El líder de ERC, Oriol Junqueras, y la secretaria general, Marta Rovira, han enviado este lunes una carta a la militancia en que defienden la vigencia del proyecto político republicano del partido y avisan: "Estamos con vosotros y nunca renunciaremos a nuestras convicciones, nunca, todo lo contrario".

La carta ha sido enviada tras conocerse la decisión del juez del Tribunal Supremo (TS) Pablo Llarena de dejar en libertad a Rovira con una fianza de 60.000 euros, que en los próximos días abonarán la ANC y Òmnium Cultural.

Los republicanos admiten que trabajaban con la posibilidad de que el juez hubiera decretado prisión incondicional para Rovira: "Era una circunstancia probable", como ya en su día se decretó para Junqueras, en la cárcel de Estremera desde el 2 de noviembre de 2017.

Junqueras y Rovira piden a sus militantes que sigan defendiendo el proyecto independentista desde vías pacíficas como hasta ahora y piden que la indignación que puedan sentir en ningún caso la conviertan en "ira".

"Os pedimos que no os dejéis provocar, que no nos dejemos arrastrar por la impotencia hacia un escenario de creciente confrontación, que es lo que persiguen el PP y sus aliados", añaden los dos máximos dirigentes del partido republicano.

También aseguran que su apuesta es dialogar con todo el mundo y "resolver este conflicto por la vía del diálogo", reiterando que el futuro de Catalunya lo deben decidir su ciudadanía democráticamente.

"Seguiremos adelante, recuperando en primera instancia las instituciones usurpadas, trabajando para ensanchar la base social, hablando con todo el mundo y manteniendo la mano tendida al conjunto de nuestra sociedad", zanjan.

Por último, los dos dirigentes independentistas critican que la presencia de líderes soberanistas en la cárcel como Junqueras se salta "toda interpretación objetiva del concepto de prisión preventiva", y acusan al Gobierno central y el PP de haber llevado al Estado hacia una deriva autoritaria, dicen.

"La separación de poderes no existe en España. Y este es un hecho insólito en Europa, que sitúa a España al nivel de Turquía y no de las democracias occidentales", lamentan en su carta a los militantes.