El liderazgo de Feijóo en el PP sale vivo de una investidura que nunca tuvo posibilidades de prosperar
El triunfalismo de Génova tras su derrota parlamentaria evidencia que usaron la investidura para apuntalar el liderazgo interno de Feijóo.
Madrid-Actualizado a
Si la primera derrota parlamentaria de la investidura de Alberto Núñez Feijóo ha dejado un sabor dulce en el Partido Popular, es porque el objetivo del debate que se ha desarrollado en el Congreso durante los dos últimos días nunca fue ganar la votación. Así lo han evidenciado después de un mes repitiendo que tenían "derecho" a intentarlo. Porque Núñez Feijóo alimentó la ficción hasta el último momento, aun sabiéndose atado a los 33 diputados de Vox e incapaz de abrirse paso en el Parlamento
"Ha merecido la pena", dijo este miércoles el líder del PP, abocado a seguir siendo líder de la oposición. Ha merecido la pena porque, tras los cuestionamientos internos y externos que arrastra desde las generales, ha recuperado fuelle.
"Nos hemos retratado todos, con nuestras palabras y nuestros silencios", aseguró Feijóo, a quien Pedro Sánchez descolocó al cederle el testigo de la intervención del PSOE al diputado y exalcalde de Valladolid Óscar Puente. El presidente del PP se quedó sin la oportunidad de arrinconar a Sánchez contra la amnistía, pero, aun así, aprovechó la investidura para consolidar su liderazgo. Tanto en el PP como en todo el espectro de la derecha, apuntan fuentes de la dirección nacional que ven a Vox "totalmente desdibujado". El objetivo primigenio, reconocen ahora.
Así, cuando Feijóo abandonó este miércoles el Congreso de los Diputados después de constatar el rechazo de la mayoría de la Cámara Baja, que daban por descontado, lo hizo respondiendo a preguntas sobre su liderazgo interno. ¿Va a seguir al frente del PP en la oposición?, le preguntaban los periodistas. "Después de este resultado creo que hay pocas dudas", respondía, aparentemente confiado, entre risas.
¿Había dudas antes? Silencio en Génova.
A Feijóo le ha costado recomponerse del shock que supuso el batacazo del 23J, apuntan fuentes del partido, pero creen que con las dos últimas jornadas — "y el chute de moral del domingo" en el acto contra la amnistía— ha recuperado el control del timón.
"Al menos hasta el viernes vamos a celebrar y mantener el guion", apuntaba un destacado dirigente del PP a la salida de la votación que tumbó su primer intento de investidura este miércoles. "Celebrar" que han conseguido lo que querían, matiza: "Demostrar que Feijóo es un candidato extraordinariamente sólido" y que está "en plena forma" tanto para liderar la oposición, como para ir a una repetición electoral.
La sensación de Génova es "de trabajo bien hecho". El discurso de Feijóo —aun desplegando datos falsos, propuestas grandilocuentes sin concretar como la creación de un delito de deslealtad institucional y cariños a Vox— convenció de manera unánime al partido. Hasta las voces más críticas del ala dura lo aplauden. Feijóo y su equipo han estado semanas preparando a conciencia su intervención para no pisar ningún callo interno.
El riesgo era alto si se tiene en cuenta el último mes, en el que el intento de acercamiento a Junts, la falta de iniciativa en la calle en contra de la amnistía —hasta que José María Aznar les empujó a movilizarse— o el uso del euskera en el Parlamento la semana pasada descolocaron al partido y levantaron críticas internas.
Pero Feijóo, coinciden ahora de manera unánime las fuentes del PP a todos los niveles consultadas por Público, se ha "reivindicando" a sí mismo —"soy de fiar", subrayó desde la tribuna—y ha calmado a quienes tenían dudas sobre él: "Nos ha sorprendido a todos". Porque todos, muchos incluso antes que Feijóo, habían asumido ya que lo que no sería una sorpresa era la ratificación de su falta de apoyos en el Parlamento. Lo fue, sin embargo, su soltura desde la tribuna.
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