solamente ha sucedido conmigo, sino con otros tantos compañeros y compañeras. Y el hecho de que yo vuelva en este momento no resuelve la injusticia que ha significado eso para Podemos. Pero sí que creo que ahora tengo la oportunidad de retomar lo que los jueces impidieron y volver a dedicarle tiempo a la organización política en Madrid.
La Comunidad de Madrid también ha sido y es el bastión de la derecha del Partido Popular, que ha significado la resistencia también frente a los avances de la izquierda en términos de conquistas institucionales y gobiernos en el conjunto del Estado de los últimos años. O conseguimos ganar en Madrid o las transformaciones que podemos hacer a nivel del conjunto del país son mucho más limitadas.
Podemos desapareció de las instituciones madrileñas en las últimas municipales y autonómicas. ¿Qué falló, a su juicio? ¿Cuál es el diagnóstico de la situación?
Creo que seguramente hemos cometido errores, pero yo también creo que si miramos lo que ha sucedido en la Comunidad de Madrid en los últimos años, porque me parece fundamental a la hora de pensar cómo podemos echar a Isabel Díaz Ayuso y las políticas del Partido Popular, lo que sucede entre 2015 y 2023 es que en 2015 hay una mayoría progresista que consigue sumar en términos de votos y que hay una derecha que ha sido desmovilizada fundamentalmente por la corrupción del Partido Popular, pero también por la crisis política derivada de las políticas de ajuste y de austeridad.
Y que es Podemos en ese momento el proyecto que consiguió hacer que hubiese una mayoría en la Comunidad de Madrid transformadora o progresista. Lo que sucede es que Ayuso, cuando llega en el 2019, tiene la capacidad de recomponer el bloque de la derecha, fundamentalmente por su lado izquierdo, con Ciudadanos y en parte por el lado de la derecha extrema con Vox. Consigue también resistir y subir en términos de votos gracias a hacer una oposición radical al Gobierno estatal, fundamentalmente con la pandemia y con lo que significan sus políticas durante la pandemia. En los últimos años, la izquierda de la Comunidad de Madrid se ha desmovilizado y eso tiene que ver con esa sensación de abandono por parte de los progresistas.
Hay una izquierda, que es Más Madrid, que no ha tenido la capacidad de sumar, como sumó en su momento Podemos. Entonces, claro que creo que por todo lo que hemos sufrido como proyecto político, no solamente en la Comunidad de Madrid, sino a nivel estatal y por errores que podemos haber cometido, Podemos no tiene los mismos resultados que antes y tenemos que trabajar en los próximos tres años para que Podemos pueda volver a la Asamblea de Madrid y para que consigamos así un gobierno de izquierdas para el conjunto de los madrileños. Pero la evidencia también nos dice que fue Podemos quien consiguió movilizar lo que posteriormente nadie de la izquierda ha conseguido movilizar. Y creo que eso tiene que ver con esa voluntad de no resignarse, con esa voluntad de no quedarse en la oposición, con esa voluntad de transformar y ganar el Gobierno.
¿Cuál es su propuesta para Madrid? Ayuso y Almeida parecen estar más fuertes que nunca, Más Madrid no quiso una coalición con Podemos e IU en las pasadas elecciones... ¿Qué hay que hacer para darle la vuelta al escenario?
Creo que en primer lugar hay que hacer frente a esa sensación de resignación y de abandono, y eso tiene que ver con defender la posibilidad de que ganemos, pero no solamente haciendo frente a las políticas de Isabel Díaz Ayuso o de Almeida, sino al sentido común que sostiene a esas políticas, porque creo que lo que tenemos enfrente no hay que minusvalorarlo. En muchas ocasiones cometemos desde la izquierda el error de minusvalorar el proyecto de Isabel Díaz Ayuso y es un proyecto absolutamente nocivo, que hay que despreciar en términos del proyecto que supone, pero no en su capacidad de convencer. Y ahí tenemos un reto fundamental, que es tener la voluntad de disputar el proyecto, de disputar su sentido común. Eso implica, por ejemplo, hacer frente a la idea que tiene Isabel Díaz Ayuso de que los impuestos son un robo, cuando los impuestos no son un robo, sino que son una herramienta de redistribución para que lleguemos a una sociedad igualitaria y una condición para que tengamos servicios públicos.
