Los madrileños dan un 54,5 sobre 100 a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, mientras que más del 50 por ciento de los encuestados valoran la honestidad del Gobierno local, datos que aparecen en la Encuesta de Calidad de Vida y Satisfacción con los Servicios Públicos, elaborada por el Ayuntamiento de la capital con 8.500 encuestas (anteriormente se hacía sobre una muestra de 2.500) entre el 6 de septiembre al 16 de noviembre de 2016.

El Gobierno municipal obtiene un 53,9 sobre 100, lo que supone cinco puntos más que el anterior equipo, encabezado por Ana Botella, resultados al alza los de Ahora Madrid "tras ocho años de caída", ha apuntado Maestre en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno.

La edil ha añadido, respaldada por el delegado de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto, Pablo Soto, que no pueden comparar la puntuación de Carmena con la de Botella porque la anterior alcaldesa ordenó expresamente retirar la pregunta sobre su valoración de la encuesta municipal.

Si se comparan los datos de Carmena con los obtenidos por el excalde Alberto Ruíz Gallardón en 2009: la alcaldesa le supera en un punto al quedarse el popular en un 53,5.

Para el 11,1 de los encuestados, la gestión de Carmena al frente del Ayuntamiento es muy buena. Es buena para el 28,1, regular para el 29,5, mala para el 13,6 y muy mala para el 10. En la pregunta de en qué grado el equipo de Gobierno ha demostrado que conoce los problemas de la ciudad suspenden la encuesta con un 49,2 por ciento y se quedan en un 38 por ciento sobre si saben resolver los problemas de la ciudad.

También suspenden en comunicación con la ciudad, pregunta en la que obtienen un 43 por ciento. El 50,4 por ciento de los encuestados considera que el Gobierno municipal actúa con honestidad.

El sondeo expone que el 21,9 por ciento de las personas encuestadas cree que la Administración del Ayuntamiento ha empeorado en los últimos cinco años frente a un 26,6 por ciento que opina que ha mejorado.

También destaca el dato de que el Ayuntamiento es señalado como el que mejor funciona entre las administraciones en el trío conformado junto con la Comunidad y el Estado. Así, el Ayuntamiento obtiene un 28,8, seguido del 21 de la Comunidad o el 3,9 del Estado, siendo su calificación superior a la que se obtiene sumando la de la Comunidad y la del Estado.

La percepción sobre la gestión del equipo de gobierno del Ayuntamiento ha mejorado respecto a 2014 pues el indicador sintético ha subido en 5,2 puntos. En 2016, el 5,5 por ciento de los encuestados cree que la gestión es muy buena, buena para el 30,3 por ciento, regular para el 37 por ciento, mala para el 13,3 por ciento y muy mala para el 6,8 por ciento.

De la encuesta, elaborada por la empresa Dephimatica y adjudicada por 145.000 euros, se desprende además la evolución de la percepción de transparencia del Ayuntamiento: en 2016 el 38,4 por ciento de las personas encuestadas pensaba que el Consistorio de Madrid es bastante o muy transparente frente al 23,1 de 2014.

La ciudadanía participa en las decisiones municipales

Por otro lado, la ciudadanía de Madrid considera que tiene más posibilidades para participar en las decisiones municipales. En este sentido, el 36,8 por ciento de los encuestados cree que el Ayuntamiento facilita que los ciudadanos puedan participar en las decisiones que adopta (22 puntos más que en 2014) mientras que el 36,4 por ciento piensa que el Consistorio tiene en cuenta su opinión (22 puntos más que en 2014).

En 2016 se llevaron a cabo procesos como la consulta sobre la remodelación de Plaza de España y acciones de participación en varios distritos de Madrid. En este sentido, el 11,3 por ciento de los encuestados ha participado en alguno de los procesos realizados en la web Decide Madrid 

El error es del 1,08 por ciento con un nivel de confianza del 95,5 por ciento. Tanto la encuesta como las preguntas del cuestionario pueden consultarse desde este jueves en el espacio web del Observatorio de la Ciudad. También se encuentra en el portal de datos abiertos del Ayuntamiento e incluye los microdatos de la encuesta para permitir su reutilización para, en palabras de Soto, demostrar que "no ha desaparecido nada", en definitiva, que no se ha 'cocinado'.