El PSOE sigue analizando, ahora más en frío, los resultados electorales del pasado 28 de mayo. Unas votaciones que han desembocado en una decisión drástica del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para adelantar las elecciones generales al próximo 23 de julio. Un movimiento a todo o nada con el que los socialistas pretenden evitar un desgaste mayor hasta diciembre y evitar la entrada de la ultraderecha al Gobierno. 

La tarea no es sencilla. Pero en la dirección socialista de Ferraz hacen un diagnóstico más esperanzador de lo que dicen los resultados en caliente. Si atendemos a las votaciones de las elecciones municipales, que tuvieron lugar, a diferencia de las autonómicas, en todo el Estado, el PP ha obtenido 7.054.887 votos. El PSOE, 6.291.812. Es decir, una diferencia de 763.075 votos. 

Pero la mayor sangría, la mayor diferencia entre ambos partidos se da en Madrid. El PP de Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida, grandes triunfadores de la noche electoral, obtuvo en las municipales un total de 1.408.482 votos. El PSOE, un total de 727.956 votos. Una diferencia abismal de 680.526 votos. O lo que es lo mismo, Madrid equivale a 9 de cada 10 votos de la ventaja global del PP sobre el PSOE.

Es evidente que el peso poblacional de la Comunidad de Madrid es mayor que en otros lugares. Pero la diferencia en el resto de territorios entre ambos partidos es mucho menor. Por ejemplo, en Andalucía es de 185.391 votos. En Galicia, 133.735; en País Valencià de 131.913 votos; en Castilla y León 112.455; en Murcia 87.764; en Illes Balears, 48.474; en Aragón 45.387; en Cantabria 39.134 y en La Rioja 20.184. 

Por el contrario, en Canarias, Extremadura, Castilla-La Mancha, Asturias, País Vasco, Navarra y Catalunya los socialistas han obtenido más votos a nivel municipal que el PP. 

La diferencia de este 28M se ve mucho más clara si la comparamos con los resultados de 2019. En aquellas municipales el PP obtuvo 797.900 votos y el PSOE 680.174. Una distancia mucho menor, de 117.726 votos. 

En la dirección socialista identifican perfectamente ese "agujero" que han tenido en Madrid. No lo achacan a la campaña realizada por Reyes Maroto y Juan Lobato ya que ambos han subido en número de votos pese a ser insuficiente para derrocar a los populares. "Esto es uno de los puntos a curar", destacan en el PSOE.

En todo caso, según recuerdan fuentes del PSOE madrileño, en este territorio ha sido el único donde los socialistas han subido tanto en municipales como en autonómicas. Y, de hecho es el lugar donde más ha subido en lo que se refiere a municipales. 

Con Sánchez como candidato por la circunscripción madrileña esperan frenar esa sangría. Aunque, obviamente, las elecciones generales son unos comicios diferentes y la traslación de voto podría serlo también, en las filas socialistas se aferran a que, con los resultados del 28M, PP y Vox no sacarían una mayoría suficiente para formar Gobierno. 

Porque los socialistas insisten en estos momentos en que, pese a perder mucho o casi todo el poder institucional, el PP no les ha arrasado y están a solo tres puntos porcentuales de diferencia. Incluso algunos de sus candidatos han obtenido subidas de voto como por ejemplo Ximo Puig en el País Valencià. 

La mirada, en Unidas Podemos 

La mirada aquí se centra en que Vox ha ganado la segunda liga en todos los territorios frente a sus socios hacia la izquierda, Unidas Podemos. En el País Valencià, por ejemplo, esta candidatura, que formaba parte del Gobierno, no ha obtenido representación parlamentaria. "Se han perdido cerca de 300.000 votos que no han servido por ese lado", señalan en el PSOE. 

Precisamente, Madrid es un ejemplo de esta situación. En el Ayuntamiento, Unidas Podemos ya no tenía representación desde 2019. Tampoco la candidatura que encabezó Roberto Sotomayor consiguió romper la barrera del 5% necesaria y sus 79.874 (4,87%) no lograron ser reflejados en concejales.

En la Asamblea de Madrid, situación similar. La candidatura de Alejandra Jacinto obtuvo 158.831 votos, un 4,73%. En 2019 llegaron al 7,23%, con 263.871 votos gracias a los que obtuvieron 10 diputados. 

Para el PSOE, el principal problema que tienen, según las fuentes consultadas, es conseguir movilizar a su electorado que ha pasado a la abstención. Cifran esta pérdida, tras los resultados del pasado domingo, en unas 400.000 personas.