El Gobierno de Mariano Rajoy, a través del Ministerio del Interior comandado por entonces por Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior entre diciembre de 2011 y noviembre de 2016, investigó al margen de la ley a partidos independentistas y puso las cloacas del Estado a funcionar a pleno rendimiento para elaborar dosieres falsos sobre sus rivales, algo que ya destapó en 2016 Público. Ahora una investigación de La Vanguardia y eldiario.es aporta más detalles, en concreto que Rajoy estaba al tanto de estas actividades.

Estas maniobras políticas, en las que se encargaban informes falsos a mandos policiales y se utilizaba información confidencial como pueden ser los datos fiscales de dirigentes independentistas, fueron conocidas en todo momento por Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno. Según se puede leer en La Vanguardia, "a la mesa del ministro [Fernández Díaz] llegaron buena parte de los informes [...] y remitió buena parte de esos documentos, en sobres cerrados y a través de sus escoltas, al presidente del Gobierno [Rajoy]".

Esos falsos informes elaborados por mandos policiales al servicio de las cloacas del Estado se utilizaron para intentar desacreditar a dirigentes independentistas y abrirles causas judiciales, además de para el encubrimiento y la obstrucción de las investigaciones de los casos de corrupción que salpicaban al PP. Estos dosieres en muchos casos acababan filtrándose a la prensa, especialmente a la más conservadora.

Según esta investigación periodística, fue en septiembre de 2012, justo después de la primera Diada masiva en las calles de Barcelona pidiendo la amnistía, cuando se puso la maquinaria a funcionar. Desde esa fecha y hasta que abandonó Interior, Fernández Díaz recibió "toda clase de notas informativas y dosieres sobre el asunto. Desde allí se difundían por diferentes vías".

En la elaboración de estos informes no sólo participó José Manuel Villarejo y su red, sino también "unidades policiales como la UDEF, que persigue la delincuencia Fiscal y Financiera, la Comisaría General de Información, el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado y la Unidad Central de Apoyo Operativo de la Policía, que entonces dirigía Enrique García Castaño, colaborador y amigo de Villarejo".

Los informes llegaban  con regularidad al despacho de Fernández Díaz. "El ministro consideraba el asunto del máximo interés, estaba obsesionado con eso", cuenta una fuente a La Vanguardia. De hecho, estos dosieres se elaboraron hasta el año 2016, hasta el final del mandato de Fernández Díaz como ministro.

De acuerdo con la investigación periodística, "las notas informativas fueron idea del entonces número dos del ministerio y hombre de confianza de Fernández Díaz, Francisco Martínez, primero como jefe de su gabinete y desde enero de 2013 como Secretario de Estado".