La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha expresado su descontento hacia Oriol Junqueras y otros miembros de la dirección del partido por haber difundido lo que considera "filtraciones sesgadas" que la perjudican. En una carta abierta publicada en Twitter, calificó la situación como vergonzosa y poco profesional, especialmente dado que ocurre al final de su mandato.

La reacción de Rovira responde a una información divulgada por Catalunya Ràdio, que menciona que ella consideró que la aparición de carteles denigratorios contra los hermanos Maragall podría beneficiar a ERC en las elecciones municipales de 2023, atrayendo "votos de solidaridad". A pesar de no mencionar explícitamente a Junqueras, su antiguo compañero en la dirección, deja entrever que las filtraciones provienen de su entorno.

Rovira negó enérgicamente haber aprobado o conocido el origen de los carteles ofensivos sobre los Maragall. Subrayó que nunca habría permitido una campaña tan inmoral, destacando que durante ese periodo actuaba bajo las órdenes de Junqueras, entonces presidente de ERC.

Explicó que la presidencia y la secretaría general compartían el mismo equipo de trabajo, reforzado tras la represión política, y que las decisiones se tomaban por consenso. Rovira insistió en que las relaciones dentro de la dirección eran de confianza, y que compartían tanto los aciertos como los errores.

Además, reveló que fue Junqueras quien le pidió emplear "herramientas similares a las de otros partidos", refiriéndose a las llamadas "campañas de contraste", que en su entorno se denominaban como la "B". Estas campañas se subcontrataban a terceros, sin revelar la identidad del partido.

Rovira detalló que en varias ocasiones se había considerado que ERC era "demasiado blando" en sus respuestas, y que internamente se pedía una postura más agresiva, algo que ahora, según ella, se está usando en su contra.

En un tono crítico, afirmó que le resulta curioso que ahora se le intente culpar exclusivamente de todos los errores cometidos, justo cuando ha decidido dar un paso atrás y apoyar una renovación dentro del partido. Insinuó que el objetivo es evitar que Junqueras vuelva a liderar la organización.

Rovira lanzó una advertencia, mencionando que también posee información comprometedora de otros compañeros, pero que ha decidido no usarla, evitando caer en la misma dinámica que critica.

En su último mensaje, advirtió que en el proceso para ganar el próximo congreso de ERC, que se celebrará el 30 de noviembre, "no todo vale", dejando claro su rechazo a las tácticas empleadas.