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La mayoría de la investidura afronta con escepticismo el plan de regeneración democrática del Gobierno

Tanto Pedro Sánchez como Yolanda Díaz insisten en que este miércoles se ha puesto la primera piedra para una negociación en la Cámara Baja. El objetivo es acordar medidas contra los bulos, otras de refuerzo de la libertad de expresión y una reforma de la 'ley mordaza'.

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez, durante el pleno del Congreso de este miércoles, día 17 de julio. Eduardo Parra / Europa Press

Félix Bolaños y Ernest Urtasun son las dos piezas del Gobierno que dirigirán en el Congreso las negociaciones en materia de regeneración democrática. Tanto Pedro Sánchez, como Yolanda Díaz han tratado de dejar muy claro que lo que se ha hecho este miércoles en la Cámara Baja es poner la primera piedra ―"Iniciar el debate"― de un diálogo con los grupos parlamentarios que culmine con la aprobación de las medidas que ha esbozado el presidente del Ejecutivo desde la tribuna.

Sánchez ha dicho que "en las próximas" semanas empezarán las negociaciones, aunque los avances, en realidad, se esperan a partir de septiembre, según diversas fuentes. Pero Bolaños ha anunciado que se reunirá con los grupos parlamentarios, junto con Urtasun, los próximos días 22 y 23 de este mes. Todos han confirmado asistencia excepto Vox. 

La tensión entre el Ejecutivo y aliados suyos como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), EH Bildu o Podemos ―a los que, es importante recordarlo, necesita dada la ajustadísima aritmética parlamentaria― alcanzó unas altas cotas este martes. Los tres reprocharon al Gobierno haber lanzado un anuncio que incluía, en palabras de Yolanda Díaz, la "derogación de la ley mordaza", cuando en realidad se trataba, según han especificado tanto Sánchez, como Díaz pocas horas después, de una especie de punto de partida.

Sánchez ha anunciado este miércoles medidas de muy diversa índole. Desde propuestas sobre transparencia para los medios de comunicación, hasta una actualización de la ley de publicidad institucional. Pero la fibra sensible es la ley mordaza. Es lo que provocó este martes el crescendo en las críticas de varios aliados del Ejecutivo, es lo que esas propias fuerzas han reprochado este miércoles a Sánchez y es lo que, a la vez, más escepticismo les provoca.

ERC y EH Bildu derribaron la reforma de la ley mordaza la legislatura pasada porque no se abordaron tres peticiones imprescindibles para las dos formaciones independentistas: "Poner fin a las devoluciones en caliente, prohibir el uso de las pelotas de goma y abordar el artículo sobre las faltas de respeto a la autoridad". Son sus líneas rojas. Tanto los republicanos, como los abertzales solo apoyarán la reforma si se llega a un consenso en torno a ellas. 

En esa línea, Gabriel Rufián (ERC) ha afeado a PSOE y Sumar que no estén, todavía, en lo mollar de la ley mordaza. "Chicha", ha dicho, es "acabar con las pelotas de goma" o "con las devoluciones en caliente". Mertxe Aizpurua (EH Bildu) ha reprochado al presidente del Gobierno no haberse acercado "al mínimo exigible" si de verdad "aboga por una regeneración democrática".

En el Gobierno se afanaron este martes por transmitir que en este paquete de medidas no cabía la 'ley mordaza' al completo porque se iban a centrar en asuntos relacionados con la libertad de expresión. Lo demás, insisten fuentes de Moncloa, vendrá después. La intención, según estas mismas fuentes, es retomar las negociaciones en septiembre desde el mismo punto en el que se dejaron la pasada legislatura. 

El nivel de incomodidad entre todos los aliados parlamentarios es notorio, pero el tensiómetro se dispara en las filas de Podemos. "La legislatura queda tocada de muerte", ha sentenciado Ione Belarra, la secretaria general del partido y su portavoz parlamentaria, que ha tachado los anuncios de Sánchez de "trampa" porque "se iban a aplicar en España con independencia de quién gobierne". Lo ha dicho en referencia a los que tienen que ver con la transparencia de los medios, que vienen teledirigidas desde la Unión Europea.

Propuestas "abiertas"

Desde Moncloa, las fuentes consultadas insisten en que lo realizado este miércoles por Sánchez son propuestas "abiertas" para que haya un debate ahora con los socios parlamentarios. Realmente vienen señalando ya ese punto desde hace semanas. Para ello, buscarán el "máximo consenso" con todos los aliados parlamentarios.

En la ronda que realizarán Bolaños y Urtasun entrará también el PP, aunque en las filas socialistas no confían en que puedan avanzar con ellos en este asunto, a la vista de lo que ha sucedido en el Congreso. Pese a todo, insisten en que tienen el aval y el marco fijado por la UE en el reglamento de libertad de los medios, que son propuestas "valientes y de calado".

Los emisarios del Gobierno tratarán de poner al PP de nuevo frente a su espejo y recordar que su partido a nivel europeo votó a favor de ese reglamento que es el esqueleto principal de las medidas planteadas por Sánchez. "Hablan de censura porque no tienen propuestas que hacer", señalan fuentes socialistas.

Tras la confirmación oficial sobre cuándo empezarán las rondas de contactos del PSOE y Sumar, fuentes de Moncloa destacan que será a partir de ese mes cuando se redacten y registren todas las proposiciones de ley necesarias para aplicar las medidas anunciadas por Sánchez este miércoles en el Congreso. El Gobierno, de nuevo, tendrá que poner a prueba su capacidad negociadora. 

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