MADRID.- La liberación de los tres bomberos voluntarios de la ONG ProemAid se convirtió el pasado viernes en una prioridad para el Gobierno. La acusación de tráfico de personas que pesaba sobre los voluntarios españoles descolocó a propios y extraños y, rápidamente, la madeja diplomática española se puso a funcionar. Según ha podido saber Público, Exteriores realizó "varias gestiones" ante las autoridades griegas para conocer la situación de los bomberos españoles y asistirles en todo lo necesario y resolver su situación legal.

Sin embargo, no fue el único actor político que participó. Podemos utilizó sus buenas relaciones con el Gobierno heleno de Syriza para tratar de mediar y "resolver el malentendido cuanto antes" y también eurodiputados de IU estuvieron en contacto permanente con miembros de Syriza y decidieron presentar una preguntar parlamentaria para que la UE diera explicaciones de lo ocurrido.

De hecho, dos miembros de la Ejecutiva de Podemos, tras una conversación previa con el Ministerio de Asuntos Exteriores, mantuvieron una reunión en Madrid con el Embajador de Grecia en España, Nicolas Pazios y, posteriormente, conversaron telefónicamente con miembros del Gobierno de Alexis Tsipras, según han relatado a este medio fuentes cercanas a Podemos. 

En estos encuentros, los representantes de Podemos manifestaron su sorpresa a las autoridades griegas por la detención de los bomberos españoles , pidieron que mejoraran las condiciones en la que se encontraban los bomberos españoles (miembros de la ONG habían denunciado previamente una situación de indefensión y de condiciones "indignas") y solicitaron que se resolviera el "malentendido cuanto antes" poniendo el acento en la necesidad de mejorar las condiciones de la detención, según las citadas fuentes. 

Entre tanto, el equipo de Podemos ya había contactado con el abogado de los voluntarios españoles en la isla, Jaris Pétsikos, quien les trasladó "que no veía pruebas inculpatorias de ningún tipo" y que desmontaba la versión oficial de la Policía griega para efectuar la detención: los bomberos de la ONG ProemAid no estaban en aguas turcas y tenían en regla todos los permisos necesarios por parte del Gobierno heleno. 

Todo esto fue el viernes. Durante la tarde del sábado los tres detenidos españoles pasaron a declarar ante el juez y tres parlamentarios de Syriza declararon a favor de los bomberos, según destacó la propia ONG ProemAid. El resto ya se conoce: los bomberos quedaron en libertad con una fianza 5.000 euros de fianza, la investigación continúa y los voluntarios españoles regresarán a España en las próximas horas.

"Sabemos que ha habido contactos de alto nivel para resolver esta situación tan injusta. Tanto el Gobierno, como Podemos, como otros eurodiputados de otras formaciones se han interesado por nosotros y han hablado con el Gobierno de Syriza. Ha sido una red de llamadas y conexiones. Sumando las fuerzas de todos hemos conseguido el objetivo", señala a Público José Pastor, secretario de la ONG ProemAid, que destaca también la importancia de la presión de la opinión pública griega, que rápidamente se mostró solidaria con los voluntarios detenidos. 

"Una caza de brujas"

El secretario de ProeamAid califica lo sufrido por sus compañeros en Lesbos de una "caza de brujas" y califica el proceso de detención como "un desastre". "Estuvo lleno de irregularidades", señala este hombre, que denuncia que sus compañeros estuvieron dos días encarcelados, junto a otros dos voluntarios daneses, en una celda de apenas de 4x4 metros. 

El abogado de los bomberos españoles, Jaris Pétsikos, ya denunció las condiciones en las que furon retenidos los bomberos: "Están en un calabozo de cuatro metro cuadrados cinco personas. Solo tienen un banco y hay veces que algunos tienen que sentarse en el suelo. El baño está bastante sucio, con manchas en las paredes y huele mal", relató el abogado el viernes.

Según recoge la prensa local, la agencia europea de Control de Fronteras (Frontex) estaría ejerciendo presión sobre las autoridades griegas para que controlen la actividad de las ONG que llevan a cabo rescates para que firmen un protocolo de actuación mediante el cual sólo podían actuar a petición de los guardacostas. 

"Sabemos que Bruselas ha dado la orden de endurecer las acciones en las fronteras de la UE y creo que a alguien en Grecia, encargado de poner en marcha esa orden, se le ha ido la mano"

"Sabemos que Bruselas ha dado la orden de endurecer las acciones en las fronteras de la UE y creo que a alguien en Grecia, encargado de poner en marcha esa orden, se le ha ido la mano. No han respetado los derechos fundamentales de los compañeros", denuncia José Pastor. 

El posible endurecimiento de la política de la UE en sus fronteras es una de las preguntas que han elevado los eurodiputados de IU, Marina Albiol y José Couso, a la Comisión Europea. Según narra Albiol a Público "la intención de la UE desde que comenzó la crisis de refugiados ha sido la de fortalecer Frontex, que en la práctica significa más protección, más detenciones y más represión". 

Por su parte, dos de los bomberos españoles que se han visto envueltos en esta polémica, Enrique González y Julio Latorre, han señalado, en declaraciones a El Mundo, que su detención podría explicarse por la intención de la Guardia Costera de poner algo de orden en el "caos" que reina en la isla de Lesbos, en especial en sus costas y playas. Así, los bomberos apuntan que han querido "dejar claro quién manda", pero que se les "ha ido de las manos". 

Por su parte, Pablo Bustinduy, responsable del Área Internacional de Podemos, ha agradecido, en declaraciones a este medio, la "implicación de Syriza, que ha deshecho el entuerto". Asimismo, el dirigente de la formación morada también ha señalado que espera que la "presión ciudadana e internacional" que despertaron las detenciones "sirvan en adelante para bloquear derivas de ese tipo". "Nosotros expresamos nuestra admiración por la labor de los voluntarios, cargamos contra la no-gestión de la UE e intentamos hacer presión para garantizar el trabajo de las ONG's y que tengan unas garantías mínimas en su desarrollo", ha zanjado Bustindy.