Hacer frente al discurso de Ayuso sobre que los pobres, si son pobres, es porque se lo merecen, cuando en realidad los pobres son la consecuencia de un sistema económico injusto que genera ingentes beneficios para unos pocos y precariedad y pobreza para muchos. Y creo que la disputa ideológica, por cierto, también la vemos en momentos concretos, como lo que estamos hablando del debate que se ha generado con las auto bajas. Al final la cuestión no está solamente en si está bien que los trabajadores, ante una situación como la que vivimos de una emergencia, puedan quedarse en casa tres días, sino en que no podemos dar por normal que cuando yo, por ejemplo, hoy he llamado al centro de salud porque necesito una cita, me han dado cita para dentro de quince días. No lo podemos aceptar como normal.
Y eso implica una disputa a la hora de entender los servicios públicos, a la hora de entender el Estado como titular de obligaciones. Por tanto, creo que hay que hacer frente a la resignación, hay que disputar ideológicamente el proyecto del Partido Popular y hay que conseguir movilizar, mostrando que podemos ganar. Y eso también tiene que ver con la experiencia de Podemos, como decía a nivel estatal, también en los últimos años, y hay que hacer frente a la antipolítica, una condición para que ganen la derecha y la extrema derecha. Creo que el hecho de que Podemos sea una organización que tiene como uno de sus elementos fundamentales la participación. La militancia es fundamental para que, a pesar de que haya momentos de resistencia como los que vivimos ahora mismo, tengamos la capacidad de nuevo, de implicar al conjunto de la ciudadanía en la política como la herramienta que es para avanzar en derechos y para poder volver a ganar.
El partido siempre ha tenido algunos problemas para echar raíces fuertes en los territorios. ¿Hay un proyecto o un plan para corregir esto?
Podemos nace como un proyecto fundamentalmente estatal. Es verdad que el proceso en el que se dan esos años es un proceso en el que llegan en 2015 candidaturas desde lo municipal y que eso es un eje fundamental para la conquista de las instituciones, no solamente en la Comunidad de Madrid, sino a nivel estatal por parte de la izquierda transformadora a partir de ese momento. Pero también es una organización constituida en torno a la voluntad de poner fin al bipartidismo y de llegar al Gobierno estatal.
Eso en diferentes ocasiones ha supuesto una merma de las posibilidades en términos territoriales. Yo creo que, fundamentalmente desde que llega Ione a ser secretaria general, hay una voluntad muy fuerte en la construcción de Podemos a nivel territorial; y la Comunidad de Madrid es una región en la que políticamente está el Ayuntamiento, la capital de España, el Congreso de los Diputados... tiene una centralidad política incuestionable, y hay que tener un proyecto político propio.
Tener un proyecto propio para Madrid implica el hecho de que sea la propia militancia -también de una organización política como la que tenemos en Madrid, que es la organización con más militancia a la izquierda del Partido Socialista- la que pueda dirigir el proceso que tenemos por delante, porque siempre ha sido fundamental la militancia de Podemos. En el contexto de resistencia en el que estamos ahora mismo, mi deber es estar a la altura de una militancia que durante los últimos meses, desde las elecciones de mayo hasta este momento, ha soportado la organización, la ha soportado generando una dirección desde la propia militancia, y mi tarea ahora mismo es estar a la altura y ser una herramienta para que la propia militancia pueda dirigir esa organización.
Creo que tenemos una militancia a la que en muchas ocasiones se le ha despreciado, no digo por parte de la organización, sino digo desde afuera, y que es una militancia que tiene la capacidad de no solamente construir su propia organización política, sino de ser dinamizadora de las principales movilizaciones que hay en la Comunidad de Madrid.
El anterior secretario general, Jesús Santos, salió del partido por diferencias con la dirección estatal. También se marcharon otras figuras importantes, como Roberto Sotomayor, Alejandra Jacinto o Carolina Alonso... ¿Cuál es la situación de la formación en Madrid a día de hoy?
Creo que la militancia tiene muy claro en este momento que Podemos no se tiene que disolver en otro proyecto. Tiene muy claro que ese es el camino que hemos decidido colectivamente y que eso no implica solamente estar dentro de Podemos, implica estar con nuestros vecinos y vecinas en nuestros barrios, defendiendo los servicios públicos, pero desde Podemos, que esa es una condición para que dentro de tres años haya una mayoría política de izquierdas en la Comunidad de Madrid.
Esa voluntad por parte de la militancia creo que está en este momento más viva que nunca y yo creo que también ha habido, bueno, un desprecio a la militancia y una descoordinación, porque ha habido un modo de dirigir en la Comunidad de Madrid en el que la dirección no se relacionaba con la militancia, por así decirlo. Y resulta que cuando ves cómo ha sobrevivido la militancia durante este tiempo, estos últimos meses, y cómo ha soportado la organización y las luchas sociales por los servicios públicos en la Comunidad de Madrid eso demuestra que hay muchísimas ganas por parte de la militancia de llevar este proyecto lejos y de también hacerlo crecer.
En Galicia las bases de Podemos rechazaron concurrir con Sumar para las autonómicas. En las últimas elecciones en Madrid fue Más Madrid el que rechazó concurrir con Podemos. En este contexto de diferencias y tensiones en la izquierda, incluso en las militancias, ¿ve posible la unidad de las izquierdas en Madrid en unas futuras elecciones?
Bueno, no solamente Más Madrid no quiso en esa ocasión, tampoco quiso en las elecciones de 2021, y Más Madrid es un espacio político que decidió salir de Podemos en el 2019. Por tanto, creo que la pregunta sobre si quieren ir conjuntamente a unas elecciones hay que planteársela a ellos en el sentido de que son los que siempre sistemáticamente se han negado, lo cual ha hecho que en las últimas elecciones Ayuso tuviese una mayoría absoluta, porque podría no haber sido así. Pero, en todo caso, nuestro camino es el de construir Podemos en este momento, el de construir Podemos con las movilizaciones sociales para hacer frente a los gobiernos del Partido Popular; y las alianzas electorales, tanto municipales como autonómicas, las decidirá la militancia y las decidirán los inscritos e inscritas de Podemos más adelante. En este momento no tiene ningún sentido ponernos a hablar de cómo vamos a concurrir a las elecciones dentro de tres años.
Tras la salida de Podemos del grupo de Sumar en el Congreso y la hoja de ruta aprobada por los inscritos, ¿cuáles son los principales retos del partido? ¿Su objetivo es el de volver a ser la primera fuerza en el espacio de la izquierda transformadora?
Bueno, como te decía al principio, Podemos ha sido la fuerza que ha permitido que este país avance, menos de lo que nos gustaría, pero sin duda gracias al 15M, en primer lugar, y al 8M, sin el que no podríamos haber llegado al Gobierno de coalición. A partir de ese momento, después de las decisiones que se han tomado por parte de Sumar, que ya las hemos criticado y que creo que en este momento, como hemos dicho, toca pasar página, lo que queremos hacer es demostrar que puede haber un espacio político transformador como es Podemos, que puede volver a, en primer lugar, conseguir avances, aunque no existe la misma correlación de fuerzas que en la legislatura anterior.
Pero evidentemente, nuestra voluntad es, tarde o temprano, volver a demostrar que podemos formar un gobierno de coalición como el que formamos en el anterior momento, con la aspiración, que siempre hemos tenido, de ser mayoría de un Gobierno de nuestro país para impulsar transformaciones como las que nunca hemos conseguido hasta ahora. Ahora mismo asumimos que estamos en un momento de resistencia, que las decisiones que ha tomado Sumar no son las que nos hubiesen gustado, que eso nos ha llevado a, para poder hacer política, tener que irnos al Grupo Mixto. A partir de ahora, nuestros votos estarán siempre para avanzar desde el Parlamento con la voluntad, ya digo, de volver a ser gobierno de este país. Cuando Podemos ha estado en el Gobierno de coalición es cuando al Partido Socialista se le ha obligado a hacer cosas que nunca habría hecho si no hubiese estado Podemos.
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